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Nuevo Fondo Educativo en Quibdó

Daniel Mera Villamizar
04 de diciembre de 2023 - 02:00 a. m.
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Caso de gestión política y social y de innovaciones en política pública.

El Concejo Municipal de Quibdó aprobó hace pocos días un Acuerdo que crea el “Fondo Solidario de apoyo al sostenimiento de bachilleres de Quibdó en instituciones de educación superior con Acreditación Institucional de Alta Calidad “. El Fondo tiene unas innovaciones de política pública interesantes, pero la historia política y social detrás es igual de llamativa y vale comenzar por ahí.

La administración del alcalde Martín Sánchez terminó sin control del Concejo, ejercido en realidad por su presidente, Jhon Arley Chaverra, repitente del cargo. El proyecto de Acuerdo era de iniciativa de la Alcaldía, aunque de origen en la sociedad civil (Fundación Color de Colombia).

Se necesitaba la voluntad del presidente Chaverra, que ya había demostrado ser capaz de trabar y destrabar la agenda de la Corporación. Un asesor zorro, Pompeyo Paz, dijo que podía más una reunión de Chaverra con estudiantes que una con el alcalde. Y así fue.

Para cierta sorpresa del presidente del Concejo primero y luego de sus colegas, los estudiantes llegaron, hablaban bien, eran bastantes y de la mayoría de colegios de la ciudad, con algunos acudientes acompañándolos, y habían visitado 10 universidades de alta calidad en Bogotá y Medellín, durante su grado 10, todavía sin culminar.

Más de 15 de ellos intervinieron en una audiencia pública en el Concejo y tres lo hicieron en el primer debate en la Comisión Segunda, coordinados con el ponente que atinadamente nombró Chaverra, Hiser Heiler Arias Moreno. El secretario de Educación, Elvis Córdoba, respondía las preguntas que requerían la voz de la administración y los pilos explicaban claves del proyecto.

En la sesión plenaria de aprobación final más de 50 estudiantes estaban sentados en la mitad de las dos hileras de curules de concejales. Un hecho poco frecuente. El presidente decidió subir en el orden del día el punto del Fondo Educativo. Tras unas intervenciones de concejales, empezando por el ponente Arias Moreno, y del secretario de Educación, fue aprobado por unanimidad, 17 de 17. Los estudiantes aplaudieron, seguro con más comprensión de las instituciones, y los concejales estaban satisfechos.

Ahora, las innovaciones de política pública del Fondo, al que se dedica el 3 % de los ingresos corrientes de libre destinación del municipio (este año cerca de $1.100 millones), una proporción que consideraron razonable fiscalmente la secretaria de Hacienda, Mariluz Martínez Abadía, y la gestora social del municipio, Martha Luna López. De entrada, habrá más atención social sobre ese rubro y la tributación local.

El Acuerdo establece criterios de condonación del 50 % de los recursos recibidos por el beneficiario, medio salario mínimo por mes a lo largo de la carrera, que buscan rendimientos sociales para la ciudad y estimular la formación de alto nivel del capital humano de la ciudad. Así, por ejemplo, se condonará el 25 % por realizar un trabajo de grado relacionado con una problemática de Quibdó como integrante de un Grupo de Investigación reconocido por MinCiencias.

El otro 50 % de los recursos recibidos, el beneficiario lo devolverá al Fondo como una retribución solidaria (con los futuros pilos) contingente de un 4 % a un 10 % de sus ingresos, no constitutiva de deuda, en términos y plazo que acuerde con el operador del Fondo, que no será la Secretaría de Educación, sino una institución especializada con credibilidad y experiencia, como Icetex, Colfuturo o Lumni.

Estos pilos del Semillero de Becarios U de Quibdó, desde que conocieron en la Universidad de los Andes tal componente de las Becas “Quiero Estudiar”, estuvieron de acuerdo con el mecanismo de retribución contingente al ingreso, y seguro es una de las primeras veces que se usa en el sector público.

El Fondo, sin embargo, no tiene la vocación de depender solamente de los recursos del municipio; se concibe como un vehículo para recoger aportes de distintas fuentes, con la garantía de un administrador profesional. Y es en sí mismo un estímulo para los buenos estudiantes de Quibdó, pues para aspirar a ser beneficiario se requiere haber sido admitido a una universidad acreditada.

Los pilos (y sus acudientes) sabrán que si ellos resuelven el rubro de la matrícula con su desempeño académico en el colegio y en Saber 11, ingresando a una universidad pública o privada, la ciudad hará un esfuerzo para ayudarles con el sostenimiento.

Todos ponen y todos ganan.

Como colofón: tres pilos del colegio Antonio María Claret le pidieron cita a su rectora para explicarle que es necesario que un niño de seis años ingrese al colegio como parte de toda la historia de la creación del Fondo, y la rectora aceptó.

@DanielMeraV

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