“Ya no traemos fuerza para recoger más muertos”. Leyner Palacios, Bojayá.
Sábado 26 de septiembre. Un encuentro internacional para la implementación del Acuerdo de Paz. Por los negociadores, participaron Humberto de la Calle y Rodrigo Londoño. Por el Gobierno, Emilio Archila. Los premios nobel de Paz José Ramos-Horta, Denis Mukwege, Jimmy Carter. Por los países garantes, Dag Nagoda, de Noruega; José Luis Ponce, de Cuba. Por Naciones Unidas, Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de la ONU. Por la Unión Europea, Eamon Gilmore, enviado especial para el proceso de paz.
Por los liderazgos sociales, Marylen Serna, vocera de la Cumbre Agraria; Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Indígena de Colombia; Leyner Palacios, líder social de Bojayá; Óscar Naranjo, exdirector de la Policía Nacional y exnegociador del Acuerdo de Paz.
Francisco de Roux, por la Comisión de la Verdad; Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas; Patricia Linares, presidenta de la JEP. Los parlamentarios Jim McGovern, por EE. UU.; Heike Hänsel, por Alemania, Enrique Santiago, por España. Juan Fernando Cristo, en representación de Defendamos la Paz. Los expresidentes José Mujica, Felipe González y Juan Manuel Santos.
“El mundo exige paz”. Un acontecimiento global en memoria del Acuerdo de Paz firmado en La Habana hace cuatro años. Un verdadero turning point para Colombia y un llamado de atención mundial al gobierno Duque por la desatención durante estos dos años a la implementación de este Acuerdo, avalado por la Constitución colombiana. Un Acuerdo monitoreado, apoyado y vigilado por la comunidad internacional, países garantes, las Naciones Unidas, entre otras organizaciones.
Ya el presidente Duque inició un tímido respaldo al Acuerdo en su intervención en las Naciones Unidas y permitió que un representante suyo, Emilio Archila, participara de este encuentro. Tal vez sintió pasos de animal grande vigilándolo y al fin se dio cuenta de que este proceso NO tiene reversa.
Parafraseo algunas de las palabras que escuché este 26 de septiembre, que marcan un nuevo rumbo en el proceso de paz y abren de nuevo un camino a la esperanza:
-José Ramos-Horta: “Sé cuán difícil es reconciliarse y perdonar, pero les recuerdo que entre más dure el conflicto, más difícil será conseguir la paz. Les pido un tiempo de gracia. No desperdicien esta oportunidad”.
-Denis Mukwege: “Fui invitado por un grupo de mujeres víctimas de violencia sexual. Después conocí la Comisión de Reparación de las Víctimas. Es supremamente importante que esas mujeres reciban una atención holística e integral, psicológica, económica, jurídica, física. Un derecho humano absoluto. La JEP debe intensificar sus esfuerzos y el Gobierno tiene la obligación de proteger estas víctimas”.
-Eamon Gilmore: “La Unión Europea está con Colombia. El Acuerdo de Paz fue un hecho histórico. No pueden seguir los asesinatos. Hay que detener los actos de violencia. La paz pertenece a todos los colombianos. La política no puede afectar la paz. La paz debe ser una acción y no una aspiración”.
-Óscar Naranjo: “Necesitamos un blindaje nacional contra la violencia. No podemos claudicar en este empeño. Hay que rescatar la esperanza, la dignidad, la continuidad. No más miedo. No más odio”.
-Francisco de Roux: “Lo sagrado no es el Estado, ni la Iglesia, ni la política, ni los empresarios. Lo único sagrado es la vida. Este proceso de paz es irreversible. Un pueblo no se devuelve”.
-Leyner Palacio desde Bojayás: “Este año ha sido muy duro. Más de 200 asesinatos. Han disminuido los recursos. Es necesario un pacto para la vida. Es hora de parar la sangre. Ya no tenemos fuerza para recoger más muertos”.
Posdata. Se me acaba el espacio. El próximo martes, las magistrales intervenciones de los expresidentes Juan Manuel Santos, José Mujica y Felipe González. Sigo con lágrimas en los ojos. ¡Gracias, expresidente Santos, por este blindaje a la paz!
“Ya no traemos fuerza para recoger más muertos”. Leyner Palacios, Bojayá.
Sábado 26 de septiembre. Un encuentro internacional para la implementación del Acuerdo de Paz. Por los negociadores, participaron Humberto de la Calle y Rodrigo Londoño. Por el Gobierno, Emilio Archila. Los premios nobel de Paz José Ramos-Horta, Denis Mukwege, Jimmy Carter. Por los países garantes, Dag Nagoda, de Noruega; José Luis Ponce, de Cuba. Por Naciones Unidas, Carlos Ruiz Massieu, representante especial del secretario general de la ONU. Por la Unión Europea, Eamon Gilmore, enviado especial para el proceso de paz.
Por los liderazgos sociales, Marylen Serna, vocera de la Cumbre Agraria; Luis Fernando Arias, consejero mayor de la Organización Indígena de Colombia; Leyner Palacios, líder social de Bojayá; Óscar Naranjo, exdirector de la Policía Nacional y exnegociador del Acuerdo de Paz.
Francisco de Roux, por la Comisión de la Verdad; Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas; Patricia Linares, presidenta de la JEP. Los parlamentarios Jim McGovern, por EE. UU.; Heike Hänsel, por Alemania, Enrique Santiago, por España. Juan Fernando Cristo, en representación de Defendamos la Paz. Los expresidentes José Mujica, Felipe González y Juan Manuel Santos.
“El mundo exige paz”. Un acontecimiento global en memoria del Acuerdo de Paz firmado en La Habana hace cuatro años. Un verdadero turning point para Colombia y un llamado de atención mundial al gobierno Duque por la desatención durante estos dos años a la implementación de este Acuerdo, avalado por la Constitución colombiana. Un Acuerdo monitoreado, apoyado y vigilado por la comunidad internacional, países garantes, las Naciones Unidas, entre otras organizaciones.
Ya el presidente Duque inició un tímido respaldo al Acuerdo en su intervención en las Naciones Unidas y permitió que un representante suyo, Emilio Archila, participara de este encuentro. Tal vez sintió pasos de animal grande vigilándolo y al fin se dio cuenta de que este proceso NO tiene reversa.
Parafraseo algunas de las palabras que escuché este 26 de septiembre, que marcan un nuevo rumbo en el proceso de paz y abren de nuevo un camino a la esperanza:
-José Ramos-Horta: “Sé cuán difícil es reconciliarse y perdonar, pero les recuerdo que entre más dure el conflicto, más difícil será conseguir la paz. Les pido un tiempo de gracia. No desperdicien esta oportunidad”.
-Denis Mukwege: “Fui invitado por un grupo de mujeres víctimas de violencia sexual. Después conocí la Comisión de Reparación de las Víctimas. Es supremamente importante que esas mujeres reciban una atención holística e integral, psicológica, económica, jurídica, física. Un derecho humano absoluto. La JEP debe intensificar sus esfuerzos y el Gobierno tiene la obligación de proteger estas víctimas”.
-Eamon Gilmore: “La Unión Europea está con Colombia. El Acuerdo de Paz fue un hecho histórico. No pueden seguir los asesinatos. Hay que detener los actos de violencia. La paz pertenece a todos los colombianos. La política no puede afectar la paz. La paz debe ser una acción y no una aspiración”.
-Óscar Naranjo: “Necesitamos un blindaje nacional contra la violencia. No podemos claudicar en este empeño. Hay que rescatar la esperanza, la dignidad, la continuidad. No más miedo. No más odio”.
-Francisco de Roux: “Lo sagrado no es el Estado, ni la Iglesia, ni la política, ni los empresarios. Lo único sagrado es la vida. Este proceso de paz es irreversible. Un pueblo no se devuelve”.
-Leyner Palacio desde Bojayás: “Este año ha sido muy duro. Más de 200 asesinatos. Han disminuido los recursos. Es necesario un pacto para la vida. Es hora de parar la sangre. Ya no tenemos fuerza para recoger más muertos”.
Posdata. Se me acaba el espacio. El próximo martes, las magistrales intervenciones de los expresidentes Juan Manuel Santos, José Mujica y Felipe González. Sigo con lágrimas en los ojos. ¡Gracias, expresidente Santos, por este blindaje a la paz!