El peaje Papiros y el renacer de la ciudadanía
En la carretera que conecta Barranquilla con Puerto Colombia hay una controversial caseta de peaje conocida como el peaje Papiros. Controversial porque hace más de un año que la ciudadanía viene organizándose para denunciar que el cobro del peaje en ese lugar es injusto. En algún momento se logró eliminar el cobro del peaje en vehículos categorías C1 y C2, gracias a esa articulación, pero luego, y a puerta cerrada, se decidió volver a cobrar y por supuesto esto generó más protestas.
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En la carretera que conecta Barranquilla con Puerto Colombia hay una controversial caseta de peaje conocida como el peaje Papiros. Controversial porque hace más de un año que la ciudadanía viene organizándose para denunciar que el cobro del peaje en ese lugar es injusto. En algún momento se logró eliminar el cobro del peaje en vehículos categorías C1 y C2, gracias a esa articulación, pero luego, y a puerta cerrada, se decidió volver a cobrar y por supuesto esto generó más protestas.
En 2023 la Universidad del Atlántico, desde sus facultades de Arquitectura, Ciencias Jurídicas y Ciencias Económicas, emitió un informé técnico sobre el peaje Papiros en el que detallan que la caseta afecta la movilidad de esta vía tan importante, creando trancones innecesarios que, además, no cumple con las normativas de seguridad, entre otras cosas porque bermas de la vía son mucho más angostas de lo estipulado y esto empeora el tráfico y lo hace peligroso para los motociclistas y ciclistas, y que ni genera “mejora en la calidad de vida de la comunidad”, ni “una disminución de tiempos de desplazamiento” o “disminución de costos operativos asociados al transporte público”, ni fortalecimiento del turismo” y mucho menos promueve el “desarrollo económico de la zona de influencia”. Es decir, el peaje Papiros es un desastre por donde se mire. La comunidad organizada está armada de razones y, a pesar de que hace varios días, semanas, un grupo de personas ha mantenido una protesta pacífica en el lugar, ni el gobernador Verano ni otras autoridades han aceptado interlocución alguna.
En cambio, lo que sí ha pasado es que los y las protestantes están siendo hostigados e intimidados. Les han mandado varias veces a lo que antes llamábamos ESMAD y que sigue siendo lo mismo a pesar del cambio de nombre, cerraron la vía para aislarlos y han ido aumentando las confrontaciones, hasta llegar a arrestar, violentar y presuntamente acosar sexualmente a una de las lideresas más visibles de la protesta, Karol Solís Menco, una profesora y académica en la Universidad del Norte. Esto último particularmente deplorable, pues Solís cuenta que quienes le hicieron tocamientos fueron mujeres policía, mientras sus compañeros las cercaban para impedir el registro de cámaras.
Lo que habría podido solucionarse con una negociación con la ciudadanía se salió de control, al punto en que la fuerza pública está siendo usada para defender los intereses privados de un peaje. Y por eso toca preguntarse, ¿quién gana con ese peaje? Papiros hace parte del proyecto de la Ruta Costera y la compañía detrás es ISA, “una empresa de servicios públicos mixta”, domiciliada en Medellín y de la que el Grupo Ecopetrol es el accionista mayoritario. Una mega empresa con un megaproyecto, acaso, ¿tiene una influencia importante en los funcionarios públicos locales? O si no, ¿por qué la represión de la protesta va en aumento? ¿Por qué violentar los derechos de los y las protestantes?
El aporte PIB del Atlántico llegó a un 12,4 % en 2021, un supuesto marcador de progreso económico, pero así como hay plata, hay desigualdad. Y para mantener y crecer esa desigualdad es indispensable negarle el acceso a derechos a la ciudadanía. Tanto Barranquilla como el departamento del Atlántico llevan décadas gobernados por los mismos, y a veces por sus proxis. Este monogobierno ha asfixiado al disenso, a la protesta, a la cultura y a la organización ciudadana y a muchos no les importa porque hay ¡Junior, pan y circo! La articulación que se ha generado en contra de este peaje es un tesoro, una esperanza de espacio cívico y quienes lideran esta protesta necesitan apoyo y protección de la comunidad.