Comenzó otro torneo de fútbol profesional colombiano. Sigue destacándose el proceso del campeón Millonarios, que vuelve a ser favorito porque es un proyecto que tiene bases sólidas en cuanto a método de scouting, manera de jugar, un entrenador que ya no tiene la presión del semestre anterior y completará cuatro años al frente del equipo, y solidez institucional.
Llama la atención para bien la intención del América. Lucas González, su nuevo entrenador, es un joven bien preparado que parece caerle como anillo al dedo a esta nómina en la que predominan nombres de atacantes experimentados, reconocidos por buenos y exquisitos con la pelota. Lo que mostró Lucas como técnico de Águilas da para que la hinchada escarlata se ilusione con pelear por llegar a la final. La llegada de Edwin Cardona y Víctor Ibarbo genera expectativas altas para que acompañen a Darwin Quintero, Facundo Suárez, Adrián Ramos y Andrés Sarmiento. Este es un proceso que va adelantado más allá del cambio de entrenador.
Nacional va a pelear como siempre, aunque muchas veces no se sepa cómo lo hacen. Una vez más tienen un entrenador interino para una nómina que combina una excelente base de jóvenes con experimentados de la talla de Dorlan Pabón. Júnior se quedó sin los famosos Viera y Quintero y entonces apelará a lo colectivo partiendo de la solidez defensiva. Es la primera vez que yo recuerde que en Barranquilla le dan autonomía absoluta a un entrenador. Ojalá Bolillo pueda corresponder con tal confianza.
Santa Fe lleva a un nuevo técnico que como Hubert Bodhert no ha estado ni cerca de conquistar títulos, pero del que pocos dudan en cuanto a sus condiciones. Será su primer equipo con exigencias grandes. Para eso cuenta con una buena base que inexplicablemente no funcionó el semestre pasado y le suma un arquero de experiencia como Anthony Silva, el de la selección de Paraguay, así como un puñado de jóvenes promesas.
Medellín tiene buena nómina y le apuesta a un técnico propositivo como Alfredo Arias, al que si le dan tiempo puede conseguir cosas importantes. Deportes Tolima atraviesa una transición institucional que requiere de tiempo de espera. Deportivo Pereira apuesta por la continuidad de su método exitoso. Boyacá Chicó quiere seguir demostrando que su estrategia conservadora y formadora de talentos da para pelear clasificación a finales.
Águilas Doradas se refuerza con veteranos como Guillermo Celis y Wilson Morelos y remplaza al saliente entrenador Lucas González con el venezolano César Farías, pero le apuesta a la continuidad de una manera de jugar que le ha traído gratos resultados.
Deportivo Pasto tiene una idea clara basada en el orden y puede clasificar. Tal vez habrá que ponerle el ojo al Atlético Huila, ahora en manos de los mismos dueños de Independiente del Valle de Ecuador, que llevó a varios veteranos para intentar salir de posiciones de descenso.
Once Caldas y Unión rezarán para no descender. El Cali lo hace todo mal y con ganas, qué lástima. Equidad, Envigado y Alianza tienen claro su tamaño y son fieles a él.
Finalmente, Atlético Bucaramanga pide a gritos un lugar en la historia y coherencia institucional para despertar al leopardo dormido en la cancha. Mejor dicho, todo será muy parecido al semestre anterior.
Comenzó otro torneo de fútbol profesional colombiano. Sigue destacándose el proceso del campeón Millonarios, que vuelve a ser favorito porque es un proyecto que tiene bases sólidas en cuanto a método de scouting, manera de jugar, un entrenador que ya no tiene la presión del semestre anterior y completará cuatro años al frente del equipo, y solidez institucional.
Llama la atención para bien la intención del América. Lucas González, su nuevo entrenador, es un joven bien preparado que parece caerle como anillo al dedo a esta nómina en la que predominan nombres de atacantes experimentados, reconocidos por buenos y exquisitos con la pelota. Lo que mostró Lucas como técnico de Águilas da para que la hinchada escarlata se ilusione con pelear por llegar a la final. La llegada de Edwin Cardona y Víctor Ibarbo genera expectativas altas para que acompañen a Darwin Quintero, Facundo Suárez, Adrián Ramos y Andrés Sarmiento. Este es un proceso que va adelantado más allá del cambio de entrenador.
Nacional va a pelear como siempre, aunque muchas veces no se sepa cómo lo hacen. Una vez más tienen un entrenador interino para una nómina que combina una excelente base de jóvenes con experimentados de la talla de Dorlan Pabón. Júnior se quedó sin los famosos Viera y Quintero y entonces apelará a lo colectivo partiendo de la solidez defensiva. Es la primera vez que yo recuerde que en Barranquilla le dan autonomía absoluta a un entrenador. Ojalá Bolillo pueda corresponder con tal confianza.
Santa Fe lleva a un nuevo técnico que como Hubert Bodhert no ha estado ni cerca de conquistar títulos, pero del que pocos dudan en cuanto a sus condiciones. Será su primer equipo con exigencias grandes. Para eso cuenta con una buena base que inexplicablemente no funcionó el semestre pasado y le suma un arquero de experiencia como Anthony Silva, el de la selección de Paraguay, así como un puñado de jóvenes promesas.
Medellín tiene buena nómina y le apuesta a un técnico propositivo como Alfredo Arias, al que si le dan tiempo puede conseguir cosas importantes. Deportes Tolima atraviesa una transición institucional que requiere de tiempo de espera. Deportivo Pereira apuesta por la continuidad de su método exitoso. Boyacá Chicó quiere seguir demostrando que su estrategia conservadora y formadora de talentos da para pelear clasificación a finales.
Águilas Doradas se refuerza con veteranos como Guillermo Celis y Wilson Morelos y remplaza al saliente entrenador Lucas González con el venezolano César Farías, pero le apuesta a la continuidad de una manera de jugar que le ha traído gratos resultados.
Deportivo Pasto tiene una idea clara basada en el orden y puede clasificar. Tal vez habrá que ponerle el ojo al Atlético Huila, ahora en manos de los mismos dueños de Independiente del Valle de Ecuador, que llevó a varios veteranos para intentar salir de posiciones de descenso.
Once Caldas y Unión rezarán para no descender. El Cali lo hace todo mal y con ganas, qué lástima. Equidad, Envigado y Alianza tienen claro su tamaño y son fieles a él.
Finalmente, Atlético Bucaramanga pide a gritos un lugar en la historia y coherencia institucional para despertar al leopardo dormido en la cancha. Mejor dicho, todo será muy parecido al semestre anterior.