La radio nacional al servicio de la reelección
ANDAMOS TAN CONCENTRADOS EN el proceso de licitación del tercer canal privado de televisión, que no nos hemos percatado de que la adjudicación de ese poderoso instrumento en plena época electoral, es solo una pieza del tenebroso plan que ha puesto en marcha el ayatollah de la información oficial, el mismo que se dedica a organizar, compilar y publicitar la “doctrina uribista”.
Su objetivo inmediato es la captura de los medios de comunicación públicos o privados para ponerlos al servicio del gobierno. Hay varios ejemplos que demuestran la tesis anterior pero ninguno tan actual como el de la Radio Nacional de Colombia, red pública que cuenta con transmisores y estaciones en el país entero. Quien ha llamado la atención sobre los sucesos recientes de la RN es el ponderado historiador Jorge Orlando Melo, el primer intelectual –y con seguridad no el último- en levantar una voz de advertencia por el destino que le darán a ese medio, hasta hoy caracterizado por ser un formidable difusor de valores culturales. Tristemente, si la toma de la cadena se completa como es predecible, la RN se convertirá en un vehículo deleznable de la causa política del momento, o sea, de la reelección presidencial.
En su columna deEl Tiempo, Melo sostiene que el reciente fortalecimiento de la RN es producto de “la excelente gestión” del director Gabriel Gómez y de su decisión de procrear una hija joven de la red, la frecuencia Radiónica para gente menor de 25 años, tan importante para esa audiencia como es la RN para los adultos. Con precaución, el profesor Melo expresa su esperanza de que no sea cierto que Gómez deje el cargo y ruega, “si eso es verdad, que lo reemplace alguien que sepa, (y) que no pase como en el Archivo General de la Nación donde una directora competente tuvo que retirarse para que la reemplazara alguien sin experiencia”. Siempre es útil contextualizar los datos para entender a cabalidad las noticias. En el Archivo Nacional, una experta respetable, Sara González, ex presidenta de la Asociación Latinoamericana de Archivos, directora (e) y funcionaria durante más de una década de esa entidad, fue descabezada para darle el puesto a Armando Entralgo, un sujeto sin trayectoria en el mundo del saber y cuyos méritos se reducen a las relaciones políticas que cultiva. La historia oficial de Colombia quedó, pues, en las manos de un ‘cliente’ del senador uribista Samuel Arrieta, que a su vez es, o fue, el subalterno de Luis Alberto Gil, detenido en la Picota por parapolítica. El gobierno le dio cuota en el Archivo a este par de ‘próceres’, probablemente porque está preparando la celebración del Bicentenario de la Independencia y le pareció una gran idea conmemorarlo de esa manera.
Pero volvamos a la RN. Supongo que la inquietud de Melo surge de una nota de El Espectador que pasó desapercibida. Según este diario, Gabriel Gómez y el jefe de emisión del programa noticioso de la mañana, fueron despedidos. La nota asegura que dirigirá la cadena y el programa, Ernesto Yamhure, un paje de José Obdulio Gaviria, nombrado por éste como director del periódico del uribismo Ahora, que circula únicamente en época de reelecciones. Gaviria será comentarista diario de la RN y entre ellos dos crearán una emisora virtual para promoción electoral. Supe que el director de Radiónica, prestigioso en su campo, también fue retirado. Permanecerán, en cambio, algunos periodistas enviados por la Casa de Nariño. La cultura, la memoria histórica y la información estatal, al servicio de la politiquería y de la perpetuación del régimen. Y nosotros, los demócratas, de fiesta.
ANDAMOS TAN CONCENTRADOS EN el proceso de licitación del tercer canal privado de televisión, que no nos hemos percatado de que la adjudicación de ese poderoso instrumento en plena época electoral, es solo una pieza del tenebroso plan que ha puesto en marcha el ayatollah de la información oficial, el mismo que se dedica a organizar, compilar y publicitar la “doctrina uribista”.
Su objetivo inmediato es la captura de los medios de comunicación públicos o privados para ponerlos al servicio del gobierno. Hay varios ejemplos que demuestran la tesis anterior pero ninguno tan actual como el de la Radio Nacional de Colombia, red pública que cuenta con transmisores y estaciones en el país entero. Quien ha llamado la atención sobre los sucesos recientes de la RN es el ponderado historiador Jorge Orlando Melo, el primer intelectual –y con seguridad no el último- en levantar una voz de advertencia por el destino que le darán a ese medio, hasta hoy caracterizado por ser un formidable difusor de valores culturales. Tristemente, si la toma de la cadena se completa como es predecible, la RN se convertirá en un vehículo deleznable de la causa política del momento, o sea, de la reelección presidencial.
En su columna deEl Tiempo, Melo sostiene que el reciente fortalecimiento de la RN es producto de “la excelente gestión” del director Gabriel Gómez y de su decisión de procrear una hija joven de la red, la frecuencia Radiónica para gente menor de 25 años, tan importante para esa audiencia como es la RN para los adultos. Con precaución, el profesor Melo expresa su esperanza de que no sea cierto que Gómez deje el cargo y ruega, “si eso es verdad, que lo reemplace alguien que sepa, (y) que no pase como en el Archivo General de la Nación donde una directora competente tuvo que retirarse para que la reemplazara alguien sin experiencia”. Siempre es útil contextualizar los datos para entender a cabalidad las noticias. En el Archivo Nacional, una experta respetable, Sara González, ex presidenta de la Asociación Latinoamericana de Archivos, directora (e) y funcionaria durante más de una década de esa entidad, fue descabezada para darle el puesto a Armando Entralgo, un sujeto sin trayectoria en el mundo del saber y cuyos méritos se reducen a las relaciones políticas que cultiva. La historia oficial de Colombia quedó, pues, en las manos de un ‘cliente’ del senador uribista Samuel Arrieta, que a su vez es, o fue, el subalterno de Luis Alberto Gil, detenido en la Picota por parapolítica. El gobierno le dio cuota en el Archivo a este par de ‘próceres’, probablemente porque está preparando la celebración del Bicentenario de la Independencia y le pareció una gran idea conmemorarlo de esa manera.
Pero volvamos a la RN. Supongo que la inquietud de Melo surge de una nota de El Espectador que pasó desapercibida. Según este diario, Gabriel Gómez y el jefe de emisión del programa noticioso de la mañana, fueron despedidos. La nota asegura que dirigirá la cadena y el programa, Ernesto Yamhure, un paje de José Obdulio Gaviria, nombrado por éste como director del periódico del uribismo Ahora, que circula únicamente en época de reelecciones. Gaviria será comentarista diario de la RN y entre ellos dos crearán una emisora virtual para promoción electoral. Supe que el director de Radiónica, prestigioso en su campo, también fue retirado. Permanecerán, en cambio, algunos periodistas enviados por la Casa de Nariño. La cultura, la memoria histórica y la información estatal, al servicio de la politiquería y de la perpetuación del régimen. Y nosotros, los demócratas, de fiesta.