Estamos a pocos días de entrar una vez más en el último mes del año: diciembre; ese momento en el que el ritmo baja, las familias se reúnen, los colegios terminan año escolar, las universidades cierran semestre y muchos trabajadores piden sus vacaciones para poder descansar, pasear y tomarse un momento para agradecer otro año de vida, celebrar los triunfos y dejar ir los momentos difíciles.
Claro que ya se ha vuelto una tradición casi que religiosa el “desde septiembre” porque nos lo viven recordando en la radio, la televisión y los almacenes de cadena, que ya sacan todo su repertorio para las festividades incluso antes de que pase el día de brujas; supongo que somos más fanáticos del árbol con luces y borlas que de las calabazas con esqueletos y dulces. El punto es que la Navidad y el Año Nuevo son las festividades más esperadas por todos año tras año, sea por la razón que sea: unos lo ven como el momento de dar y recibir regalos, otros quieren compartir con sus seres cercanos; mientras que otros no pueden esperar a que el año se vaya al traste.
Y es que este año pasó un poco de todo en todos los ámbitos, tanto cosas buenas como malas, desde momentos alentadores como situaciones en las que se oscureció el panorama y la incertidumbre se hizo costumbre. Está, por ejemplo, la guerra entre Israel y Palestina, que es el suceso del año, el cual seguirá siendo tema de conversación por mucho tiempo.
Murieron actores famosos como Michael Gambon (Albus Dumbledore en la saga de Harry Potter) y Matthew Perry (Chandler Bing en la serie Friends); en una perspectiva más local, en Colombia cumplimos el primer año del mandato presidencial de Gustavo Petro, marcado por controversias, polémicas, porcentajes de aprobación que suben y bajan como una montaña rusa, y el conflicto familiar por su hijo Nicolás.
Elegimos alcaldes y gobernadores para un nuevo período legislativo, la banda inglesa The Beatles lanzó su nueva y última canción de la historia, en la que utilizaron una inteligencia artificial para remasterizar la voz de John Lennon, como si lo hubiera grabado ayer, lo cual también nos lleva a cómo la IA (inteligencia artificial) se ha convertido en el tema de conversación más polémico y problemático en los últimos años.
En resumen, este fue un año interesante para el panorama geopolítico, social, cultural, económico e histórico global. ¿Mi opinión? Fue un año en su mayoría positivo, los altibajos al final sirvieron algún propósito después de todo, pero el 2024 no será muy diferente por mi lado, o al menos eso espero.
Solamente nos queda pendiente el Spotify Wrapped y después estaremos cantando los aguinaldos en la novena del barrio, comiendo natilla, buñuelos y galletas; comeremos las doce uvas, le daremos la vuelta a la cuadra con una maleta, gritaremos ¡feliz Año Nuevo! y volveremos a empezar.
Feliz Navidad, feliz año y feliz Copa América 2024.
Andrés Camargo
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
Estamos a pocos días de entrar una vez más en el último mes del año: diciembre; ese momento en el que el ritmo baja, las familias se reúnen, los colegios terminan año escolar, las universidades cierran semestre y muchos trabajadores piden sus vacaciones para poder descansar, pasear y tomarse un momento para agradecer otro año de vida, celebrar los triunfos y dejar ir los momentos difíciles.
Claro que ya se ha vuelto una tradición casi que religiosa el “desde septiembre” porque nos lo viven recordando en la radio, la televisión y los almacenes de cadena, que ya sacan todo su repertorio para las festividades incluso antes de que pase el día de brujas; supongo que somos más fanáticos del árbol con luces y borlas que de las calabazas con esqueletos y dulces. El punto es que la Navidad y el Año Nuevo son las festividades más esperadas por todos año tras año, sea por la razón que sea: unos lo ven como el momento de dar y recibir regalos, otros quieren compartir con sus seres cercanos; mientras que otros no pueden esperar a que el año se vaya al traste.
Y es que este año pasó un poco de todo en todos los ámbitos, tanto cosas buenas como malas, desde momentos alentadores como situaciones en las que se oscureció el panorama y la incertidumbre se hizo costumbre. Está, por ejemplo, la guerra entre Israel y Palestina, que es el suceso del año, el cual seguirá siendo tema de conversación por mucho tiempo.
Murieron actores famosos como Michael Gambon (Albus Dumbledore en la saga de Harry Potter) y Matthew Perry (Chandler Bing en la serie Friends); en una perspectiva más local, en Colombia cumplimos el primer año del mandato presidencial de Gustavo Petro, marcado por controversias, polémicas, porcentajes de aprobación que suben y bajan como una montaña rusa, y el conflicto familiar por su hijo Nicolás.
Elegimos alcaldes y gobernadores para un nuevo período legislativo, la banda inglesa The Beatles lanzó su nueva y última canción de la historia, en la que utilizaron una inteligencia artificial para remasterizar la voz de John Lennon, como si lo hubiera grabado ayer, lo cual también nos lleva a cómo la IA (inteligencia artificial) se ha convertido en el tema de conversación más polémico y problemático en los últimos años.
En resumen, este fue un año interesante para el panorama geopolítico, social, cultural, económico e histórico global. ¿Mi opinión? Fue un año en su mayoría positivo, los altibajos al final sirvieron algún propósito después de todo, pero el 2024 no será muy diferente por mi lado, o al menos eso espero.
Solamente nos queda pendiente el Spotify Wrapped y después estaremos cantando los aguinaldos en la novena del barrio, comiendo natilla, buñuelos y galletas; comeremos las doce uvas, le daremos la vuelta a la cuadra con una maleta, gritaremos ¡feliz Año Nuevo! y volveremos a empezar.
Feliz Navidad, feliz año y feliz Copa América 2024.
Andrés Camargo
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