Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (I)
Me parece ilógica y descabellada la propuesta de su editorial titulado “¿Por qué no pensar en un pico y placa más ambicioso?”. El tema de movilidad no se soluciona aplicando más restricciones, porque en ese caso también la propuesta sería invitar a la gente a que no viva en Bogotá, sino que más bien emigre a otras ciudades para equilibrar las cargas. Una propuesta que sí funcionaría en realidad es la de promover ciudadelas donde confluyan estudio, trabajo, vivienda, deporte, zonas comerciales, hospitales, etc., en pequeños grupos, de tal forma que no se requiera desplazamiento en autos. Pero así como estamos es imposible no movilizarse.
Mauricio Méndez Moreno.
Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (II)
Luego de que Claudia López saliera con su apunte de “vender el carro”, ahora todos apuntan en la misma dirección. Nada más absurdo que la columna citada de Juan Pablo Ruiz Soto y su propuesta de pico y placa del 0 al 9; para eso, mejor cerrar concesionarios y prohibir la venta de vehículos. Los impuestos que cobra el Distrito por rodamiento de los vehículos no se reflejan en el mejoramiento ni en la ampliación de la malla vial. Sin embargo, se les olvida que los estudios de contaminación ambiental arrojaron resultados en contra del servicio público y las industrias, mas no de los vehículos particulares. A eso súmenle los altos índices de inseguridad a los que los ciudadanos se exponen en el servicio público, y aun así las ideas de los mandatarios de turno, cómodos con sus vehículos blindados y sus esquemas de seguridad, son las que prevalecen.
Carlos Gómez.
Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (III)
Soy colombo-estadounidense y en marzo pasado me mudé a Bogotá desde Seattle. Tengo una observación con respecto al pico y placa: sí estoy de acuerdo con su editorial y creo que podría ser más ambicioso, incluyendo las motos y los buses que dicen “Provisional” dentro de la medida. Las primeras son demasiadas, nunca antes había vivido en una ciudad que tuviera tantas motos, y los segundos son buses muy antiguos, que francamente no entiendo por qué están rodando.
Y por qué no ir más allá, como incluir los vehículos pesados en el pico y placa. Ahora, esto en EE. UU. nunca pasaría, pero aquí hay razones valiosas e implementar una medida más agresiva para descongestionar esta ciudad es importante.
Mi solución sería que las empresas permitan el work from home de forma permanente y las universidades también deberían sumarse a dictar clases online. Yo, por ejemplo, la mitad de mi maestría la hice virtual y actualmente trabajo de forma remota 100 %.
Patricia Delgadillo.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (I)
Me parece ilógica y descabellada la propuesta de su editorial titulado “¿Por qué no pensar en un pico y placa más ambicioso?”. El tema de movilidad no se soluciona aplicando más restricciones, porque en ese caso también la propuesta sería invitar a la gente a que no viva en Bogotá, sino que más bien emigre a otras ciudades para equilibrar las cargas. Una propuesta que sí funcionaría en realidad es la de promover ciudadelas donde confluyan estudio, trabajo, vivienda, deporte, zonas comerciales, hospitales, etc., en pequeños grupos, de tal forma que no se requiera desplazamiento en autos. Pero así como estamos es imposible no movilizarse.
Mauricio Méndez Moreno.
Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (II)
Luego de que Claudia López saliera con su apunte de “vender el carro”, ahora todos apuntan en la misma dirección. Nada más absurdo que la columna citada de Juan Pablo Ruiz Soto y su propuesta de pico y placa del 0 al 9; para eso, mejor cerrar concesionarios y prohibir la venta de vehículos. Los impuestos que cobra el Distrito por rodamiento de los vehículos no se reflejan en el mejoramiento ni en la ampliación de la malla vial. Sin embargo, se les olvida que los estudios de contaminación ambiental arrojaron resultados en contra del servicio público y las industrias, mas no de los vehículos particulares. A eso súmenle los altos índices de inseguridad a los que los ciudadanos se exponen en el servicio público, y aun así las ideas de los mandatarios de turno, cómodos con sus vehículos blindados y sus esquemas de seguridad, son las que prevalecen.
Carlos Gómez.
Sobre el pico y placa en Bogotá y un editorial (III)
Soy colombo-estadounidense y en marzo pasado me mudé a Bogotá desde Seattle. Tengo una observación con respecto al pico y placa: sí estoy de acuerdo con su editorial y creo que podría ser más ambicioso, incluyendo las motos y los buses que dicen “Provisional” dentro de la medida. Las primeras son demasiadas, nunca antes había vivido en una ciudad que tuviera tantas motos, y los segundos son buses muy antiguos, que francamente no entiendo por qué están rodando.
Y por qué no ir más allá, como incluir los vehículos pesados en el pico y placa. Ahora, esto en EE. UU. nunca pasaría, pero aquí hay razones valiosas e implementar una medida más agresiva para descongestionar esta ciudad es importante.
Mi solución sería que las empresas permitan el work from home de forma permanente y las universidades también deberían sumarse a dictar clases online. Yo, por ejemplo, la mitad de mi maestría la hice virtual y actualmente trabajo de forma remota 100 %.
Patricia Delgadillo.
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