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La soportable luminosidad de la muerte


Aldo Civico
10 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.
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Diecisiete minutos. Así de prolongado fue el aplauso con el que el público del Festival de Cine de Venecia homenajeó a Pedro Almodóvar. Su película La habitación de al lado le otorgó el León de Oro. “La película trata sobre una mujer que está muriendo en un mundo que también agoniza, y de aquellos que deciden acompañarla en sus últimos días. Estar al lado de un enfermo terminal, saber acompañarlo, es una de las grandes virtudes que poseemos. Despedirse de este mundo de manera digna y limpia es un derecho fundamental. No es un asunto político, es humano. Sé que va en contra de muchas creencias que ven a Dios como la única fuente de vida. Pido a los políticos que respeten y no interfieran en las decisiones individuales. El ser humano debe ser libre de vivir y morir cuando la vida se vuelve insoportable”, declaró Almodóvar a los medios italianos.

La muerte, la vida, el sufrimiento, el mundo apocalíptico en el que vivimos: son temas que pueden parecer pesados, sin duda delicados y sensibles. Nos enfrentan al dilema de la libertad, a los límites entre la libertad individual y la facultad del Estado para tomar decisiones en nuestro lugar. Estos asuntos se vuelven aún más complejos en nuestra era, donde la tecnología puede prolongar los años de vida, pero no necesariamente su calidad. En esta película, Almodóvar aborda el tema de la muerte desde una perspectiva luminosa, resaltando la elección consciente de poner fin a la vida cuando el sufrimiento arrebata toda dignidad. La protagonista, Martha, es una mujer que mantiene el control sobre su vida. En la visión del director español, su decisión está impregnada de vitalidad, no de muerte. De alguna manera, esto evoca la experiencia del colombiano Javier Acosta, que conmovió a todo el país. No solo por la libertad con la que tomó su decisión, sino también por cómo vivió sus últimos días, transmitiendo vitalidad y plenitud. Asumir el control del momento de nuestra muerte, como ejercicio de la soberanía personal, se convierte en un acto que confiere dignidad, fruto de una libertad suprema.

Pienso también en la decisión libre con la que la socióloga Tatiana Andia ha decidido afrontar el cáncer que está consumiendo su cuerpo. A través de sus columnas, nos ha compartido su elección de no someterse a la quimioterapia y cómo ha transformado estos meses en una celebración de su vida y del momento presente, con una fortaleza que inspiran y conmueven. Esto nos ayuda a comprender por qué San Francisco llamaba “hermana” a la muerte. Cuando ejercemos conscientemente nuestra soberanía personal, cambia nuestra relación con la muerte, que deja de ser algo ajeno a la vida para transformarse en un momento más de ella. La posibilidad de elegir el momento de nuestra muerte, cuando la vida deja de ser vida, no hace que vivir o morir sea más fácil, pero nos permite evolucionar en libertad y consciencia; ganamos en dignidad y vitalidad. La experiencia de la muerte se puede volver luminosa, como sugiere Pedro Almodóvar.

Norma(12580)10 de septiembre de 2024 - 11:56 p. m.
Excelente reflexión, plena de respeto por la autonomía individual en un tema tan importante como la decisión de poner fin a una vida, a la que el dolor y a veces las medidas dictadas por los profesionales de la salud o las presiones familiares la tornan indigna. Respetar la voluntad de los demás es hacer realidad la frase famosa de "respeto es lo que hay que tener para obtener". Muchas gracias.
Oscar(36876)10 de septiembre de 2024 - 11:42 p. m.
Aldo. Celebró esta columna de vida y de muerte. Es una celebración de vivir con dignidad y morir con libertad. Gracias.
María(6115)10 de septiembre de 2024 - 09:50 p. m.
Ay, tan de acuerdo! Ojalá podamos ver esta película pronto. El derecho a morir dignamente debe ser sagrado y respetado. He visto y sufrido casos de gran sufrimiento que no tienen por qué ser así, ojalá algún día sea tan normal la eutanasia como el bautizo, o cualquier otra ceremonia significativa.
Gines(86371)10 de septiembre de 2024 - 07:44 p. m.
Mar. Coindido plenamente con lo que expones. Te exhorto con respeto a no darle explicaciones a nadie. ¡Es tu criterio!
  • Mar(60274)10 de septiembre de 2024 - 09:41 p. m.
    Hola Gines, muchas gracias por tu apoyo. ¡Saludos!
Mar(60274)10 de septiembre de 2024 - 06:30 p. m.
Jaime, se supone que cada persona expresa lo que piensa, se supone que nadie se va a sentir ofendido u ofendida por lo que cada uno piense o si no que gracia tiene que cada persona pueda manifestar su sentir, si necesita que su pensamiento sea aprobado o no por las demás personas. Usted no tiene que estar de acuerdo conmigo, ni yo con usted.
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