En mi condición de ex fiscal delegada, deseo referirme a las declaraciones que en la edición correspondiente al día 3 del mes y año que avanzan hiciera el señor Luis Camilo Osorio Isaza, ex fiscal general de la Nación.
Afirmó el ex fiscal general que:
“...Tampoco es cierto que la fiscal Amelia Pérez hubiese tenido un caso importante contra el paramilitarismo. Se fue porque llevó irregularmente el caso por el atentado al club El Nogal. Dejó abandonado el puesto para irse a Canadá después de una deficiente actuación”.
Con respecto a las anteriores y temerarias aseveraciones hago las siguientes precisiones:
1.- Estuve vinculada a la administración de justicia desde 1987 hasta 2003 desempeñando los cargos de Juez de Instrucción Criminal, Fiscal Seccional, Fiscal Regional, Fiscal Delegada de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, y Fiscal Delegada de la Unidad Especializada de Antiterrorismo, último cargo ostentado.
2.- Jamás, durante mi trasegar como funcionaria, fui objeto de sanción penal o disciplinaria alguna.
3.- La “deficiente” funcionaria que, además, nunca tuvo “...un caso importante contra el paramilitarismo...”, al decir del ex fiscal, es la misma que durante la gestión del prenombrado funcionario (hoy diplomático), instruyó y calificó entre otros muchos procesos los que a continuación relaciono:
3.1. Por la denominada masacre de Trujillo (Valle), fase II, donde se formuló acusación, entre otros, contra Iván Urdinola Grajales, hechos por los cuales, además, el Estado colombiano fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3.2. Por la masacre del Aro (Ituango-Antioquia), proceso en el cual se formuló resolución acusatoria contra varias personas, entre otras, Carlos Castaño Gil y Salvatore Mancuso, y por los que igualmente el Estado colombiano ha sido llamado a rendir descargos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3.3. Masacre de Pichilín (Sucre), en la cual se acusó, entre otros, a Salvatore Mancuso Gómez, Salomón Feris Charid y Francisco Enrique Villalba.
Del mismo modo, fue durante la gestión del ex fiscal Osorio Isaza, quien bajo mi cargo se instruyó y calificó el proceso adelantado con ocasión del homicidio cometido en la persona de la entonces senadora de la República, doctora Martha Catalina Daniels, en el cual, una de las acusadas es su hermana Sandra Daniels, hoy firmemente condenada por tal hecho.
4. Como Fiscal Delegada ante la Unidad Nacional de Antiterrorismo me fue asignada la investigación por los hechos del club El Nogal, asunto que según el ex fiscal general, no solamente fue llevado “irregularmente” por la suscrita, sino que, además, generó mi salida de la institución.
La irregularidad de mi actuación a la que alude el ex fiscal general descansó en mi abierta oposición a la pretensión de éste, de enfocar y concentrar la investigación por los hechos de El Nogal en torno a una sola hipótesis, contrariándose así uno de los más elementales principios de la investigación penal, según el cual, todas las posibilidades de autoría son válidas en tanto probatoriamente no sean descartadas.
5.- La negativa a la pretensión del ex fiscal y mi firmeza en cuanto a defender la relativa autonomía como fiscal delegada implicaron mi desplazamiento injustificado e inconsulto de la investigación de El Nogal.
6.- Jamás abandoné el cargo, como temerariamente lo sostiene el señor Osorio Isaza, y tampoco fui inferior a mis responsabilidades como funcionaria. La insostenible situación de inseguridad a la que me empujó mi entonces máximo superior en la Fiscalía, me obligó a buscar protección internacional.
7.- He guardado un estoico silencio, pero la persistencia de quien más está llamado a honrar la verdad, en ofender mi honor y dignidad, únicos e invaluables bienes que poseo, me ha llevado a enviar estas líneas como réplica y respuesta a sus, reitero, temerarias y hasta injuriosas afirmaciones.
Amelia Pérez Parra.Québec, Canadá.
En mi condición de ex fiscal delegada, deseo referirme a las declaraciones que en la edición correspondiente al día 3 del mes y año que avanzan hiciera el señor Luis Camilo Osorio Isaza, ex fiscal general de la Nación.
Afirmó el ex fiscal general que:
“...Tampoco es cierto que la fiscal Amelia Pérez hubiese tenido un caso importante contra el paramilitarismo. Se fue porque llevó irregularmente el caso por el atentado al club El Nogal. Dejó abandonado el puesto para irse a Canadá después de una deficiente actuación”.
Con respecto a las anteriores y temerarias aseveraciones hago las siguientes precisiones:
1.- Estuve vinculada a la administración de justicia desde 1987 hasta 2003 desempeñando los cargos de Juez de Instrucción Criminal, Fiscal Seccional, Fiscal Regional, Fiscal Delegada de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, y Fiscal Delegada de la Unidad Especializada de Antiterrorismo, último cargo ostentado.
2.- Jamás, durante mi trasegar como funcionaria, fui objeto de sanción penal o disciplinaria alguna.
3.- La “deficiente” funcionaria que, además, nunca tuvo “...un caso importante contra el paramilitarismo...”, al decir del ex fiscal, es la misma que durante la gestión del prenombrado funcionario (hoy diplomático), instruyó y calificó entre otros muchos procesos los que a continuación relaciono:
3.1. Por la denominada masacre de Trujillo (Valle), fase II, donde se formuló acusación, entre otros, contra Iván Urdinola Grajales, hechos por los cuales, además, el Estado colombiano fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3.2. Por la masacre del Aro (Ituango-Antioquia), proceso en el cual se formuló resolución acusatoria contra varias personas, entre otras, Carlos Castaño Gil y Salvatore Mancuso, y por los que igualmente el Estado colombiano ha sido llamado a rendir descargos ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
3.3. Masacre de Pichilín (Sucre), en la cual se acusó, entre otros, a Salvatore Mancuso Gómez, Salomón Feris Charid y Francisco Enrique Villalba.
Del mismo modo, fue durante la gestión del ex fiscal Osorio Isaza, quien bajo mi cargo se instruyó y calificó el proceso adelantado con ocasión del homicidio cometido en la persona de la entonces senadora de la República, doctora Martha Catalina Daniels, en el cual, una de las acusadas es su hermana Sandra Daniels, hoy firmemente condenada por tal hecho.
4. Como Fiscal Delegada ante la Unidad Nacional de Antiterrorismo me fue asignada la investigación por los hechos del club El Nogal, asunto que según el ex fiscal general, no solamente fue llevado “irregularmente” por la suscrita, sino que, además, generó mi salida de la institución.
La irregularidad de mi actuación a la que alude el ex fiscal general descansó en mi abierta oposición a la pretensión de éste, de enfocar y concentrar la investigación por los hechos de El Nogal en torno a una sola hipótesis, contrariándose así uno de los más elementales principios de la investigación penal, según el cual, todas las posibilidades de autoría son válidas en tanto probatoriamente no sean descartadas.
5.- La negativa a la pretensión del ex fiscal y mi firmeza en cuanto a defender la relativa autonomía como fiscal delegada implicaron mi desplazamiento injustificado e inconsulto de la investigación de El Nogal.
6.- Jamás abandoné el cargo, como temerariamente lo sostiene el señor Osorio Isaza, y tampoco fui inferior a mis responsabilidades como funcionaria. La insostenible situación de inseguridad a la que me empujó mi entonces máximo superior en la Fiscalía, me obligó a buscar protección internacional.
7.- He guardado un estoico silencio, pero la persistencia de quien más está llamado a honrar la verdad, en ofender mi honor y dignidad, únicos e invaluables bienes que poseo, me ha llevado a enviar estas líneas como réplica y respuesta a sus, reitero, temerarias y hasta injuriosas afirmaciones.
Amelia Pérez Parra.Québec, Canadá.