Porrazos desde el potro del poder

Arturo Guerrero
18 de agosto de 2023 - 02:00 a. m.
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El ejercicio del poder político no es asunto sencillo. Entre nosotros se le compara con el trajín de un jinete. A los presidentes se les dice que están subidos al potro del poder. Es decir, a un animal indómito, que brinca encabritado y trata de quitarse de encima a su amo.

En esa lógica afirmaba Lope de Vega que “quien gobierna, mal descansa”. El mando no es solamente el privilegio de sentirse imperial y aplaudido en aeropuertos, plazas y aulas. Es, ante todo, la ofuscación de no tener un minuto propio, de deberse día y noche a una responsabilidad inapelable.

En estos tiempos mafiosos, los sicarios colombianos se volvieron artículos de exportación. Sus balas sacan de la vida a mandatarios, candidatos, fiscales y otros estorbos de los patrones que pagan por los magnicidios en tierra, mar y aire. Estos tiradores no fallan, pues han sido entrenados en los cuarteles y sus mirillas son milimétricamente dosificadas en arsenales de dios y patria.

¿Quién podrá, pues, dormir reposado en los blancos palacios del mando? Lope, prolífico poeta y dramaturgo del Siglo de Oro español, desentrañó en su obra no solo el peso sino el reposo de los gobernantes. Así supo sobre la tristeza de su descanso.

Dos siglos más tarde, su colega alemán Christian Hebbel intentó penetrar en el secreto de la autoridad pública. Con su escrutinio de poeta escribió una sentencia referida a su oficio artístico, pero extensible a los ardides del poder: “el asunto es el problema; la forma, la solución”.

Así pues, todo mandatario ha de tener claridad sobre su línea política y su discurso, es decir sobre el contexto de su territorio y su propuesta de solución a ese “problema”. Pero la “solución” pertenece a otro nivel de análisis y práctica. Este nivel es la “forma”. Igual que en el arte, la obra del gobernante se resuelve en la forma, es decir en los actos y comportamientos.

De modo que la historia lo juzgará por sus formas, por esa dura fidelidad que arrojen sus palabras sobre sus actos y sus maneras. Y en este punto importa escuchar la precisión que proporciona Mahatma Gandhi: “debemos convertirnos en el cambio que queremos ver en el mundo”.

Hay una gradación argumentativa en esta línea de pensamiento. El presidente que aspire a dormir bien, durante y después de su mandato, debe ser un paladín del diagnóstico sobre la agonía del conjunto de su población y un desvelado ejecutor del bálsamo apropiado. Para no perder de vista las formas exigidas por su alto cargo, las acciones de este líder tendrán que asimilarse al modelo de mundo anhelado y al calor con que él mismo asuma ese patrón en su persona.

Pero, claro, no estamos en la era dorada española ni en la India de su independencia ni en la Alemania atormentada del XIX. Nos movemos en plena Colombia fusilera, donde perturban fiscales galácticos y empresarios acaparadores de medios de información. Aquí el potro del poder no solo da mal descanso, sino porrazos que ponen en riesgo la vida y honra del artista.

arturoguerreror@gmail.com

 

Atenas(06773)18 de agosto de 2023 - 01:35 p. m.
Y luego de tan difusa ilustración como acostumbras, Turo, y amañada como sueles hacerlo, no queda más q’ decir según tus almibaradas ideítas q’ el sofista y criminal Petro es un pobre angelito. Cómo pelan el cobre estos sociópatas. Y a la altura de N. Maquiavelo, a lo cual aludió otro columnista, esto de Turo comporta similar estilo de elogio o disculpa pa el dueño del circo en q’ estamos.
ERWIN(18151)18 de agosto de 2023 - 12:26 p. m.
Ganamos la presidencia ..el poder lo tienen "ellos" ..lo dijo Petro ..quienes son ellos? el poder economico,los militares y la iglesia ..alineados con la corrupcion ..cuestion de dinero ..solo eso ..dinero.
  • Felipe(94028)18 de agosto de 2023 - 04:21 p. m.
    El poder de legislar está en el Congreso. Ganar la presidencia sin reunir mayoría parlamentaria se queda en pura queja. Ni a Petro ni a nadie le sirve de nada quejarse cuando ya sabía que estaba en minoría en el Congreso y no fue ni capaz de llegar a acuerdos con los que le tendieron la mano para negociar y hacer reformas. Esos gestos de arrogancia y desprecio son los que le pierden y generan frustraciones al país. Las reformas se hacen en el Congreso.
Chirri(rv2v4)18 de agosto de 2023 - 10:03 a. m.
A Petro lo subió el pueblo al gobierno. A Barbosa, el títere de Duque. A Margarita Cabello, los Char. Pero es necesario quitarle el poder a la rata Caicedo. Santa Marta tiene cura.
  • Zoila Zoila(20165)18 de agosto de 2023 - 12:03 p. m.
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