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Si este fuera un país serio, esta-ría realmente alarmado por los informes que ha presentado el contralor Carlos Hernán Rodríguez en temas como el déficit fiscal, la crisis de la salud, el eventual racionamiento de gas y electricidad, y el despilfarro y la robadera. Realmente la situación económica de las finanzas públicas es muy grave. Y claro está al presidente Petro no solo no le importan, sino que, además, acaba de nombrar un ministro de Hacienda sobre el cual hay muchas dudas. No solo sobre su solvencia moral, sino sobre su preparación académica. Dice que él no va a contradecir al presidente que es, precisamente, lo que deben hacer los ministros de Hacienda.
Petro es un irresponsable que para excusarse le echa la culpa de todo a los gobiernos anteriores. Inepto hasta para mentir. Lo cierto es que si el gobierno no toma medidas drásticas estaremos abocados a una crisis fiscal sin precedentes. Y eso lo dicen todos los exministros de Hacienda, inclusive los de este gobierno.
Es urgente que el Congreso haga un control efectivo al nuevo ministro de Hacienda. El despilfarro no puede continuar. Pero claro: a Petro eso no le importa porque lo que él quiere es dejar al país destrozado en todos los frentes.
Ya el contralor lo ha dicho claramente. Se avecinan crisis es varios sectores, que ya se están padeciendo como por ejemplo en la salud. Quedan 16 meses de esta pesadilla que, me temo, serán suficientes para que el inepto acabe con todo. Serio es el contralor. Pero desafortunadamente no tiene más recursos de los que le da la ley para actuar. Quedaron hechas sus advertencias. Y desde ya pronostico que el país acabará tan destrozado que será difícil reconstruirlo.
Especialmente dramática es la situación de la salud pues en este asunto confluyen dos factores. La falta de plata y la obsesión de Petro de acabar el sistema actual, para volverlo público. Ese es el famoso shu, shu, shu del que habló Petro hace unos meses. Lo que estamos viendo es literalmente criminal. Miles de personas haciendo colas eternas para reclamar sus medicamentos. Y Petro trinando barbaridades culpando a las farmacéuticas y al sector privado. El contralor ha sido muy enfático en sus advertencias, pero Petro, con la indolencia que lo caracteriza, sigue mintiendo sobre este tema, como lo hace con todos los demás asuntos del país.
Ha dicho el contralor que las EPS le deben 25 billones de pesos a las IPS. Claro, cómo no, si el gobierno no les gira los recursos para cubrir los costos. Y mientras tanto se van cerrando hospitales y pabellones en los mismos. Gustavo Petro y su ministro de Salud deberían ser procesados por esta masacre colectiva. Pero eso no va a pasar, como lo decíamos al comienzo de este escrito, porque este país no es serio. Siga adelante, señor contralor Rodríguez, que los colombianos necesitamos sus investigaciones.
Notícula. Seguramente pronto sabremos cuáles fueron los sobornos pagados por la compra controvertible de los aviones suecos.
