Esta semana fue revelado el índice 2021 de la firma Education First en el que Colombia es uno de los países de América Latina con peor nivel de inglés. Un resultado alarmante si se tiene en cuenta que el inglés es el idioma oficial en la tercera parte del planeta y el más usado en el mundo en general. El inglés es el idioma del Internet, de la información, la ciencia, la aviación, la computación, la diplomacia y el turismo, entre otros. Es decir que, hoy no saber inglés en un país tan desigual como el nuestro abre aún más la brecha de la desigualdad. Pero no se trata solo de las ventajas evidentes que trae saber inglés, como el acceso al mundo y a mejores oportunidades laborales y académicas, se trata también de las ventajas ocultas que trae una educación bilingüe, es decir, aquella que brinda la habilidad de usar más de un idioma.
Eso que se encuentra detrás, no importa si es inglés, francés, portugués o cualquier otro idioma, brinda aún mayores beneficios y es por lo cual la adquisición de otro código es un llamado urgente a los padres de familia y colegios en Colombia.
En los últimos 30 años, investigadores de diferentes partes del mundo se han dedicado a entender los beneficios del bilingüismo. Entre los hallazgos más interesantes está el fortalecimiento del nivel cognitivo durante toda la vida, gracias al trabajo extra que hace el cerebro cuando pasa de un idioma a otro de manera regular. El uso diario de más de un idioma fortalece la habilidad de un estudiante de cambiar la atención de una tarea a otra de manera sostenida, con lo cual hay una mayor flexibilidad mental y creatividad en la resolución de problemas que en los niños que solo manejan un idioma. Es así como los profesores no solo estamos ayudando a los estudiantes a añadir o mejorar un idioma distinto al que adquirieron en su casa, sino que también los estamos ayudando a que su función ejecutiva, es decir, el grupo de habilidades mentales que usamos a diario para aprender y trabajar sea mejor. Decirle “adiós” a la mamá y luego “good morning” a la profesora, o manejar indistintamente en el salón “necesito un lápiz” y “I need a pencil” requiere de habilidades de atención, control, razonamiento, flexibilidad y resolución de problemas.
Se ha demostrado que las personas que hablan dos o más idiomas normalmente sobrepasan a los que hablan solo uno en medidas generales de las habilidades de la función ejecutiva. De esta manera se puede concluir que no se trata de hacer inmersión total en un segundo idioma y obviar la lengua materna. Se trata de usar los dos de manera permanente y regular.
Por su parte, adquirir más de un idioma les permite a los estudiantes tener acceso a una oferta cultural más amplia al poder leer literatura y revistas, ver películas en su idioma original y escuchar canciones. Aprovechar oportunidades laborales y académicas en el exterior, es otra gran ventaja, las cuales muchas veces se pierden para los colombianos por el desconocimiento del idioma de instrucción.
Pero no solo hay beneficios individuales en el bilingüismo. Otro idioma permite abrir la mente y acercar a los estudiantes a la ciudadanía global, ya que brinda la posibilidad de interactuar más fácilmente con miembros de diferentes grupos culturales. Saber y usar más de una lengua promueve la empatía, el entendimiento de que yo no soy solo yo, sino que hago parte de algo más grande que no necesariamente siente igual que yo, piensa igual que yo, se expresa igual que yo, come igual que yo, creen en el mismo Dios que yo. Interpretar el mundo desde otra perspectiva y no quedarse solo con la visión local enriquece el aprendizaje y nos hace valorar el querer aprender cada día más. Además, el hecho de acercamos al mundo y a sus problemáticas desde diferentes ópticas nos hace mejores seres humanos capaces de entender, respetar, tolerar y acompañar las diferencias sin juzgar. No en vano el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, quien hablaba tres idiomas, una vez dijo, “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.”
Algunas personas pueden argumentar que lo que necesitamos es fortalecer la enseñanza del lenguaje en español y las matemáticas. Esto es una necesidad urgente, sin lugar a dudas. Sin embargo, no es una discusión si hacemos inglés o español. Nos toca hacer ambas para ir cerrando las brechas.
Haber obtenido de los peores resultados en inglés en todo América Latina nos enciende alarmas obvias sobre la importancia de adquirir el idioma más hablado en todo el planeta en términos de progreso, pero también nos pone a reflexionar sobre las habilidades no tan obvias y provechosas que trae para el desarrollo de los niños una educación bilingüe. Cerrar la brecha de la calidad de la educación en Colombia no solo trae retos en términos de contenidos, también trae retos en términos de las habilidades necesarias para alcanzar mejores niveles cognitivos, en términos de memoria, atención, flexibilidad, entre otros, y por esa vía, atraer mejores oportunidades. El bilingüismo sin duda es una de las salidas.
Esta semana fue revelado el índice 2021 de la firma Education First en el que Colombia es uno de los países de América Latina con peor nivel de inglés. Un resultado alarmante si se tiene en cuenta que el inglés es el idioma oficial en la tercera parte del planeta y el más usado en el mundo en general. El inglés es el idioma del Internet, de la información, la ciencia, la aviación, la computación, la diplomacia y el turismo, entre otros. Es decir que, hoy no saber inglés en un país tan desigual como el nuestro abre aún más la brecha de la desigualdad. Pero no se trata solo de las ventajas evidentes que trae saber inglés, como el acceso al mundo y a mejores oportunidades laborales y académicas, se trata también de las ventajas ocultas que trae una educación bilingüe, es decir, aquella que brinda la habilidad de usar más de un idioma.
Eso que se encuentra detrás, no importa si es inglés, francés, portugués o cualquier otro idioma, brinda aún mayores beneficios y es por lo cual la adquisición de otro código es un llamado urgente a los padres de familia y colegios en Colombia.
En los últimos 30 años, investigadores de diferentes partes del mundo se han dedicado a entender los beneficios del bilingüismo. Entre los hallazgos más interesantes está el fortalecimiento del nivel cognitivo durante toda la vida, gracias al trabajo extra que hace el cerebro cuando pasa de un idioma a otro de manera regular. El uso diario de más de un idioma fortalece la habilidad de un estudiante de cambiar la atención de una tarea a otra de manera sostenida, con lo cual hay una mayor flexibilidad mental y creatividad en la resolución de problemas que en los niños que solo manejan un idioma. Es así como los profesores no solo estamos ayudando a los estudiantes a añadir o mejorar un idioma distinto al que adquirieron en su casa, sino que también los estamos ayudando a que su función ejecutiva, es decir, el grupo de habilidades mentales que usamos a diario para aprender y trabajar sea mejor. Decirle “adiós” a la mamá y luego “good morning” a la profesora, o manejar indistintamente en el salón “necesito un lápiz” y “I need a pencil” requiere de habilidades de atención, control, razonamiento, flexibilidad y resolución de problemas.
Se ha demostrado que las personas que hablan dos o más idiomas normalmente sobrepasan a los que hablan solo uno en medidas generales de las habilidades de la función ejecutiva. De esta manera se puede concluir que no se trata de hacer inmersión total en un segundo idioma y obviar la lengua materna. Se trata de usar los dos de manera permanente y regular.
Por su parte, adquirir más de un idioma les permite a los estudiantes tener acceso a una oferta cultural más amplia al poder leer literatura y revistas, ver películas en su idioma original y escuchar canciones. Aprovechar oportunidades laborales y académicas en el exterior, es otra gran ventaja, las cuales muchas veces se pierden para los colombianos por el desconocimiento del idioma de instrucción.
Pero no solo hay beneficios individuales en el bilingüismo. Otro idioma permite abrir la mente y acercar a los estudiantes a la ciudadanía global, ya que brinda la posibilidad de interactuar más fácilmente con miembros de diferentes grupos culturales. Saber y usar más de una lengua promueve la empatía, el entendimiento de que yo no soy solo yo, sino que hago parte de algo más grande que no necesariamente siente igual que yo, piensa igual que yo, se expresa igual que yo, come igual que yo, creen en el mismo Dios que yo. Interpretar el mundo desde otra perspectiva y no quedarse solo con la visión local enriquece el aprendizaje y nos hace valorar el querer aprender cada día más. Además, el hecho de acercamos al mundo y a sus problemáticas desde diferentes ópticas nos hace mejores seres humanos capaces de entender, respetar, tolerar y acompañar las diferencias sin juzgar. No en vano el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein, quien hablaba tres idiomas, una vez dijo, “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.”
Algunas personas pueden argumentar que lo que necesitamos es fortalecer la enseñanza del lenguaje en español y las matemáticas. Esto es una necesidad urgente, sin lugar a dudas. Sin embargo, no es una discusión si hacemos inglés o español. Nos toca hacer ambas para ir cerrando las brechas.
Haber obtenido de los peores resultados en inglés en todo América Latina nos enciende alarmas obvias sobre la importancia de adquirir el idioma más hablado en todo el planeta en términos de progreso, pero también nos pone a reflexionar sobre las habilidades no tan obvias y provechosas que trae para el desarrollo de los niños una educación bilingüe. Cerrar la brecha de la calidad de la educación en Colombia no solo trae retos en términos de contenidos, también trae retos en términos de las habilidades necesarias para alcanzar mejores niveles cognitivos, en términos de memoria, atención, flexibilidad, entre otros, y por esa vía, atraer mejores oportunidades. El bilingüismo sin duda es una de las salidas.