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La evolución convergente del antiguo Valledupar

Cartas de los lectores
27 de mayo de 2024 - 05:00 a. m.

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Según la biología, la evolución convergente se define como la evolución de dos o más especies diferentes que adquieren características similares debido a la adaptación al entorno. Este concepto toma relevancia al trasladarlo al contexto de ciudades capitales y particularmente de la ciudad de Valledupar.

El antiguo Valledupar se caracterizaba por sus calles limpias, el saludo de personas que sin conocerse daban las buenas horas, servicios públicos de calidad, buena sensación de seguridad, abundancia de árboles, rápida movilidad y finalmente el sentido de pertenencia de los nativos y de personas no vallenatas que luchaban para que esta ciudad no perdiera su identidad. Alrededor de 20 años atrás, en esta ciudad se respiraba tranquilidad y una sensación de buen vividero marcada por el seudónimo de ciudad emergente que con aires de buen crecimiento económico mantenía orgullosamente el cuidado de sus zonas verdes, respeto ciudadano y desarrollo urbanístico ordenado. Pero con el pasar de los años la ciudad ha ido perdiendo esta identidad casi que al punto de la extinción.

Surge el siguiente interrogante: ¿qué factores llevaron a que Valledupar perdiera parte de su identidad? La respuesta a esta pregunta se puede resolver aplicando el concepto de evolución convergente, debido al entorno comparativo de progreso de otras ciudades que en su afán por crecer y consumir terminan convirtiéndose en selvas de cemento, lugares fríos y carentes de empatía ciudadana, que se definen por rutinas y afanes marcados por el cumplimiento de horarios laborales, donde al final de cada jornada las personas se deben preguntar si es un día menos de vida o un día más de trabajo.

En la actualidad no se respira el mismo aire en la ciudad, se evidencian problemas de crecimiento urbanístico desproporcionado, saturación en la movilidad, falta de conciencia ciudadana, inseguridad y el deterioro o descuido de zonas verdes y el medio ambiente. Problemas predecibles que otros lugares vivieron o están viviendo en su transición a la categoría de grandes ciudades o ciudades principales. Si se conocen las experiencias que han tenido otras ciudades en esta transición, porque se cometen los mismos errores, no es coherente o justo que el crecimiento y desarrollo de una ciudad tengan como resultado la sepultura de su identidad. Qué paradójica es la vida: actualmente, en algunas ciudades de países desarrollados se está viviendo la tendencia de la despavimentación para restablecer el equilibrio y la conexión con la tierra, literalmente están arrancando el concreto del suelo para que esta tierra expuesta refresque el clima, absorba mayor cantidad de agua y surja nueva vida. Los ciudadanos tenemos la falsa creencia de que a más cemento, mayor es el progreso de la ciudad, entonces, ¡que viva el cemento!

Yeison Orlando Torres Mejía

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Aurora(i92pq)28 de mayo de 2024 - 12:45 p. m.
De acuerdo con usted, cómo habitante de esta ciudad en el ayer y el ahora, padezco ese crecimiento desordenado. El aumento de la población no debe causar el caos que vivimos, la movilidad es una pesadilla, el mototaxismo se desbordó y el sistema de transporte que trataron de implementar está muriendo por la apatía y negligencia del gobierno de turno que está convencido que no le corresponde tomar medidas para evitar la quiebra.
DONALDO(67774)27 de mayo de 2024 - 01:20 p. m.
Muy buena reflexión, Yeison. Tuve oportunidad de conocer pequeñas ciudades de Holanda y Alemania, la característica principal es la de casas rodeadas de jardines...
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