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La verdad científica del vertido de agua tratada de Fukushima
La columna del 25 de agosto sobre el vertido oceánico del agua tratada y diluida de la central nuclear de Fukushima, escrito por el encargado de Negocios a. i. de China en Colombia, es sumamente lamentable, ya que da una impresión errónea de que dicho vertido tendrá un impacto negativo en la salud humana y el medioambiente. En beneficio de los lectores, me gustaría reiterar aquí la información precisa.
1. No hay alternativa al vertido oceánico
El Gobierno del Japón nunca permitirá un vertido que genere un impacto negativo en la salud humana y medioambiental. Las sustancias radiactivas del agua, excepto el tritio, son reducidas por el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) a menos de 1/100 de la norma reglamentaria, y antes de ser vertido se diluye el tritio con agua de mar a 1/40 de la norma reglamentaria y a 1/7 de la norma de agua potable de la OMS. Esto corresponde a un nivel de 1/4 a 1/10 de la cantidad de tritio que anualmente cada central nuclear de China vierte al océano. El vertido oceánico se eligió tras más de seis años de estudios por parte de expertos, y ha sido adoptado por las centrales nucleares de todo el mundo, incluida China, por ser el método de control más preciso y, por ende, el más responsable. El 4 de julio de este año, el OIEA declaró en un exhaustivo informe que el enfoque de Fukushima es coherente con las normas y prácticas internacionales de seguridad, y el director general del OIEA afirmó claramente que no hay mejor alternativa que los vertidos del agua tratada y diluida en el océano.
2. No afecta la salud ni el medioambiente de la población japonesa o del mundo
El impacto radiactivo del vertido oceánico sobre las personas y el medioambiente es extremadamente mínimo e insignificante, hecho también afirmado por el OIEA, equivalente a unas milésimas de la radiación recibida en un vuelo entre Tokio y Nueva York. China también hace una referencia arbitraria sobre peces con alto nivel de cesio en el puerto de Fukushima Daiichi, zonas en las que no se pesca, ya que se sabe que la concentración de cesio es elevada debido al accidente, y no tiene nada que ver con el vertido de las aguas tratadas. Además, ya se habían tomado medidas para impedir la salida de peces de dicho puerto.
3. Japón hace hincapié en la transparencia y las pruebas científicas
Japón siempre ha sido transparente al compartir información con la comunidad internacional de la situación sobre el vertido de agua tratada y ha ofrecido sesiones informativas individuales a los países con un interés elevado.
El monitoreo multifacético sobre los vertidos de aguas tratadas continuará y los datos seguirán siendo públicos. Y ante cualquier anomalía, se tomarán las medidas necesarias, incluso suspender el vertido. Los resultados del seguimiento se pueden consultar en cualquier momento en este enlace.
Takasugi Masahiro, embajador de Japón
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