La espartaquista alemana Rosa Luxemburgo le puso este título a su libro más famoso antes de ser fusilada por cuenta de una insurrección fracasada. Y ojo que los nazis todavía no llegaban al poder. Las revoluciones suelen ser emocionantes; las reformas, aburridas. Ergo, vamos a quemar palacios de invierno, qué demonios, y después vemos lo que sigue. ¿En qué desemboca una revolución con el tiempo? Lo más probable es que uno se tope con José Stalin, Pol Pot o Daniel Ortega. O sea que las emocionantes revoluciones tienen una alta probabilidad de conducir a regímenes represivos y asesinos. ¿Qué actitud tienen entonces los responsables de promoverlas? Por lo general se lavan las manos.
Reforma o revolución
30 de septiembre de 2020 - 03:00 a. m.