Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                25 de abril de 2008 - 09:59 p. m.

                                                                                                                                Desaparición forzada

                                                                                                                                ERA YO NIÑO AÚN CUANDO UN pariente de mi mamá, el Mono Osorio, desapareció del mapa. Era un hombre de teatro y había estado haciendo una presentación de su número en los Llanos Orientales en alguno de los batallones del Ejército con que Laureano Gómez perseguía a muerte a los 10.000 guerrilleros de Guadalupe Salcedo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Regresaba con su compañía de teatro en uno de esos fantásticos DC-3 hacia Bogotá y el avión nunca llegó a su destino. Y peor, nunca aparecieron los restos del aparato ni de sus ocupantes. La familia agotó todas las posibilidades: hospitales, cárceles, alcaldías, cuarteles, cementerios, baquianos, brujos. Nada, ni razón chica ni grande. Anita, su mujer, no sabía si vestirse de negro o no. Cualquier alternativa era terrible.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                La incertidumbre sobre una desaparición, más si es forzada, representa un dolor incesante, una herida abierta. Sin ver el cadáver nadie puede dar por muerto a un ser querido… no hay un punto final... el duelo queda en un suspenso taladrante… no hay muerte física ni legal… la vida queda en el aire… a la muerte no le sigue un llanto cierto sino un limbo... las puertas y ventanas de su casa quedan siempre abiertas a la espera de un quizá no, o  quizá sí. Al tormento de la ausencia se le añade el dolor de la duda.

                                                                                                                                El presentimiento o la seguridad de que la desaparición fue forzada, de que alguna autoridad tomó la decisión, de que se le hizo el daño con brutalidad y de que alguien oyó el último grito prolongan su agonía en la gente que amó. ¡Monstruoso! El desaparecido no está en ningún sitio. Ni en la selva ni en una caleta, ni en una cárcel. O puede estarlo. No está enfermo ni sano. Ni picado por zancudos ni caminando. O puede estarlo. Nada piden por el ser querido. Nadie pide nada, el daño queda hecho para siempre. Ningún grito llega, ninguna queja hace curso. La autoridad arropa —frase de moda— con silencio y balbuceos la impunidad.

                                                                                                                                En Colombia, desde los años 70 cuando la doctrina de Seguridad Nacional fue impuesta, ha habido, según Gloria Gómez, directora de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Asfades) unos 15.000 ciudadanos desaparecidos, tres o cuatro personas cada día. El Estado colombiano reconoció hace poco el atroz crimen de la desaparición como un delito, gracias, claro está, a la persistencia de los dolientes que no han podido ser callados ni con nuevas desapariciones ni con plata ni con amenazas. Asfades lleva 25 años golpeando puertas, haciendo denuncias, tratando de que el Estado, responsable por omisión o por acción, ponga la cara.

                                                                                                                                Los familiares siguen con sus cruces blancas y las fotos descoloridas de sus seres queridos de instancia en instancia y de plaza en plaza. Rechazan, con razones fundadas, la nueva leyecita de Verdad, Justicia y Reparación: la verdad, porque ella es definida por el victimario; la justicia, porque no aceptan perpetuar la impunidad, y la reparación, porque no aceptan cheques ni monumentos.

                                                                                                                                En Bogotá se reúne este fin de semana el Tribunal Internacional de los Pueblos, un organismo sucesor del Tribunal Russell que, junto con Sartre y Carpentier Weiss, fundó Bertrand Russell, filósofo inglés y matemático, ganador del Premio Nobel de Literatura. El viejo, con su cara en alto, su sombrero alón de fieltro y su mirada altanera fue la protesta viva contra la guerra de Vietnam, y el tribunal siguió siéndolo contra toda guerra, contra toda violación de los DD.HH., contra todo crimen de lesa humanidad, como son la desaparición forzada, la mutilación, la tortura, el secuestro y todas esas bestialidades que continúan sucediendo aquí en total impunidad.

                                                                                                                                ERA YO NIÑO AÚN CUANDO UN pariente de mi mamá, el Mono Osorio, desapareció del mapa. Era un hombre de teatro y había estado haciendo una presentación de su número en los Llanos Orientales en alguno de los batallones del Ejército con que Laureano Gómez perseguía a muerte a los 10.000 guerrilleros de Guadalupe Salcedo.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Regresaba con su compañía de teatro en uno de esos fantásticos DC-3 hacia Bogotá y el avión nunca llegó a su destino. Y peor, nunca aparecieron los restos del aparato ni de sus ocupantes. La familia agotó todas las posibilidades: hospitales, cárceles, alcaldías, cuarteles, cementerios, baquianos, brujos. Nada, ni razón chica ni grande. Anita, su mujer, no sabía si vestirse de negro o no. Cualquier alternativa era terrible.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                La incertidumbre sobre una desaparición, más si es forzada, representa un dolor incesante, una herida abierta. Sin ver el cadáver nadie puede dar por muerto a un ser querido… no hay un punto final... el duelo queda en un suspenso taladrante… no hay muerte física ni legal… la vida queda en el aire… a la muerte no le sigue un llanto cierto sino un limbo... las puertas y ventanas de su casa quedan siempre abiertas a la espera de un quizá no, o  quizá sí. Al tormento de la ausencia se le añade el dolor de la duda.

                                                                                                                                El presentimiento o la seguridad de que la desaparición fue forzada, de que alguna autoridad tomó la decisión, de que se le hizo el daño con brutalidad y de que alguien oyó el último grito prolongan su agonía en la gente que amó. ¡Monstruoso! El desaparecido no está en ningún sitio. Ni en la selva ni en una caleta, ni en una cárcel. O puede estarlo. No está enfermo ni sano. Ni picado por zancudos ni caminando. O puede estarlo. Nada piden por el ser querido. Nadie pide nada, el daño queda hecho para siempre. Ningún grito llega, ninguna queja hace curso. La autoridad arropa —frase de moda— con silencio y balbuceos la impunidad.

                                                                                                                                En Colombia, desde los años 70 cuando la doctrina de Seguridad Nacional fue impuesta, ha habido, según Gloria Gómez, directora de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Asfades) unos 15.000 ciudadanos desaparecidos, tres o cuatro personas cada día. El Estado colombiano reconoció hace poco el atroz crimen de la desaparición como un delito, gracias, claro está, a la persistencia de los dolientes que no han podido ser callados ni con nuevas desapariciones ni con plata ni con amenazas. Asfades lleva 25 años golpeando puertas, haciendo denuncias, tratando de que el Estado, responsable por omisión o por acción, ponga la cara.

                                                                                                                                Los familiares siguen con sus cruces blancas y las fotos descoloridas de sus seres queridos de instancia en instancia y de plaza en plaza. Rechazan, con razones fundadas, la nueva leyecita de Verdad, Justicia y Reparación: la verdad, porque ella es definida por el victimario; la justicia, porque no aceptan perpetuar la impunidad, y la reparación, porque no aceptan cheques ni monumentos.

                                                                                                                                En Bogotá se reúne este fin de semana el Tribunal Internacional de los Pueblos, un organismo sucesor del Tribunal Russell que, junto con Sartre y Carpentier Weiss, fundó Bertrand Russell, filósofo inglés y matemático, ganador del Premio Nobel de Literatura. El viejo, con su cara en alto, su sombrero alón de fieltro y su mirada altanera fue la protesta viva contra la guerra de Vietnam, y el tribunal siguió siéndolo contra toda guerra, contra toda violación de los DD.HH., contra todo crimen de lesa humanidad, como son la desaparición forzada, la mutilación, la tortura, el secuestro y todas esas bestialidades que continúan sucediendo aquí en total impunidad.

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar