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En cuestiones geopolíticas, todo puede ser urgente. El 2024 terminó como el más caluroso; Suecia se unió a la OTAN; Ucrania entró militarmente en Rusia y dio golpes importantes; Israel atacó a Irán y Líbano; Trump fue elegido; Bashar al-Assad cayó en Siria, y el presidente de Corea del Sur se enfrentó a un juicio político, entre otros muchos acontecimientos.
El año se inicia con algunas inercias del pasado que llevan a pensar que las fibras de los hilos por los que se sujetan pueden desprenderse y finalmente caer. Puede tratarse también de una percolación geopolítica que lleva a que los acontecimientos converjan y se filtren por ciertas grietas, hasta que se desplome la pared. El pesimismo puede protagonizar un nuevo año que arrastra dinámicas de anteriores, pero lo cierto es que, en cuestiones globales, el orden y la estabilidad son dos palabras que en 2025 podrán reemplazarse por sencillos puntos suspensivos.
Al menos hay tres grandes hilos por los que pende el mundo en este momento, sin que signifique que no haya otros importantes: el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, la guerra en Ucrania, el polvorín en Medio Oriente y China en Taiwán. De esos hilos penden el multilateralismo, la seguridad global, el terrorismo contemporáneo, la seguridad energética, el hambre, las migraciones y la situación humanitaria, al menos en proporciones globales.
Del destino de Siria dependerá el futuro de Turquía, Israel, Jordania y Líbano. El gobierno islamista protagonizará la transición, la pulverización o la desintegración. Por su parte, Irán podría entrar en una fase de asociación estratégica y de disuasión táctica, pues su cliente Siria cayó y sus proxies, Hezbolá y Hamás, agonizan. Mientras, Israel puede tomar una temida decisión en 2025: viendo a un Irán reducido, podrían decidirse de una vez por todas a atacar su programa nuclear y devolverlo a la Edad de Piedra.
La guerra en Ucrania estará lejos de terminar, a pesar de los juramentos de Trump. Ni Kiev ni Moscú entienden lo mismo por paz ni por la noción de existencia. Antes de terminar el 2024, las fuerzas ucranianas eliminaron a un general ruso encargado de la defensa química y biológica de Rusia. Putin juró destruir los centros de toma de decisiones de Ucrania con un nuevo misil.
China comenzará con sus ejercicios militares, como lo ha venido haciendo durante los últimos cinco años, para intimidar a Taiwán. Continuarán movilizando buques nucleares, simulando el bloqueo definitivo de la isla y enviando el mensaje de que nadie podrá ir en su ayuda, ni Estados Unidos. Para Taiwán, el regreso de Trump es problemático porque este ha sostenido que su éxito en los semiconductores es gracias a Washington y que, en una eventual invasión china a la isla, solo impondría sanciones económicas a Beijing.
Los atentados del primero de enero de 2025 en Nueva Orleans, como los del mercado de Magdeburgo de diciembre pasado en Alemania, nos indican que tendremos momentos de angustias globales. Como ocurrió en abril de 1925, cuando miembros del Partido Comunista Búlgaro detonaron una bomba durante los funerales del general Konstantin Georgiev en la Catedral de Sveta-Nedelya, en Sofía, matando a 128 personas. Puede que ya no ocurran grandes espectáculos terroristas que lleven al estrellato a sus perpetradores, pero sí habrá terrorismo que nos garantice que ningún lugar es seguro.
Antes de terminar el 2024, Vladimir Putin se disculpó con el gobierno de Azerbaiyán por la caída del avión comercial, sin admitir que fueron sus fuerzas quienes le dispararon y produjeron su caída. Entonces, ¿por qué hay que disculparse por algo que no has hecho y no tienes responsabilidad? Esto puede dar señales de que Rusia continuará matoneando sus espacios de influencia, y a quienes no influye, Putin se reafirmará como el patán nuclear que lo representa.
Habrá que poner especial atención a los hilos en Sudán, en Venezuela, en el conflicto entre la República Democrática del Congo y Ruanda, el ascenso de insurgencias islamistas en Nigeria y, no menos importante, el orden criminal global en compañía del momento tecnológico de la inteligencia artificial.
* Profesor de Relaciones Internacionales. X: @cesarnino4
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