La venta de .org y la gobernanza de internet
Para que internet funcione se necesita toda una infraestructura en diferentes niveles que es administrada por varias organizaciones en el mundo, muchas de ellas privadas, muchas de ellas ubicadas en Estados Unidos, y que responden a lógicas de buenas prácticas y buenas intenciones en la medida en que no hay una jurisdicción o autoridad única sobre todas las infraestructuras que hacen internet.
Este modelo de gobernanza de internet se pone a prueba con la venta de la administración del dominio .org a Ethos Capital, una empresa con ánimo de lucro. El proceso de venta ocurrió en secreto por una cifra que aún no se conoce y sin que se escuchara la voz de la parte más interesada: las organizaciones de sociedad civil en el mundo.
Usamos nombres de dominio siempre que usamos internet. Estos son los que nos permiten acceder a las páginas web donde está el contenido que buscamos. Por ejemplo, para leer este diario debemos escribir elespectador.com o, para ver dónde trabajo, karisma.org.co. El nombre de dominio está compuesto por el nombre (El Espectador o Karisma) seguido de las extensiones TLD (Top Level Domain, en mi ejemplo .com y .org.co).
Hasta 2019 .org estuvo a cargo de PIR (Public Interest Registry) que dependía de Internet Society (ISOC). ISOC es una organización no gubernamental fundada por los pioneros de internet que desarrolla los protocolos y estándares para la red.
PIR se vendió con el fin de crear un fondo que garantice la sostenibilidad de ISOC. Esto sucedió después de que ISOC levantara la restricción para incremento anual en el precio de este dominio. La venta se hizo en un proceso confuso, cerrado y rápido a pesar de varias protestas. Cuando ISOC creó en 2002 PIR para que administrara .org, prometió que la gestión estaría ligada a la comunidad de organizaciones de la sociedad civil, sin embargo, las acciones que tomó al venderla en noviembre sin siquiera consultar muestran que las dudas sobre un sistema de infraestructura en manos de privados son válidas.
El dominio .org es un recurso esencial para el sector de la sociedad civil y sin ánimo de lucro del mundo y es muy valioso. Piensen que hay más de diez millones de .org registrados que pagan -cada uno- anualmente una tarifa aproximada de diez dólares por usarlo. Esto hace que muchos nos preguntemos la lógica económica detrás de esta venta, ¿cuánto le reporta a ISOC la venta para que sea eso lo que le garantiza la sostenibilidad?, ¿no le alcanzaba con los beneficios de la explotación del .org?
Muchas organizaciones y activistas a nivel global hemos denunciado que esta venta se hiciera sin la participación de las interesadas -las comunidades que usan este TLD- y reclamamos que si ISOC no quería seguir administrando el .org se debió buscar una alternativa en forma colectiva.
Las organizaciones de la sociedad civil están preocupadas por posibles efectos de censura que esta venta puede ocasionar debido al poder que adquiere Ethos en la gestión de .org, por ejemplo porque podría Implementar procedimientos para la suspensión de nombres de dominio basados en acusaciones de “actividades contrarias a la ley” que pueden ser reclamadas por gobiernos no democráticos.
En todo caso, el efecto más inmediato y tangible puede ser el incremento del costo de uso de .org. Lo que puede significar que proyectos y organizaciones sin ánimo de lucro deban pagar más o tendrán que perder el reconocimiento de su nombre y cambiar a otras TLDs más baratas. Vale decir que Ethos prometió no hacerlo, pero nada lo garantiza.
Como la venta ya se hizo lo que les estoy contando es ya un hecho, es un mal precedente para la gobernanza de internet y para el modelo de múltiples partes interesadas tan promovido por ISOC. Pero, como esta historia continuará, esperemos que Ethos se porte bien.
Para que internet funcione se necesita toda una infraestructura en diferentes niveles que es administrada por varias organizaciones en el mundo, muchas de ellas privadas, muchas de ellas ubicadas en Estados Unidos, y que responden a lógicas de buenas prácticas y buenas intenciones en la medida en que no hay una jurisdicción o autoridad única sobre todas las infraestructuras que hacen internet.
Este modelo de gobernanza de internet se pone a prueba con la venta de la administración del dominio .org a Ethos Capital, una empresa con ánimo de lucro. El proceso de venta ocurrió en secreto por una cifra que aún no se conoce y sin que se escuchara la voz de la parte más interesada: las organizaciones de sociedad civil en el mundo.
Usamos nombres de dominio siempre que usamos internet. Estos son los que nos permiten acceder a las páginas web donde está el contenido que buscamos. Por ejemplo, para leer este diario debemos escribir elespectador.com o, para ver dónde trabajo, karisma.org.co. El nombre de dominio está compuesto por el nombre (El Espectador o Karisma) seguido de las extensiones TLD (Top Level Domain, en mi ejemplo .com y .org.co).
Hasta 2019 .org estuvo a cargo de PIR (Public Interest Registry) que dependía de Internet Society (ISOC). ISOC es una organización no gubernamental fundada por los pioneros de internet que desarrolla los protocolos y estándares para la red.
PIR se vendió con el fin de crear un fondo que garantice la sostenibilidad de ISOC. Esto sucedió después de que ISOC levantara la restricción para incremento anual en el precio de este dominio. La venta se hizo en un proceso confuso, cerrado y rápido a pesar de varias protestas. Cuando ISOC creó en 2002 PIR para que administrara .org, prometió que la gestión estaría ligada a la comunidad de organizaciones de la sociedad civil, sin embargo, las acciones que tomó al venderla en noviembre sin siquiera consultar muestran que las dudas sobre un sistema de infraestructura en manos de privados son válidas.
El dominio .org es un recurso esencial para el sector de la sociedad civil y sin ánimo de lucro del mundo y es muy valioso. Piensen que hay más de diez millones de .org registrados que pagan -cada uno- anualmente una tarifa aproximada de diez dólares por usarlo. Esto hace que muchos nos preguntemos la lógica económica detrás de esta venta, ¿cuánto le reporta a ISOC la venta para que sea eso lo que le garantiza la sostenibilidad?, ¿no le alcanzaba con los beneficios de la explotación del .org?
Muchas organizaciones y activistas a nivel global hemos denunciado que esta venta se hiciera sin la participación de las interesadas -las comunidades que usan este TLD- y reclamamos que si ISOC no quería seguir administrando el .org se debió buscar una alternativa en forma colectiva.
Las organizaciones de la sociedad civil están preocupadas por posibles efectos de censura que esta venta puede ocasionar debido al poder que adquiere Ethos en la gestión de .org, por ejemplo porque podría Implementar procedimientos para la suspensión de nombres de dominio basados en acusaciones de “actividades contrarias a la ley” que pueden ser reclamadas por gobiernos no democráticos.
En todo caso, el efecto más inmediato y tangible puede ser el incremento del costo de uso de .org. Lo que puede significar que proyectos y organizaciones sin ánimo de lucro deban pagar más o tendrán que perder el reconocimiento de su nombre y cambiar a otras TLDs más baratas. Vale decir que Ethos prometió no hacerlo, pero nada lo garantiza.
Como la venta ya se hizo lo que les estoy contando es ya un hecho, es un mal precedente para la gobernanza de internet y para el modelo de múltiples partes interesadas tan promovido por ISOC. Pero, como esta historia continuará, esperemos que Ethos se porte bien.