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Una de las características de este Gobierno, que apenas lleva unos pocos meses, es la falta de rumbo en todos los temas. Petro hace anuncios todos los días, y después tienen que salir los funcionarios del Gobierno a tratar de explicar y a “interpretar” lo dicho por el presidente. Unos de los casos más recientes fue lo que pasó frente al llamado paz total que llevó a Petro a decir que había cese bilateral al fuego con todos los grupos al margen de la ley. Eso incluía al Eln, que salió inmediatamente a desmentir al presidente. Y tampoco se entiende lo de las disidencias de las Farc, que no han cesado sus acciones violentas. Es tal la magnitud de la improvisación, que los altos mandos de las FF. MM. se enteraron del supuesto cese bilateral por la cuenta en Twitter del primer mandatario. Pero este no es el único caso. También lo vimos patinando en el tema de la compra de los aviones de combate que reemplazarán a los Kfir. Sostuvo sin ruborizarse que “las esposas de los pilotos me agradecerán por haber tomado esta decisión”.
No habían pasado tres horas cuando se desdijo diciendo que en este Gobierno no se comprarían aviones para la guerra. Y hoy ya vamos en que una comisión de la FAC hará las recomendaciones que se llevarán a un nuevo Conpes. Dijo Petro que los recursos para la compra de estos aviones “no saldrán de los recursos obtenidos en la reforma tributaria”. Mentira, pues el presupuesto nacional maneja una caja común.
Los ministros, claro está, no se quedan atrás cuando de decir estupideces se trata. Tal vez la campeona es la ministra de Minas, Irene Vélez, quien por ejemplo frente a la exploración de hidrocarburos ha dicho una cantidad de barbaridades. Tanto así, que el ministro de Hacienda ha tenido que contradecirla en varias oportunidades. La alta funcionaria afirmó que el país tiene reservas de gasolina por 7 años, algo que es equivocado. “Tenemos reservas de gas para ocho años y tenemos reservas de gasolina para 7 o 6 años”, dijo Vélez, generando desconcierto, ya que no hay reservas de este combustible. Frente a lo que había dicho de importar gas desde Venezuela, sin ruborizarse sostuvo la siguiente estupidez: “No tenemos una crisis de abastecimiento y la razón es que hoy los embalses están llenos y no se requiere un soporte energético desde el gas”.
Me pregunto si Vélez en alguna oportunidad ha oído la expresión de ¿qué tiene que ver el culo con las pestañas? Y la perla: “El fondo de la gasolina tiene un déficit de 10.000 billones”, como sostuvo la funcionaria sin la menor vergüenza.
Atrás no se queda el cuestionado presidente de Colpensiones, Jaime Dussán, quien sostuvo que los recursos de los dineros de los fondos privados se usarían para construir el tren elevado entre Buenaventura y Barranquilla. El ministro de Hacienda tuvo que salir a enmendarle la plana y le dijo que se dedicara a lo suyo, porque él no es competente en los temas de infraestructura. Este Gobierno va del tumbo al tambo. Todo mal.