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En buena hora continúa aumentando el número de restaurantes peruanos en Bogotá.
Los 14 Inkas abrió su segundo restaurante en Bogotá, en Usaquén. La llegada de más restaurantes peruanos a Bogotá se recibe con beneplácito porque traen la excelente gastronomía peruana moderna con su conjunción de culturas indígena, asiática: japonesa y china, y española, y porque traen cocineros bien preparados y que ya han absorbido una cultura gastronómica más desarrollada que la nuestra. El nuevo restaurante de Los 14 Inkas ofrece una variedad de platos igual al de la calle 84 con 12. La buena experiencia que hemos tenido con este último nos estimulo a ir a Usaquén. Encontramos en la carta una nueva lista, “Piqueos”, que son platos para compartir con picadas sacadas de la lista de entradas.
Se encuentran nueve entradas tradicionales con precios de $10.000 a $19.500. Hay mariscos, anticuchos de corvina, papas rellenas con carne, aderezos criollos y ají panca y papa huancaína. Hay una lista de nueve ceviches Son el mismo principio con diferentes marinadas, con los ajíes y salsas que sólo se producen en Perú. Los precios van desde $15.000 hasta $28.000. Una lista de siete tiraditos. Cuatro causas, que son puré de papas envolviendo diferente carnes y sofritos: pollo, atún, langostinos y demás. Hay sopas, entre otras el peruanísimo chupe. Hay nueve arroces y pastas. Los platos fuertes: seis pescados y mariscos con precios de $22.000 a $33.000. Hay siete “saltados y guisos” en wok, que clasifican como nikkeis con mariscos y carnes. En realidad es un menú precioso, la sola lectura ofrece placer.
Pedimos para empezar un “Piqueo Mixto N° 1”, tiene ceviche, pulpo al olivo, papa rellena y anticucho de corazón. Cada uno de los patillos estaba muy bueno, pero las papas rellenas y sobre todo el ceviche estaban excelentes. “Mero El Caballero”, un filete de mero a la plancha sobre un puré de arvejas en salsa de ají amarillo y calamares. Estaba bien, pero no para aplausos. De los saltados y guisos escogimos “Mar adentro”, son langostinos, calamares, chicharroncitos de pescado salteados al wok con salsa de ostras y verduras orientales. Totalmente recomendable, especialmente los pedacitos de pescado al wok. El plato, con buen balance entre mariscos y verduras, así como con excelente arroz de acompañamiento, es delicioso. De postre pedimos, por supuesto, el “Suspiro de limeña”, que, aunque bueno, no estuvo a la altura de lo esperado, y “Chocolúcuma”, que es un mousse de chocolate con lúcuma, que es el zapote costeño. Rico pero un poco empalagoso.
El cocinero estuvo a la altura de la carta, no existe la aquí conocida esquizofrenia entre la carta y la cocina. Se come bien, pero muy bien en Los 14 Inkas de Usaquén.
Calle 119B N° 5-43secomebienaqui@gmail.com.
