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El 2020 será recordado como el año del mayor desafío económico de nuestra historia. Durante estos meses, Colombia tuvo que afrontar un reto sin precedentes, imponiendo así grandes desafíos para los diseñadores de política. El sector de agua potable y saneamiento básico, en particular, adquirió una importancia esencial, en tanto que el acceso a agua para lavarse las manos y el cumplimiento de protocolos de higiene resultaron fundamentales para hacerle frente a la emergencia.
Por lo anterior, el gobierno del presidente Iván Duque lanzó una estrategia integral, oportuna y audaz en esta primera fase de mitigación que, además de garantizar el acceso al agua, buscaba reducir el impacto económico sobre las familias, lograr una adecuada prestación de los servicios y garantizar la sostenibilidad financiera de los prestadores. Las medidas fueron muy exitosas: reconectamos de manera gratuita al servicio de acueducto a más de 303.000 familias, congelamos tarifas, permitimos a los hogares diferir el pago de los servicios públicos, habilitamos a los entes territoriales para que pudieran asumir el costo de las facturas, lanzamos líneas de crédito para los prestadores, entregamos por primera vez en la historia subsidios a los acueductos rurales, entre otros.
Ahora bien, en la fase de reactivación económica el sector de agua también es protagonista. Esta actividad, además de contribuir al cierre de brechas en materia de acceso, aporta al desarrollo económico de las regiones, pues genera empleo e impulsa más de 30 subsectores con los que tiene encadenamientos productivos. Conscientes de la importancia de este sector, el gobierno del presidente Iván Duque destinó en 2021 el presupuesto más alto de la historia para proyectos de acueducto, alcantarillado y aseo, con cerca de $1,3 billones.
Esta importante inyección de recursos hizo posible el capítulo de agua del Compromiso por Colombia, nuestra apuesta sectorial para la reactivación de la economía. Esta estrategia consiste en la ejecución de cerca de 185 proyectos de acueducto, alcantarillado y aseo a lo largo y ancho del territorio nacional, los cuales implican inversiones por cerca de $2,2 billones, benefician a 6,4 millones de colombianos y generan más de 15.000 empleos. Quisiera destacar que estos proyectos ya se encuentran estructurados o en una fase madura de estructuración, de manera que ya iniciaron o pueden iniciar obras en el corto plazo. Lo anterior permite que más del 90 % de las obras culminen durante el periodo de gobierno. Del total de proyectos identificados, hemos lanzado 98 en 25 departamentos, con una inversión por más de $998.000 millones que beneficia a cerca de 2,6 millones de colombianos.
Además, esta estrategia contribuye a nuestra meta del cuatrienio consignada en el Plan Nacional de Desarrollo, que consiste en lograr que 3’030.000 personas tengan acceso a agua potable por primera vez y 3’280.000, a soluciones de saneamiento básico. En lo corrido del gobierno, ya hemos llevado soluciones de agua potable por primera vez a 1’409.659 personas y soluciones de saneamiento a 1’427.960 personas. Aunque la emergencia por cuenta del COVID-19 retrasó los cronogramas de los proyectos y afectó la senda de cumplimiento, con el capítulo de agua del Compromiso por Colombia estamos convencidos de que cumpliremos con lo pactado en el PND e incluso rebasaremos la meta.
Por último, este año también dimos un paso histórico en el fortalecimiento institucional del sector: la adopción de pliegos tipo en los procesos de contratación. Los pliegos tipo generan mayor transparencia, imprimen celeridad a los procesos, reducen costos de transacción y generan más certeza. Atrás quedaron los contratos a la medida en el sector.
En 2021 el sector de agua seguirá siendo protagonista de la reactivación económica del país, mientras aporta sustancialmente al cierre de brechas y a la consolidación de un país con equidad.
* Ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio.