Vamos al grano, generales de la República. Si Gustavo Petro queda presidente, ¿las Fuerzas Armadas lo acatarían, respetarían y obedecerían como comandante supremo? Respondan sí o no, como les enseñó vuestro señor Jesús Cristo. Nada de ¡ajúas! ni de patrias, honores, lealtades, dioses y más patrias. ¿Sí o no?
La Constitución Política de Colombia de 1991, ese panfleto con el que algunos se han limpiado o se limpian el trasero, tiene 380 articulitos, sin contar las disposiciones transitorias. Traigo a colación dos que incumben a ustedes.
“Artículo 189. Corresponde al presidente de la República como jefe de Estado, jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa: 3. Dirigir la Fuerza Pública y disponer de ella como comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la República”. Ni más ni menos. Entonces, vuelvo y repito: ¿si Petro queda presidente, ustedes lo acatarían (o acatarán) como comandante supremo? ¿Sí o no? Contesten sin esguinces ni ambages.
En concreto le pregunto a usted, mayor general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, comandante del Ejército Nacional, ¿si Petro queda presidente, usted lo respetaría (o respetará) como su jefe supremo o haría (hará) lo del general Augusto Pinochet Ugarte en Chile, jurar lealtad al presidente constitucional Salvador Allende, traicionarlo sin ninguna vergüenza y después matarlo en Palacio? ¿Sí o no? ¿Honraría (honrará) la Constitucioncita de 1991 o sacaría (sacará) el oxidado machete de Simón Bolívar para dar, provocar o propiciar un golpe de Estado? ¿Sí o no?
Usted, mayor general Zapateiro Altamiranda, conoce o siente en carne propia las tensiones, rabias y conspiraciones que hoy se cocinan dentro de cuarteles y bases militares. ¿Usted ha patrocinado ese ambiente o se ha dejado ferrocarrilear por los apremios de Su Reverencia Eminentísima Álvaro Uribe Vélez, dizque Presidente Eterno de Colombia? Porque usted ha sido, es y será un general uribista. Como tantos… No lo niegue ahora que se avecina (hipotéticamente) la baja de sus funciones. ¿Sí o qué?
El otro articulito: “219. La Fuerza Pública no es deliberante”. Trivial. Desde las ya remotísimas épocas de don Alberto Lleras Camargo, ese sí un auténtico presidente eterno, la no deliberación militar ha sido observada a rajatabla. ¿Si Petro queda presidente, ustedes seguirían (o seguirán) esa tradición o darían (darán) al traste con su no intervención (directa) en política?
Sería (o será) una desfachatez de mi parte pensar que unas Fuerzas Armadas tan profesionales como las que ustedes comandan vayan a traicionar el espíritu y la letra de la Constitución del 91 en la eventualidad de que Gustavo Petro quede presidente. ¡Válganme, diosas y dioses!
Por eso, en gracia de ecuanimidad, también pregunto aquí y ahora al senador Gustavo Petro: ¿si usted queda presidente no tomaría (ni tomará) represalias contra generales o almirantes uribistas? ¿Guardaría (o guardará) el debido respeto a sus dignidades, sean las que sean? Sin ir a una notaría: ¿sí o no?
Rabito: “Yo sé. Pero no tengo pruebas. Ni siquiera indicios. Yo sé porque soy un intelectual, alguien que escribe, que se esfuerza por estar al tanto de todo lo que pasa, por conocer todo lo que se escribe sobre lo que pasa, por imaginar todo lo que no se sabe o todo lo que se calla para establecer la lógica ahí donde parecen reinar lo arbitrario, la locura y el misterio”. Pier Paolo Pasolini. Escritos corsarios. 1975.
Vamos al grano, generales de la República. Si Gustavo Petro queda presidente, ¿las Fuerzas Armadas lo acatarían, respetarían y obedecerían como comandante supremo? Respondan sí o no, como les enseñó vuestro señor Jesús Cristo. Nada de ¡ajúas! ni de patrias, honores, lealtades, dioses y más patrias. ¿Sí o no?
La Constitución Política de Colombia de 1991, ese panfleto con el que algunos se han limpiado o se limpian el trasero, tiene 380 articulitos, sin contar las disposiciones transitorias. Traigo a colación dos que incumben a ustedes.
“Artículo 189. Corresponde al presidente de la República como jefe de Estado, jefe del Gobierno y suprema autoridad administrativa: 3. Dirigir la Fuerza Pública y disponer de ella como comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la República”. Ni más ni menos. Entonces, vuelvo y repito: ¿si Petro queda presidente, ustedes lo acatarían (o acatarán) como comandante supremo? ¿Sí o no? Contesten sin esguinces ni ambages.
En concreto le pregunto a usted, mayor general Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, comandante del Ejército Nacional, ¿si Petro queda presidente, usted lo respetaría (o respetará) como su jefe supremo o haría (hará) lo del general Augusto Pinochet Ugarte en Chile, jurar lealtad al presidente constitucional Salvador Allende, traicionarlo sin ninguna vergüenza y después matarlo en Palacio? ¿Sí o no? ¿Honraría (honrará) la Constitucioncita de 1991 o sacaría (sacará) el oxidado machete de Simón Bolívar para dar, provocar o propiciar un golpe de Estado? ¿Sí o no?
Usted, mayor general Zapateiro Altamiranda, conoce o siente en carne propia las tensiones, rabias y conspiraciones que hoy se cocinan dentro de cuarteles y bases militares. ¿Usted ha patrocinado ese ambiente o se ha dejado ferrocarrilear por los apremios de Su Reverencia Eminentísima Álvaro Uribe Vélez, dizque Presidente Eterno de Colombia? Porque usted ha sido, es y será un general uribista. Como tantos… No lo niegue ahora que se avecina (hipotéticamente) la baja de sus funciones. ¿Sí o qué?
El otro articulito: “219. La Fuerza Pública no es deliberante”. Trivial. Desde las ya remotísimas épocas de don Alberto Lleras Camargo, ese sí un auténtico presidente eterno, la no deliberación militar ha sido observada a rajatabla. ¿Si Petro queda presidente, ustedes seguirían (o seguirán) esa tradición o darían (darán) al traste con su no intervención (directa) en política?
Sería (o será) una desfachatez de mi parte pensar que unas Fuerzas Armadas tan profesionales como las que ustedes comandan vayan a traicionar el espíritu y la letra de la Constitución del 91 en la eventualidad de que Gustavo Petro quede presidente. ¡Válganme, diosas y dioses!
Por eso, en gracia de ecuanimidad, también pregunto aquí y ahora al senador Gustavo Petro: ¿si usted queda presidente no tomaría (ni tomará) represalias contra generales o almirantes uribistas? ¿Guardaría (o guardará) el debido respeto a sus dignidades, sean las que sean? Sin ir a una notaría: ¿sí o no?
Rabito: “Yo sé. Pero no tengo pruebas. Ni siquiera indicios. Yo sé porque soy un intelectual, alguien que escribe, que se esfuerza por estar al tanto de todo lo que pasa, por conocer todo lo que se escribe sobre lo que pasa, por imaginar todo lo que no se sabe o todo lo que se calla para establecer la lógica ahí donde parecen reinar lo arbitrario, la locura y el misterio”. Pier Paolo Pasolini. Escritos corsarios. 1975.