En el horrendo asesinato de George Floyd en Mineápolis participaron millones de ciudadanos de Estados Unidos. Los que lincharon negros en Misisipi por el crimen de entrar a una sala donde había mujeres blancas o por tratar de fundar un sindicato de aparceros. Los que les prohibieron a los negros entrar a las bibliotecas públicas. Los ciudadanos de Estados Unidos que compraron los más de 12 millones de africanos que fueron secuestrados en sus lugares de origen desde cuando los primeros esclavos negros arribaron a Virginia hace 400 años, en 1619. Los que les negaron a los negros la proclama de la Declaración de Independencia de 1776 (todos los hombres nacen iguales), que resultó falsa para ellos. Los que vendían y compraban esclavos, los que los regalaban. Los que les prohibían el matrimonio a los esclavos negros. Los que les prohibían aprender a leer. Los que les robaban los niños a los esclavos negros, y los vendían en subasta como si fueran semovientes. Los que les prohibían a los negros poseer bienes o heredarlos. Los que alegaban ser esclavos de Inglaterra para justificar la independencia, pero eran dueños de esclavos negros. Los que ocultaron que la independencia de Inglaterra buscaba mantener la institución de la esclavitud en Estados Unidos, pues en Inglaterra ya comenzaba la agitación que llevaría a la abolición de la esclavitud como institución bárbara. Los que querían conservar las grandes ganancias que dejaba la esclavitud y por eso adhirieron a la independencia. Los diez presidentes de Estados Unidos, de entre los primeros 12, que fueron dueños de esclavos. Los que crearon no una democracia sino una esclavocracia. Los ciudadanos de Estados Unidos que consideraban inalienables las libertades de los blancos, mientras aceptaban la subordinación esclava de los negros. Los magistrados de la Corte Suprema que sentenciaron que los negros no tenían derechos frente a los blancos ni eran ciudadanos. Los ciudadanos de Estados Unidos que pusieron en práctica un sistema de apartheid contra los negros, disfrazado de segregación racial. Los que prohibían el voto a los analfabetas, es decir, a los negros. Los ciudadanos de Estados Unidos que prohibieron a los negros participar en jurados o rendir testimonio ante un tribunal. Los que prohibían que negros y blancos pasaran por las mismas puertas. Los que crearon teléfonos públicos para negros. Los que prohibieron enterrar a un negro al lado de un blanco. Los que obligaron a los negros a bajar de la acera para dejar pasar a los blancos. Los que prohibieron a los negros contraer matrimonio con blancos. Los que quemaron negros y los desmembraron y los castraron. Lo dice la periodista negra Nikole Hannah-Jones, ganadora este año del Premio Pulitzer por un artículo donde enhebró esta letanía sanguinolenta que constituye la verdadera y asfixiante historia de Estados Unidos.
En el horrendo asesinato de George Floyd en Mineápolis participaron millones de ciudadanos de Estados Unidos. Los que lincharon negros en Misisipi por el crimen de entrar a una sala donde había mujeres blancas o por tratar de fundar un sindicato de aparceros. Los que les prohibieron a los negros entrar a las bibliotecas públicas. Los ciudadanos de Estados Unidos que compraron los más de 12 millones de africanos que fueron secuestrados en sus lugares de origen desde cuando los primeros esclavos negros arribaron a Virginia hace 400 años, en 1619. Los que les negaron a los negros la proclama de la Declaración de Independencia de 1776 (todos los hombres nacen iguales), que resultó falsa para ellos. Los que vendían y compraban esclavos, los que los regalaban. Los que les prohibían el matrimonio a los esclavos negros. Los que les prohibían aprender a leer. Los que les robaban los niños a los esclavos negros, y los vendían en subasta como si fueran semovientes. Los que les prohibían a los negros poseer bienes o heredarlos. Los que alegaban ser esclavos de Inglaterra para justificar la independencia, pero eran dueños de esclavos negros. Los que ocultaron que la independencia de Inglaterra buscaba mantener la institución de la esclavitud en Estados Unidos, pues en Inglaterra ya comenzaba la agitación que llevaría a la abolición de la esclavitud como institución bárbara. Los que querían conservar las grandes ganancias que dejaba la esclavitud y por eso adhirieron a la independencia. Los diez presidentes de Estados Unidos, de entre los primeros 12, que fueron dueños de esclavos. Los que crearon no una democracia sino una esclavocracia. Los ciudadanos de Estados Unidos que consideraban inalienables las libertades de los blancos, mientras aceptaban la subordinación esclava de los negros. Los magistrados de la Corte Suprema que sentenciaron que los negros no tenían derechos frente a los blancos ni eran ciudadanos. Los ciudadanos de Estados Unidos que pusieron en práctica un sistema de apartheid contra los negros, disfrazado de segregación racial. Los que prohibían el voto a los analfabetas, es decir, a los negros. Los ciudadanos de Estados Unidos que prohibieron a los negros participar en jurados o rendir testimonio ante un tribunal. Los que prohibían que negros y blancos pasaran por las mismas puertas. Los que crearon teléfonos públicos para negros. Los que prohibieron enterrar a un negro al lado de un blanco. Los que obligaron a los negros a bajar de la acera para dejar pasar a los blancos. Los que prohibieron a los negros contraer matrimonio con blancos. Los que quemaron negros y los desmembraron y los castraron. Lo dice la periodista negra Nikole Hannah-Jones, ganadora este año del Premio Pulitzer por un artículo donde enhebró esta letanía sanguinolenta que constituye la verdadera y asfixiante historia de Estados Unidos.