La Selección Colombia resolvió visitar la Casa de Nariño luego de que varios jugadores recibieran críticas por ir a la finca de Álvaro Uribe. Antes de contar los detalles del encuentro entre los subcampeones de América y Petro, quiero contarles cuáles fueron sus reflexiones para tomar esa decisión.
Las críticas en redes llevaron a estos ídolos a cuestionarse cómo estaban usando sus vacaciones: ¿por qué cambiar una fiesta de reguetón con letras que incitan a tener sexo por una conversación con un señor que les recomendó, a los que no se habían casado, que aplacen el gustico? ¿Por qué cambiar el salir de una fiesta a las cinco de la mañana por levantarse a la misma hora a rezar el Rosario y escuchar a Luis Carlos Vélez (y no como penitencia)?
Varios se preguntaron por qué visitar a un político cuestionado en vez de estar con amigos nadando en el Mediterráneo al lado de un yate. Tras intensa reflexión notaron que lo único que tiene en común Uribe con el parche para nadar al lado del yate es el agua al cuello.
Otros pensaron que habrían podido hablar con un reconocido streamer, en vez de haber ido al Ubérrimo. Cambiaron al que tiene una importante audiencia de Twitch por el que tiene una importante audiencia de juicio. De hecho, Yerry Mina notó que no debió sentarse con Jaime Granados a intercambiar consejos sobre cómo mejorar en defensa.
Entonces para compensar decidieron visitar a Petro y así les fue.
Como el presidente iba tarde, los jugadores recorrieron las oficinas de Palacio. En sistemas les mostraron el proceso para recibir computadores del personal que sale por señalamientos en el escándalo de la UNGRD. Lo más llamativo para ellos fue ver que, cuando le hacen mantenimiento al hardware, en el lugar donde debería estar el disco duro hay un aviso que dice “Gracias por participar, sigue intentando”.
Petro apareció finalmente y explicó que llegó tarde como un homenaje a la marcación de Carlos Cuesta a Lautaro Martínez en el partido de la final. El discurso del mandatario se centró en explicarle a Néstor Lorenzo que el excelente rendimiento del equipo fue resultado de un proceso que inició cuando Francisco Maturana aceptó ser candidato por el M-19 a la Constituyente de 1991.
El único inconveniente logístico ocurrió a la entrada. En la recepción confundieron al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, con Mane, el papá de Lucho Díaz. Todo se resolvió cuando llegaron las cámaras de los noticieros y se dieron cuenta de que era el ministro porque salió a correr.
El evento terminó cuando sonó la canción que motivó al equipo durante toda la copa. Tuvo modificaciones por pedido del presidente, a quien no le gusta la música que embrutece. Por eso los asistentes escucharon un tema que decía “Mami, prenda la radio, encienda la tele pero solo en RTVC”. A lo cual, desde luego, reaccionó Uribe diciendo que ese tema había sido compuesto por Ryan Castrochavista.
Esta sí es la Sele que nos une.
X: @DanielRuge
