Transcribo litralmente, con su autorización, la respuesta de monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de la Arquidiócesis de Cali, a mi pregunta sobre si “estaba apoyando al pedófilo”.
“Aura Lucía: un abrazo. Mi respuesta es, ¿defender pedófilos? ¡Imposible! Me estoy defendiendo, sí, de la voracidad de Montaña. Una montaña de falsedades que rayan en la calumnia. Y una montaña de dinero que empieza en $9.000 millones. Quiere amontonar víctimas indirectas, y sume y sume.
Ya el excura está condenado de por vida. Expulsado del sacerdocio y enfermo en una cárcel. Ahora el escenario no es canónico, ni penal: es económico y de demanda civil, pero Montaña miente, difama y obstruye mi acercamiento a las víctimas y usa la fórmula mágica de sus maestros de la posverdad: mentiras + redes sociales = éxito seguro.
Pretende sugestionar a los jueces con un escenario mediático y manipular, como lo ha hecho exitosamente, a la justicia ordinaria. Porque llevamos varias audiencias y vamos para muchas: la próxima será el 8 de mayo.
¡Se ve mal parado y está medio loco! No esperaba defensa de la Institución Eclesial, que todo le saldría facilito. Por efecto dominó de una jurisprudencia dictada contra la Diócesis de Líbano-Honda (Tolima), como si no existiera el derecho a la defensa.
Yo estoy defendiendo una feligresía de dos y medio millones de católicos que no tienen por qué sufrir la quiebra de su Iglesia por la conducta criminal y enfermiza de un clérigo. Esa sería una fatal destinación de la ofrenda de los más pobres, quienes son los que sostienen nuestras parroquias.
Máxime cuando venimos actuando y previniendo de modo radical la pederastia, no solamente de clérigos, sino de todos. Porque es un terrible mal social, cuyas cifras no se mencionan. ¡Así el 94 % de los casos ocurran en casas de familia!
Defender la niñez, la institución familiar y la comunidad eclesial son objetivos superiores a los que estamos apostando contra viento y marea.
Espero que la población católica acompañe y apoye a su arzobispo en esos tres propósitos. Gracias por preguntar. La mayoría de tus colegas hoy no investigan una acusación: replican, ponen sus redes y medios a disposición de la mentira. No parecen periodistas, sino partidistas del mendaz. Da lo mismo hablar de cualquier cosa que trasladar una infamia a los usuarios de los medios. Le facilitan todo al cazarrecompensas y al oportunista embaucador. ¿Me equivoco?
Mi vida está a la vista de quien quiera. Cuarenta años de cura, 24 como obispo. Que no tienen nada que ocultar. Me impresiona la credulidad caleña con genios del engaño como este señor. Como si yo me hubiera pasado más de seis años en Cali ocultando cosas y no enfrentándolas, poniendo la cara y hasta la vida. Luchando por la paz.
Perdóname lo extenso. Tú escribes y para ello lees mucho. Haz el uso que te parezca bien de estos comentarios. Te bendigo, Darío”.
Espero que los medios de comunicación y algunos de sus columnistas no se sigan alimentando de carroña aliñada de mentiras, frases sacadas fuera de contexto para despertar morbo y titulares.
Monseñor Darío de Jesús Monsalve es el mejor prelado que haya tenido Cali en su historia, comparable sólo a monseñor Duarte Cancino, asesinado a quemarropa.
Cali padeció muchísimos años la autarquía de altos prelados non sanctos, alcahuetes con sus pedófilos ensotanados a quienes simplemente rotaban de parroquia permitiendo incluso episodios repudiables dentro de los recintos “sagrados”. La alta sociedad caleña pasando de agache, como si no pasara nada. Eran altos prelados chocolateros, muy dados a hacer favores a la élite, sin jamás untarse de pueblo. Desafío al que me contradiga.
A Darío Monsalve no lo quieren en Cali porque denuncia, confronta y cuestiona a la clase dirigente. Se unta y conoce de primera mano la pobreza de la ciudad, la inequidad, se compromete combatiendo la violencia. Resulta incómodo para muchos. Es de una honestidad integral. Un ave rara en este medio corrupto y asqueante.
Sería conveniente investigar los verdaderos propósitos de Montaña. Por lo que me han contado, saldrá beneficiado en esta danza de millones que le quiere esquilmar a la Arquidiócesis. Invito a este diario en el cual escribo a investigar qué se mueve en el fondo de este lodazal. Yo meto mi mano al fuego por Darío de Jesús Monsalve. Y aclaro que no soy ni curera ni practicante ni simpatizante de la Iglesia. ¡Fui excomulgada hace muchos años y a mucho honor!
Transcribo litralmente, con su autorización, la respuesta de monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de la Arquidiócesis de Cali, a mi pregunta sobre si “estaba apoyando al pedófilo”.
“Aura Lucía: un abrazo. Mi respuesta es, ¿defender pedófilos? ¡Imposible! Me estoy defendiendo, sí, de la voracidad de Montaña. Una montaña de falsedades que rayan en la calumnia. Y una montaña de dinero que empieza en $9.000 millones. Quiere amontonar víctimas indirectas, y sume y sume.
Ya el excura está condenado de por vida. Expulsado del sacerdocio y enfermo en una cárcel. Ahora el escenario no es canónico, ni penal: es económico y de demanda civil, pero Montaña miente, difama y obstruye mi acercamiento a las víctimas y usa la fórmula mágica de sus maestros de la posverdad: mentiras + redes sociales = éxito seguro.
Pretende sugestionar a los jueces con un escenario mediático y manipular, como lo ha hecho exitosamente, a la justicia ordinaria. Porque llevamos varias audiencias y vamos para muchas: la próxima será el 8 de mayo.
¡Se ve mal parado y está medio loco! No esperaba defensa de la Institución Eclesial, que todo le saldría facilito. Por efecto dominó de una jurisprudencia dictada contra la Diócesis de Líbano-Honda (Tolima), como si no existiera el derecho a la defensa.
Yo estoy defendiendo una feligresía de dos y medio millones de católicos que no tienen por qué sufrir la quiebra de su Iglesia por la conducta criminal y enfermiza de un clérigo. Esa sería una fatal destinación de la ofrenda de los más pobres, quienes son los que sostienen nuestras parroquias.
Máxime cuando venimos actuando y previniendo de modo radical la pederastia, no solamente de clérigos, sino de todos. Porque es un terrible mal social, cuyas cifras no se mencionan. ¡Así el 94 % de los casos ocurran en casas de familia!
Defender la niñez, la institución familiar y la comunidad eclesial son objetivos superiores a los que estamos apostando contra viento y marea.
Espero que la población católica acompañe y apoye a su arzobispo en esos tres propósitos. Gracias por preguntar. La mayoría de tus colegas hoy no investigan una acusación: replican, ponen sus redes y medios a disposición de la mentira. No parecen periodistas, sino partidistas del mendaz. Da lo mismo hablar de cualquier cosa que trasladar una infamia a los usuarios de los medios. Le facilitan todo al cazarrecompensas y al oportunista embaucador. ¿Me equivoco?
Mi vida está a la vista de quien quiera. Cuarenta años de cura, 24 como obispo. Que no tienen nada que ocultar. Me impresiona la credulidad caleña con genios del engaño como este señor. Como si yo me hubiera pasado más de seis años en Cali ocultando cosas y no enfrentándolas, poniendo la cara y hasta la vida. Luchando por la paz.
Perdóname lo extenso. Tú escribes y para ello lees mucho. Haz el uso que te parezca bien de estos comentarios. Te bendigo, Darío”.
Espero que los medios de comunicación y algunos de sus columnistas no se sigan alimentando de carroña aliñada de mentiras, frases sacadas fuera de contexto para despertar morbo y titulares.
Monseñor Darío de Jesús Monsalve es el mejor prelado que haya tenido Cali en su historia, comparable sólo a monseñor Duarte Cancino, asesinado a quemarropa.
Cali padeció muchísimos años la autarquía de altos prelados non sanctos, alcahuetes con sus pedófilos ensotanados a quienes simplemente rotaban de parroquia permitiendo incluso episodios repudiables dentro de los recintos “sagrados”. La alta sociedad caleña pasando de agache, como si no pasara nada. Eran altos prelados chocolateros, muy dados a hacer favores a la élite, sin jamás untarse de pueblo. Desafío al que me contradiga.
A Darío Monsalve no lo quieren en Cali porque denuncia, confronta y cuestiona a la clase dirigente. Se unta y conoce de primera mano la pobreza de la ciudad, la inequidad, se compromete combatiendo la violencia. Resulta incómodo para muchos. Es de una honestidad integral. Un ave rara en este medio corrupto y asqueante.
Sería conveniente investigar los verdaderos propósitos de Montaña. Por lo que me han contado, saldrá beneficiado en esta danza de millones que le quiere esquilmar a la Arquidiócesis. Invito a este diario en el cual escribo a investigar qué se mueve en el fondo de este lodazal. Yo meto mi mano al fuego por Darío de Jesús Monsalve. Y aclaro que no soy ni curera ni practicante ni simpatizante de la Iglesia. ¡Fui excomulgada hace muchos años y a mucho honor!