Esta columna es una reacción a la que a su vez escribió Paola Ruiz, en “Lugar común”, la sección online de El Malpensante.
El debate entre el centralismo y el federalismo es muy viejo y genera objeciones irracionales, de modo que hablemos mejor de la palabra del título, regiones. En términos generales, un país está sano si sus regiones también lo están. Eso, por ejemplo, no lo entendía don Rafael Núñez, cuya Constitución de 1886 optó por concentrar un poder desmesurado en Bogotá. El centralismo desde entonces fue una camisa de fuerza para el país, creando a su vez...