¿Será verdad que los poemas, como dijo Gombrowicz en una conferencia (el título era, si no estoy mal, “Contra los poetas”), siempre son “simulacros de infelicidad”? No me parece una mala definición. Pero a lo mejor los lectores de poesía dirán otras cosas y los poetas dirán otras; y al final, con varios tragos encima, como se acostumbra a la hora de discutir estos asuntos trascendentales, no se pondrán de acuerdo y la discusión se aplazará hasta la siguiente noche de descontrol etílico. (¿Y si todos son abstemios? Peor. Todo será más complejo. Y un poco más aburrido). En cualquier caso, los lectores y los poetas deberán aportar...

Por Luis Fernando Charry
Escritor, periodista y editor

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