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Cuando hablo de Henao me refiero al doctor Juan Carlos Henao, rector de la Universidad Externado de Colombia desde 2012. Estudiante adelantado, que siendo muy joven se graduó como abogado de esa universidad para luego especializarse y doctorarse en derecho público en Francia. Henao fue un magistrado destacado y presidente de la Corte Constitucional.
No voy a escribir hoy sobre su desempeño como rector de la universidad, pues es claro que la institución está resolviendo sus conflictos de manera democrática, como debe ser.
Quiero referirme a la entrevista que el profesor Henao le concedió esta semana a Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, sobre la propuesta del exsenador Álvaro Uribe y sus congresistas de acabar con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
La entrevista, con las acertadas preguntas de Juan Roberto (a quien criticaron los uribistas), le permitió al doctor Henao dar con sus respuestas una clase de derecho constitucional colombiano. Recordemos que Henao fue uno de los arquitectos de la JEP, luego tiene perfectamente claro lo que significa esta jurisdicción para el país.
No dudó el rector en calificar como una locura la idea de acabar con la JEP. Explicó claramente las consecuencias que esto tendría para el país. Hizo críticas a través de preguntas, como lo hace un buen profesor. ¿Qué se hace con los guerrilleros desmovilizados? ¿Cómo podría el país pasarse por la faja las sentencias de la Corte Constitucional que avalaron la aprobación del Acuerdo de Paz a pesar de que por un pequeño margen ganó el No en el plebiscito? ¿Qué hacer con la reparación de las víctimas? ¿Les devolvemos las armas a los desmovilizados?
Sostuvo además el profesor Henao que muchas personas nunca quisieron entender que quienes llegan a la JEP deben hacerlo contando la verdad de los crímenes que cometieron. De no hacerlo, quedan expuestos a las condenas de la justicia ordinaria. Recordó, entre otras afirmaciones, un principio que los uribistas no quieren entender. “La democracia se hace en disenso, no en consenso”.
Uribe y sus congresistas no se han tomado el trabajo de pensar en las respuestas a esas preguntas y a las afirmaciones del profesor Henao, porque quieren seguir incitando a la polarización del país. Pero más que eso, lo que quieren es hacerse una Constitución a su medida pues, como lo he dicho en el pasado, a los uribistas solo les gusta el Estado de derecho cuando garantiza sus derechos, así se atropellen los de los demás. ¡Insensatos e irresponsables!
Es preocupante y grave que el proceso de paz siga siendo tema de disputas políticas, cuando es claro que Colombia está mucho mejor con los exguerrilleros haciendo política. Este proceso, construido con paciencia y filigrana por el expresidente Santos, fue ejemplo en el mundo y debe respetarse, pues es un compromiso de Estado. A este paso, Uribe y su gente van a acabar con nuestra ya ajada democracia y manoseada Constitución.