Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los chilenos están mal hace rato en fútbol. Se dedicaron a trabajar en mercadeo en su Liga interna y lo hicieron muy bien, pero se olvidaron de lo más importante: el fútbol.
No trabajaron sus divisiones menores y como no tienen talento silvestre como por fortuna nosotros sí, ahora ven cómo Arturo Vidal y Alexis Sánchez pueden sacar lo último del tanque para darles una mano.
Atrás quedaron las dos Copas América (que ya hubiéramos querido ganar nosotros) consecutivas y lo que sembró Bielsa se refundió en el camino. Hoy promocionan a Alexánder Aravena, un extremo de 21 años como su gran esperanza. Ojalá por la competitividad del continente que se les den las cosas.
Este martes Colombia los enfrentará en el estadio de Colo-Colo en una cancha en la que hubo un concierto de Bruno Mars la semana pasada y sobre la cual ha llovido de manera no habitual, porque hasta el cambio climático parece ensañarse contra La Roja.
Es una oportunidad hermosa de traer tres puntos y cerrar con el pleno esta primera jornada doble de clasificatoria al Mundial de 2026, aunque tenemos que comenzar a pensar distinto.
El Mundial ya comenzó y hay que llegar a la fase final con un buen ranquin. Para eso hay que sumar la mayor cantidad de puntos posibles.
Con respecto al partido con Venezuela, ojalá el técnico Néstor Lorenzo haya entendido que si tiene tres conectores (Carrascar, James y Quintero), hay que poner al menos a uno, porque el primer tiempo del partido en Barranquilla fue más de lo mismo de los últimos años. Fue todo un calvario generar volumen ofensivo sobre el arco rival.
Pueda que James no le caiga bien a algún sector de la prensa, pero es que él no está para caernos bien. En el tiempo que estuvo en cancha demostró que él por sí mismo es una categoría superior al promedio.
En consecuencia, esperemos que Colombia salga a proponer. Chile viene de ser goleada por Uruguay y de local tendrá que buscarnos en algún momento. Ese escenario es perfecto para James, Carrascal o Quintero.
Lo otro es que hay que meter la pelota en el arco rival. Ante Venezuela se volvieron a ver algunos problemas de definición.
Mejor dicho, con mucho respeto por el rival del martes, esta Colombia tiene herramientas para traerse tres puntos de Santiago.