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                                                                                                                                Sumisión y gloria

                                                                                                                                Por: Daniel Schwartz

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Después de las fotos vinieron los videos. Corriendo encorvados y con las manos en la nuca aparecen uno por uno. Antes de entrar al escenario son velozmente requisados por un policía que les frota el culo, las güevas y les hace abrir la boca para comprobar que no esconden nada. Aceleran su paso nuevamente para entrar a la puesta en escena, a reposar la cabeza en la espalda del otro, del otro que había sido enemigo y ahora es el báculo de su vergüenza.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Y es que el cuerpo detrás de la foto es casi tan importante como la foto misma, y su forma vale tanto como su contenido (lo que muestra). Cuando recortaron las fotos de los Sonderkommand para clarificar las escenas de horror de los campos de concentración, olvidaron al sujeto que sostenía la cámara: un preso que debía ocultar lo que hacía y que habrá tenido apenas un par de segundos para apretar el obturador. Eran fotos mal tomadas porque un cuerpo en peligro no tiene el tiempo de tomar decisiones estéticas. En las fotos de El Salvador sucede todo lo contrario. Un fotógrafo o fotógrafa que fue cómplice y artífice de una de las imágenes más crueles y deshumanizantes de los últimos años, que tuvo el tiempo necesario para ubicarse en el sitio indicado, encuadrar, enfocar y disparar. Las fotos no fueron filtradas por algún policía traidor ni por un periodista, fueron ordenadas y publicadas por la misma presidencia de El Salvador.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Quizá exagero, quizá Bukele solo es fanático de El Cienpies Humano y esta era la única forma de cumplir su bizarra fantasía. O quizá es un entendido en el mundo del arte y quiso imitar el trabajo de Spencer Tunick sin la molestia de conseguir voluntarios. Lo que sí sabemos es que esas imágenes no fueron improvisadas y a pesar de que todo lo quiso controlar, no pudo prever esa cierta carga erótica que tienen las fotografías.

                                                                                                                                Cárceles de El Salvador: Las terribles imágenes que ha dejado la...

                                                                                                                                Por: Daniel Schwartz

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Después de las fotos vinieron los videos. Corriendo encorvados y con las manos en la nuca aparecen uno por uno. Antes de entrar al escenario son velozmente requisados por un policía que les frota el culo, las güevas y les hace abrir la boca para comprobar que no esconden nada. Aceleran su paso nuevamente para entrar a la puesta en escena, a reposar la cabeza en la espalda del otro, del otro que había sido enemigo y ahora es el báculo de su vergüenza.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Y es que el cuerpo detrás de la foto es casi tan importante como la foto misma, y su forma vale tanto como su contenido (lo que muestra). Cuando recortaron las fotos de los Sonderkommand para clarificar las escenas de horror de los campos de concentración, olvidaron al sujeto que sostenía la cámara: un preso que debía ocultar lo que hacía y que habrá tenido apenas un par de segundos para apretar el obturador. Eran fotos mal tomadas porque un cuerpo en peligro no tiene el tiempo de tomar decisiones estéticas. En las fotos de El Salvador sucede todo lo contrario. Un fotógrafo o fotógrafa que fue cómplice y artífice de una de las imágenes más crueles y deshumanizantes de los últimos años, que tuvo el tiempo necesario para ubicarse en el sitio indicado, encuadrar, enfocar y disparar. Las fotos no fueron filtradas por algún policía traidor ni por un periodista, fueron ordenadas y publicadas por la misma presidencia de El Salvador.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Quizá exagero, quizá Bukele solo es fanático de El Cienpies Humano y esta era la única forma de cumplir su bizarra fantasía. O quizá es un entendido en el mundo del arte y quiso imitar el trabajo de Spencer Tunick sin la molestia de conseguir voluntarios. Lo que sí sabemos es que esas imágenes no fueron improvisadas y a pesar de que todo lo quiso controlar, no pudo prever esa cierta carga erótica que tienen las fotografías.

                                                                                                                                Cárceles de El Salvador: Las terribles imágenes que ha dejado la...

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