Los argumentos propios de una telenovela son frecuentes en la comunicación política. Un ejemplo destacado es el caso de Enrique Peña Nieto, quien se casó con “la gaviota mexicana” y construyó su candidatura a través de la cobertura de las revistas de entretenimiento, llegando a ser percibido en el imaginario colectivo como un galán amado.
Recientemente, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de España, optó por utilizar este recurso. No solo porque encaje con su apariencia, sino también porque logró “jugar” con las acusaciones dirigidas a su esposa, Begoña Gómez, relacionadas con el tráfico de influencias y corrupción en los...