Por: Julián Restrepo
Hace unos días conversaba con uno de mis socios en Hong Kong sobre el impacto que van a tener las ciudades por los efectos del coronavirus.
China, como muchos habrán leído en las noticias, empieza rápidamente a prender motores y a reactivar su economía. Gracias a su capacidad estatal y a la colaboración de sus ciudadanos parece que lo peor de la crisis está por detrás. Las personas lentamente cierran sus oficinas improvisadas en las salas de sus casas y empiezan a salir de nuevo a sus tradicionales lugares de trabajo.
Para nosotros, que trabajamos con el gobierno de la ciudad de Shenzhen desarrollando diseños urbanos y parques, es un gran alivio este nuevo despertar. ¡Hay vida después del coronavirus!
Pero no es exactamente igual a la vida que vivíamos antes de la pandemia. Las ciudades, por ejemplo, están discutiendo medidas importantes para prepararse para una próxima crisis. A
continuación, les comparto algunas de las ideas que se están discutiendo para el caso chino entre los entes territoriales y las academias y que pueden llegar ser útiles para nuestras urbes latinoamericanas:
1- Zonas “santuario”
Estas corresponderían a zonas especiales creadas para la población vulnerable; que en este caso se refiere a personas que tengan problemas de salud o de avanzada edad. Estas zonas tendrían condiciones especiales para que en caso de una pandemia se puedan cerrar al resto de la ciudad. Esto permitiría proteger a sus habitantes y que estos no tuviesen que recluirse totalmente en sus viviendas. Estas zonas santuario tendrían condiciones especiales en lo que respecta a salubridad y servicios sociales.
2- Vacíos urbanos
En la mayoría de ciudades, los terrenos públicos siempre tienen una destinación específica según su plan de ordenamiento territorial; en este terreno se debe hacer un parque, en este un colegio o en este otro un hospital. En este caso estaríamos hablando de un territorio que no tieneuna destinación distinta a ser utilizado en caso de emergencia para construir infraestructura para atender emergencias de cualquier tipo.
3- Planeación de infraestructura para contingencias
Esto se refiere a que en un futuro nuestros edificios públicos como estadios, teatros, museos, aeropuertos o terminales de transporte estén diseñados de tal manera que puedan ser rápidamente adaptados en hospitales en cuestión de días o semanas. Actualmente este tipo deedificios púbicos se diseñan sólo para un uso específico.
Si miramos estos tres puntos a través del filtro de nuestro contexto creo podremos ver nuevas posibilidades para nuestras ciudades. Aprovechemos que aún hay muchas alcaldías trabajando en sus planes de desarrollo y que aún hay muchos POT en proceso de renovación para incluir en ellos nuevas maneras de hacer ciudad. Nuestro futuro depende de ello.
* Socio de TALLER arquitectos.
Por: Julián Restrepo
Hace unos días conversaba con uno de mis socios en Hong Kong sobre el impacto que van a tener las ciudades por los efectos del coronavirus.
China, como muchos habrán leído en las noticias, empieza rápidamente a prender motores y a reactivar su economía. Gracias a su capacidad estatal y a la colaboración de sus ciudadanos parece que lo peor de la crisis está por detrás. Las personas lentamente cierran sus oficinas improvisadas en las salas de sus casas y empiezan a salir de nuevo a sus tradicionales lugares de trabajo.
Para nosotros, que trabajamos con el gobierno de la ciudad de Shenzhen desarrollando diseños urbanos y parques, es un gran alivio este nuevo despertar. ¡Hay vida después del coronavirus!
Pero no es exactamente igual a la vida que vivíamos antes de la pandemia. Las ciudades, por ejemplo, están discutiendo medidas importantes para prepararse para una próxima crisis. A
continuación, les comparto algunas de las ideas que se están discutiendo para el caso chino entre los entes territoriales y las academias y que pueden llegar ser útiles para nuestras urbes latinoamericanas:
1- Zonas “santuario”
Estas corresponderían a zonas especiales creadas para la población vulnerable; que en este caso se refiere a personas que tengan problemas de salud o de avanzada edad. Estas zonas tendrían condiciones especiales para que en caso de una pandemia se puedan cerrar al resto de la ciudad. Esto permitiría proteger a sus habitantes y que estos no tuviesen que recluirse totalmente en sus viviendas. Estas zonas santuario tendrían condiciones especiales en lo que respecta a salubridad y servicios sociales.
2- Vacíos urbanos
En la mayoría de ciudades, los terrenos públicos siempre tienen una destinación específica según su plan de ordenamiento territorial; en este terreno se debe hacer un parque, en este un colegio o en este otro un hospital. En este caso estaríamos hablando de un territorio que no tieneuna destinación distinta a ser utilizado en caso de emergencia para construir infraestructura para atender emergencias de cualquier tipo.
3- Planeación de infraestructura para contingencias
Esto se refiere a que en un futuro nuestros edificios públicos como estadios, teatros, museos, aeropuertos o terminales de transporte estén diseñados de tal manera que puedan ser rápidamente adaptados en hospitales en cuestión de días o semanas. Actualmente este tipo deedificios púbicos se diseñan sólo para un uso específico.
Si miramos estos tres puntos a través del filtro de nuestro contexto creo podremos ver nuevas posibilidades para nuestras ciudades. Aprovechemos que aún hay muchas alcaldías trabajando en sus planes de desarrollo y que aún hay muchos POT en proceso de renovación para incluir en ellos nuevas maneras de hacer ciudad. Nuestro futuro depende de ello.
* Socio de TALLER arquitectos.