No se avanza en propuestas concretas de reactivación
Como lo reitere en las últimas columnas, estamos en una economía en desequilibrio, oferta inferior a la demanda, ahorro menor que la inversión, y se pretende normalizar reduciendo el ahorro mediante la conformación de un déficit fiscal financiado con la sobreestimación de las proyecciones de ingresos tributarios, y de un déficit en cuenta corriente basado en el aumento de la inversión y las importaciones. Se configura un estado de exceso de oferta de dinero sobre la demanda.
Se quiebra la igualdad entre la oferta y la demanda agregada. La primera es determinada por el empleo y el ahorro. La segunda proviene del cálculo de las cuentas nacionales, y tiene entre sus componentes un déficit fiscal y un déficit en cuenta corriente de más de 10 % del PIB. Estas cifras son suficientes para advertir que la economía está en vía de una reducción de la tasa de ahorro que precipita el sistema en crisis.
Los esfuerzos de las autoridades económicas se deben orientan a conformar un exceso de demanda de dinero sobre la oferta, en lugar de exceso de oferta sobre la demanda que caracteriza a las economías de oferta. La reactivación no se realiza ampliando la oferta de dinero, sino la demanda de dinero, como es, bajar la tasa de interés y devaluar la moneda, y así, elevar la tasa de ahorro.
La oferta es diferente a la demanda agregada. La oferta resulta de la tasa de ahorro y el empleo. La demanda corresponde del cálculo de las cuentas nacionales y tiene entre sus componentes el déficit fiscal y el déficit en cuenta corriente.
La oferta es menor que la demanda. El producto nacional es menor que la demanda. El producto nacional y la tasa de ahorro descienden y quedan a la deriva. Se replica la experiencia de la pandemia. La oferta está dada por la producción. Como lo reafirme en la última columna, la solución es el modelo que revierta el proceso de alza a de la tasa de interés real, revaluación, declive de la tasa de ahorro, y caída de la producción y el empleo.
La solución es el modelo que invierta el proceso mediante la baja de la tasa de interés, devaluación del tipo de cambio y alza de la tasa de ahorro.
El error se replica en los anuncios del plan de reactivación. Los esfuerzos no se orientan a revertir la reducción de la tasa de ahorro que viene de tiempo atrás sino a incrementarla. La economía queda a la deriva expuesta a la reducción de la tasa de ahorro, estancamiento de la producción y el empleo, y postergación de las reformas sociales.
Como lo reitere en las últimas columnas, estamos en una economía en desequilibrio, oferta inferior a la demanda, ahorro menor que la inversión, y se pretende normalizar reduciendo el ahorro mediante la conformación de un déficit fiscal financiado con la sobreestimación de las proyecciones de ingresos tributarios, y de un déficit en cuenta corriente basado en el aumento de la inversión y las importaciones. Se configura un estado de exceso de oferta de dinero sobre la demanda.
Se quiebra la igualdad entre la oferta y la demanda agregada. La primera es determinada por el empleo y el ahorro. La segunda proviene del cálculo de las cuentas nacionales, y tiene entre sus componentes un déficit fiscal y un déficit en cuenta corriente de más de 10 % del PIB. Estas cifras son suficientes para advertir que la economía está en vía de una reducción de la tasa de ahorro que precipita el sistema en crisis.
Los esfuerzos de las autoridades económicas se deben orientan a conformar un exceso de demanda de dinero sobre la oferta, en lugar de exceso de oferta sobre la demanda que caracteriza a las economías de oferta. La reactivación no se realiza ampliando la oferta de dinero, sino la demanda de dinero, como es, bajar la tasa de interés y devaluar la moneda, y así, elevar la tasa de ahorro.
La oferta es diferente a la demanda agregada. La oferta resulta de la tasa de ahorro y el empleo. La demanda corresponde del cálculo de las cuentas nacionales y tiene entre sus componentes el déficit fiscal y el déficit en cuenta corriente.
La oferta es menor que la demanda. El producto nacional es menor que la demanda. El producto nacional y la tasa de ahorro descienden y quedan a la deriva. Se replica la experiencia de la pandemia. La oferta está dada por la producción. Como lo reafirme en la última columna, la solución es el modelo que revierta el proceso de alza a de la tasa de interés real, revaluación, declive de la tasa de ahorro, y caída de la producción y el empleo.
La solución es el modelo que invierta el proceso mediante la baja de la tasa de interés, devaluación del tipo de cambio y alza de la tasa de ahorro.
El error se replica en los anuncios del plan de reactivación. Los esfuerzos no se orientan a revertir la reducción de la tasa de ahorro que viene de tiempo atrás sino a incrementarla. La economía queda a la deriva expuesta a la reducción de la tasa de ahorro, estancamiento de la producción y el empleo, y postergación de las reformas sociales.