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No soy experto en el tema, pero me baso en la excelente presentación del señor Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, en el programa La hora de la verdad del 12 de septiembre de 2019 y en la publicación de la Seismological Society of America de abril de 2019, titulada “Studies link earthquakes to fracking in the Central and Eastern US”, la cual se puede obtener por Google.
El fracking o fracturación hidráulica es el proceso de taladrar el suelo para inyectar por la perforación una corriente de agua, arena y otros químicos, a gran presión, con el fin de quebrar las rocas y liberar tanto el petróleo como el gas que contienen. Se taladra verticalmente, por lo general, hasta un kilómetro de profundidad y se perforan luego kilómetros horizontales para introducirles tubos con huequitos por los cuales se inyecta la mezcla aludida.
Una mayoría de magistrados miopes e ignorantes del Consejo de Estado nos suspendieron con carácter provisional la exploración y explotación comercial por fracturación. Países que la emplean hoy: Estados Unidos, Argentina, Canadá, Australia… En vías de emplearla: Reino Unido, Alemania, Francia…
Ventajas
Viabilidad financiera. Ignoraron los inefables magistrados del Consejo de Estado que Colombia tan solo posee reservas petroleras para 5,7 años y que el petróleo participa hoy con el 60% de nuestras exportaciones. De acuerdo con Lloreda, importar hidrocarburos, gasolina, nos costará $30 billones/año y por no exportarlos dejaremos de recibir otros $20 billones/año. En síntesis, la monoexportadora Colombia se tornaría financieramente inviable con un faltante de $50 billones/año. Entre la firma de los contratos de exploración y la puesta en marcha de un pozo transcurren siete años.
Mejora del medio ambiente. El fracking aumentaría nuestras precarias reservas de gas de 10 a más de 20 años. Con el gas se elimina la combustión del carbón tanto en los hogares como en las termoeléctricas. Las cocinas de casi todos nuestros hogares usan gas y continuarían usándolo.
Desventajas
El gasto exagerado del agua ocasiona sequías y la contaminación de esta. Un estudio publicado por el diario inglés The Guardian afirma que se necesitan solo siete piscinas olímpicas por pozo de fracturación. Muy poco realmente, si se tiene en cuenta que hoy día se reutiliza el agua algunas veces. Y los químicos que se usan bien pueden figurar en la despensa de cualquiera de nuestros hogares, los carcinógenos de antaño ya no se emplean. Además, las aguas a un kilómetro de profundidad, aproximadamente, poco compiten con los acuíferos superficiales.
Terremotos causados por el fracking. Casi todos son menores de 2,5 en la escala de Richter y estos casi ni se sienten en los sismógrafos; los escasos y más fuertes no superan 3,8 y tan solo causan “pequeños daños”. Recordemos que cuando se pasa de 3 a 4 la intensidad se aumenta 10 veces y de 3 a 5 se eleva 100 veces, y así sucesivamente.
La Seismological Society opina: “Los investigadores creen que el aumento de la sismicidad en lugares como Oklahoma se debe a la reinyección a presión del agua residual en los pozos abandonados, tras la extracción de su petróleo y gas, porque así se facilita el deslizamiento de las rocas fracturadas. Los mayores movimientos telúricos se presentan en los lugares en los cuales se ha inyectado agua a presión cerca de fallas geológicas”.
En economía no existen las decisiones totalmente ventajosas, todas tienen sus pros y sus contras. Lo importante es tomar la decisión con los mayores efectos positivos sobre los negativos. Algo así como entre dos males elegir el menor. No me cabe duda de que la fracturación hidráulica es el menor de los males para una economía tropical y monoexportadora como Colombia, y sin una diversificación productiva en marcha.