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El eslabón perdido de las chuzadas del DAS

Ariel Ávila y Julián F. Martínez**
30 de septiembre de 2021 - 04:00 a. m.

En Colombia se conoce como escándalo de las chuzadas del DAS el proceso judicial que acabó con el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Esta entidad era la policía secreta del presidente de la República y tenía la misión constitucional de velar por la seguridad nacional del país. En febrero de 2009 fue descubierta ejecutando una operación ilegal de espionaje ordenada por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) en contra de las altas cortes, periodistas independientes, políticos de la oposición y defensores de derechos humanos. En ese momento el gobierno llevaba siete años interceptando las llamadas de sus contradictores sin la aprobación de un juez.

La justicia colombiana demostró que por órdenes del gobierno de turno se emprendió una cacería criminal contra los magistrados de la Corte Suprema de Justicia con el objetivo de dañar su reputación difundiendo información falsa de estos y filtrándola a medios de comunicación con el objetivo de desprestigiar la honra y honorabilidad de los magistrados de la Sala Penal que desarrollaban la investigación de la parapolítica, proceso por los vínculos de los políticos con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).

El desmovilizado jefe paramilitar Salvatore Mancuso confirmó en 2005 que el 35% de los congresistas elegidos en las elecciones de 2002 lograron sus votaciones en zonas de influencia narcoparamilitar en donde obligaron a las personas a apoyar a los candidatos que estaban ideológicamente con las Auc y que apoyaban la candidatura de Uribe a la Presidencia. “Cuando nosotros decimos que tenemos afecto por el 35 % del Congreso de la República, decimos que estos congresistas fueron elegidos en zonas de influencia de las Autodefensas”[1], aseveró Mancuso al término de una diligencia en la Corte Suprema de Justicia hace 16 años.

La justicia también estableció que el mecanismo del DAS para ejecutar estos crímenes contra los blancos que elegían en la Casa de Nariño consistió en interceptar comunicaciones telefónicas y electrónicas, y perseguir de forma encubierta a reporteros, congresistas y activistas de derechos humanos. Todo, sin orden judicial, violando la ley. La única “justificación” que existió era la enemistad que públicamente expresaba el entonces jefe de Estado contra estos grupos poblacionales, a quienes señalaba constantemente de ser “auxiliadores del terrorismo”, “enemigos de las instituciones”, “traficantes de derechos humanos” y “hablantinosos”.

Estos crímenes llevaron a la liquidación de ese organismo de inteligencia en noviembre de 2011. “El caso del DAS no es de una transformación, no es una reforma; el caso del DAS es una liquidación. Se suprime el DAS”, dijo el presidente Juan Manuel Santos en esa época[2].

La Fundación Paz y Reconciliación (Pares), estableció que durante los 13 años de investigación judicial que lleva este proceso han sido condenados tres secretarios de la Presidencia, un director de la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) del Ministerio de Hacienda, dos directores del DAS, un subdirector de la agencia de inteligencia y otros 21 funcionarios del organismo. Asimismo, se investigan las presuntas conductas criminales del expresidente Álvaro Uribe Vélez desde hace 10 años. Uribe fue oído en versión libre en marzo de 2011 en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, sin que exista avance judicial alguno. En total son 27 sentencias con las que la justicia ha castigado estas conductas.

Por ejemplo, el pasado 8 de septiembre la justicia condenó a César Mauricio Velásquez Ossa y Edmundo del Castillo Restrepo, exsecretarios de Prensa y Jurídico del Palacio de Nariño, respectivamente. Ellos fueron absueltos por un juez en primera instancia, pero el Tribunal Superior de Bogotá los sentenció en segunda a 63 meses de prisión porque se comprobó que formaron parte del plan para desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia entre 2007 y 2008[3], en una operación que elaboraron en conjunto con miembros del DAS y paramilitares de la Oficina de Envigado, en donde identificaban a Velásquez Ossa con el alias de el Curita.

Sin embargo, hay un eslabón de este caso que, a pesar de las evidencias y testimonios que lo acusan como partícipe en estos ilícitos, no ha sido llevado a juicio. Se trata del senador del Centro Democrático José Obdulio Gaviria Vélez, quien para la época de los hechos era asesor del presidente Álvaro Uribe. Desde hace once años la Fiscalía lo investiga y las pruebas indican que participó en reuniones en las que se planearon operaciones ilegales del DAS y lo señalan de instigar al organismo de inteligencia a perseguir a la oposición, según los cables de Wikileaks.

“El senador José Obdulio Gaviria, partícipe en los mismos hechos, continúa en la impunidad”, escribió el periodista Daniel Coronell, una de las principales víctimas del DAS, en su cuenta de Twitter el pasado 8 de septiembre. Son diez testigos los que han aportado evidencias y sus versiones para acusar a Gaviria Vélez.

El eslabón perdido de las chuzadas del DAS
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Pares revela el contenido de las pruebas en este informe sobre el eslabón perdido de las chuzadas del DAS.

Los diez testimonios que hunden a José Obdulio Gaviria

A pesar de que el senador José Obdulio Gaviria participó en reuniones con los funcionarios que han confesado seguimientos ilegales del DAS contra opositores al expresidente Álvaro Uribe Vélez, su proceso judicial completa once años sin avanzar. Al menos, diez testigos lo señalan de calcular estos crímenes.

Al primer testigo que le consta que el entonces asesor de Presidencia, José Obdulio Gaviria, exhortó a miembros del gobierno para cometer ilícitos con los servicios de inteligencia es el expresidente Juan Manuel Santos, quien fue ministro de Defensa entre julio de 2006 y mayo de 2009, en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Esta revelación se hizo en una entrevista con El País de España[4] en donde destapó algunos secretos plasmados en su libro “La batalla por la paz”, lanzado por editorial Planeta en 2019.

“Un día José Obdulio me llamó por la línea directa de Presidencia -el llamado Falcon- y me pidió, como lo más normal, que interceptara las comunicaciones de la senadora liberal –cercana a Hugo Chávez– Piedad Córdoba. Me negué rotundamente, le pedí que nunca me hiciera ese tipo de solicitudes, y jamás me volvió a repetir la petición. Tal vez fue por eso que usaron el DAS y no la inteligencia militar para las chuzadas que luego saldrían a la luz”, sostuvo el ex mandatario de los colombianos[5].

Y efectivamente el DAS tenía en su radar a la senadora liberal Piedad Córdoba, quien en ese momento luchaba por liberar a los secuestrados por las FARC con la ayuda humanitaria del gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, razón por la cual fue víctima de una campaña de espionaje y de desprestigio a nivel nacional e internacional que fue ordenada desde las más altas esferas del poder gubernamental. Otra de las personalidades más perseguidas fue el senador del Polo Democrático Gustavo Petro Urrego.

Otro testigo que vinculó al hoy senador del Centro Democrático con las chuzadas del DAS es el excongresista de Cambio Radical Rodrigo Lara Restrepo. En una declaración rendida el 10 de junio de 2009 ante la Fiscalía, Lara relató que en el segundo semestre del año 2007, siendo él el zar anticorrupción de la Presidencia, fue contactado por José Obdulio Gaviria “para solicitarme fotos o registros de cualquier naturaleza en los medios de comunicación del departamento del Huila de una supuesta fiesta en la que habían participado magistrados de la Corte Suprema de Justicia”.

Lara Restrepo agregó que “en ese momento yo entiendo que se trata de una guerra sucia contra la Corte Suprema de Justicia y en ningún momento me presto para colaborarle al señor José Obdulio Gaviria para sus intenciones”. Esta misma versión fue contada por el exmilitante de Cambio Radical en el programa Hora 20 de Caracol Radio del 4 de mayo de 2009.

Tres directivos del Departamento Administrativo de Seguridad, que fueron condenados a más de ocho años de cárcel al aceptar su participación en estos hechos, señalaron a José Obdulio Gaviria Vélez como el cerebro de las operaciones ilegales y recordaron algunas de las reuniones que tuvieron con él en pleno auge de las peleas del gobierno con la rama judicial, con el objetivo de ensuciar la imagen de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que estaban desarrollando la investigación de los vínculos de los congresistas uribistas con grupos paramilitares.

Estos son el director de Inteligencia, Fernando Tabares Molina; el subdirector de Contrainteligencia, Jorge Alberto Lagos León; y la subdirectora de Operaciones, Martha Inés Leal Llanos. Los tres son testigos de una reunión que se llevó el 24 de abril de 2008 en la Casa de Nariño para fabricar un montaje mediático con el propósito de desprestigiar a los magistrados Yesid Ramírez Bastidas, ex presidente de la Suprema y miembro de la Sala Penal, e Iván Velásquez Gómez, principales investigadores del escándalo de la parapolítica que venía denunciando el congresista opositor Gustavo Petro, también víctima de montajes, seguimientos e interceptaciones.

El objetivo de esa reunión era vincular a un señor llamado Ascencio Reyes Serrano, con aparentes relaciones con narcotraficantes, con los magistrados de la Corte dado que había organizado un homenaje en 2006 en Neiva, Huila, para los togados. El plan consistía en filtrar la información a un medio de comunicación para generar desprestigio a la Corte Suprema de Justicia dos días después de la captura de Mario Uribe Escobar, primo del presidente[6].

A la Casa de Nariño llegó ese día la directora del DAS, María del Pilar Hurtado, acompañada por Fernando Tabares y Jorge Alberto Lagos, directores de inteligencia y Contrainteligencia, para sostener una reunión con Bernardo Moreno, el asesor presidencial José Obdulio Gaviria, el jefe de prensa César Mauricio Velásquez, el asesor de comunicaciones Jorge Mario Eastman y el director de la UIAF, Mario Alejandro Aranguren. Dos días después la revista Semana publicó el montaje mediático que después tuvo que rectificar porque era basado en información falsa y fabricada por miembros del DAS y la Presidencia.

El capitán Jorge Alberto Lagos dijo a la Procuraduría, en 2009, que José Obdulio Gaviria era uno de los receptores de la información bancaria secreta que la UIAF enviaba de los magistrados espiados por órdenes de la Presidencia de la República.

Otros dos testigos que señalaban a José Obdulio Gaviria son los agentes secretos del DAS Sandra Karina Hernández y Giovanni Cortés Ortiz, quienes eran las personas que entregaban en la Casa de Nariño la valija secreta que contenía la documentación de inteligencia ilegal que el DAS preparaba para el presidente Uribe. Ellos aseguran que la carpeta con los seguimientos ilegales era entregada también a José Obdulio Gaviria e incluso al propio presidente Álvaro Uribe[7].

*Ariel Ávila es subdirector de Pares.

**Julián F. Martínez es investigador y periodista asociado de Pares.

[1] Caracol Radio. “Mancuso: ‘el 35 por ciento del Congreso fue elegido en zona de influencia de las AUC’”. Sección Judicial. Agosto 4 de 2005. Bogotá. Consultado en: https://caracol.com.co/radio/2005/08/04/judicial/1123166760_191922.html

[2] El País. Sección Internacional. “Juan Manuel Santos disuelve el servicio colombiano de inteligencia”. Noviembre 1 de 2011. Nota escrita por Armando Neira. Madrid, España. Consultado en https://elpais.com/internacional/2011/11/01/actualidad/1320175014_258328.html

[3] El Espectador. Sección Judicial. “Dos altos exfuncionarios del gobierno Uribe condenados por chuzadas del DAS”. Septiembre 8 de 2021. Bogotá. Consultado en: https://www.elespectador.com/judicial/cesar-velasquez-y-edmundo-del-castillo-condenados-por-chuzadas-del-das/

[4] Moreno, Javier. Entrevista con Juan Manuel Santos: “Llamarme traidor fue una estrategia muy bien elaborada para minar mi liderazgo”. El País. Madrid, España. Marzo 22 de 2019 Consultado en: https://elpais.com/internacional/2019/03/22/colombia/1553283034_089639.html

[5] Santos, Juan Manuel. “La batalla por la paz, el largo camino para acabar el conflicto con la guerrilla más antigua del mundo”. Editorial Planeta. Bogotá, Colombia. Página 555.

[6] Cuarto de Hora. “Además de Santos, siete testigos y un periodista vinculan al senador José Obdulio Gaviria con las chuzadas del DAS”. Marzo 26 de 2019. Consultado en: https://cuartodehora.com/2019/03/26/los-testimonios-que-vinculan-a-jose-obdulio-gaviria-con-las-chuzadas-del-das/

[7] Ibídem.

Por Julián F. Martínez**

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JAIME(xdik9)02 de octubre de 2021 - 12:47 a. m.
Jaime Jose Obdulio posa de intelectual lleno de retorica, pero lo de fondo en él, es que no deja de ser un hampón
Rolando Antiú(17605)01 de octubre de 2021 - 04:20 p. m.
Muy importantes estas investigaciones de los señores Ariél Ávila y Julián Martínez. Son más eficientes que las del boludo fiscal "Babosa".
Alvaro(08707)01 de octubre de 2021 - 10:03 a. m.
Por supuesto que este señor no será investigado por el Fiscal de su mismo partido uribista.
JACINTO(21276)01 de octubre de 2021 - 09:06 a. m.
Excelente columna. Prohibido olvidar. Cuando habrá justicia?
Lorenzo(2045)01 de octubre de 2021 - 08:00 a. m.
Personaje de una extraña combinación. Individuo con aspecto anodino y (para unos) de villano carismático; en particular para la prensa provinciana que lo graduó de doctor. Sus suaves maneras, su frialdad y su rostro inescrutable parecen representar la misma encarnación del Mal: personaje que adquiere por momentos hechuras casi diabólicas. Es quien se lleva las palmas en una grandiosa persecución.
  • Lorenzo(2045)01 de octubre de 2021 - 08:16 a. m.
    Habrá gente que considere algo fría esta investigación; quizá por su énfasis en la forma y por la escasez de condimentos —como el sentido de la ironía que tanto enriquecían las columnas de Antonio Caballero— pero lo cierto es que precisamente esa SEQUEDAD le confiere a PARES un aire verosímil que los aleja de la deliciosa y casi siempre caricaturesca aureola patriarcal del diabólico vodevil paisa.
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