Entre 1780 y 1830, Reino Unido tuvo un despegue económico que inauguró el crecimiento moderno. Al final del período se convirtió en el país más próspero del mundo. Que esa “explosión del crecimiento” se diera en Reino Unido hubiera sido casi impensable si hubiéramos auscultado el panorama mundial en 1700. En ese momento, el caballo por el que hubiéramos apostado habría sido Italia. ¿Por qué no lo logró?
Un artículo de Guido Alfani, publicado en 2013, ofrece una respuesta a ese interrogante: tiene que ver con el impacto de la peste negra en el siglo XVII. A continuación explicaré en qué consiste su trabajo, que encuentro de...
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