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Con respecto a su editorial, en el que se refieren a Ecopetrol en el sentido de que la Junta Directiva va en contravía, me permito opinar, con todo respeto, lo siguiente:
A nuestra empresa Ecopetrol hay que disminuirle el protagonismo político y aumentarle el protagonismo técnico.
La empresa no se puede manejar como se maneja una empresa cafetera o bananera, y mucho menos como una empresa de transporte.
Las fluctuaciones de producción a nivel mundial, debido a las bolsas de valores, desequilibran la política petrolera de cualquier país. Máxime cuando nuestro crudo va perdiendo capacidad competitiva en los mercados internacionales, y el rendimiento de los crudos livianos ha venido disminuyendo considerablemente, mientras que los consumos han ido en aumento.
Si tuviésemos crudos por encima de 30 grados API, seguramente no tendríamos que importar JP1A ni naftas diluyentes.
Las solas concesiones nos aumentan los costos al tener que comprar lo ajeno a precios internacionales. Y aunque la petroquímica ha avanzado, no es suficiente.
Ecopetrol debería incrementar y buscar patentes nacionales de catalizadores que permitan aumentar la conversión de moléculas grandes de hidrocarburos pesados en livianos.
Urge masificar la producción de hidrógeno verde. Urge también cerrar pozos chupasangres, que causan pérdidas por sus costos de permanencia.
Se debe hacer cumplir la restauración de suelos después de largos períodos de explotación.
A mi modo de ver, Ecopetrol va bien y está bien orientada. Lo que pasa es que se perdió mucho tiempo por pujas personales.
Fue un gran error haber vendido las plantas de asfaltos, grasas y lubricantes. El costo de vida sería más acorde, no existiría tanto paro de camiones, los peajes serían más baratos, y a nuestra industria petrolera no le meterían tantas manos.
Jorge Delio Betancur, refinador y operador de oleoductos, poliductos y terminales
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