En algún momento, y ojalá sea más pronto que tarde, vamos a tener que mirar hacia atrás, y recuperar de ese atrás, por ejemplo, la importancia de la observación y la investigación que pregonaba Aristóteles, o la idea de la belleza que conduce a la vida, y la vida en esta vida que difundía Platón, y todas aquellas ideas que hicieron posible el humanismo, el arte, e incluso el capitalismo, y llevaron a Europa a comenzar a ser Europa, y luego forjaron aquello que la historia denominó Renacimiento, que en palabras del día a día fue volver hacia atrás, y recuperar de los griegos y los romanos, e incluso de los paganos anteriores a ellos lo que se había perdido por incendios, saqueos, guerras, negligencia, religión, poder o todo ello junto.
En algún momento vamos a tener que recuperar algunos de los viejos valores para confiar en el otro, para incluso, vivir por el otro, y con ese otro y todas sus diferencias y su pasado, encontrarle un sentido a la vida, un propósito, como lo llamaban antes de que se instaurara la moda de destruir todo lo hecho y lo pensado y lo escrito y creado. En algún momento vamos a tener que hacernos de nuevo las preguntas esenciales de la humanidad para tratar de responderlas, y vamos a tener que volver a conversar una y otra vez, y a debatir con gente de todos los pensamientos y colores, para empezar a comprender que gran parte de lo que sabíamos no era tan cierto, y por lo mismo, que nuestras opiniones, en gran medida, estaban contaminadas.
En algún momento vamos a tener que destrozar, a conciencia, los cimientos de estos nuevos tiempos y de nuestros actuales comportamientos, y desmenuzar los conceptos que desde allí hemos forjado sobre el éxito, el amor, la victoria, la lucha, el conocimiento, el fin del conocimiento y el reconocimiento, sobre la solidaridad y tantas otras cosas, e incluso, para que suene redundante, sobre la inclusión y una infinita lista de temas de moda, que han terminado por ser moda y solo eso. En algún instante vamos a tener que proponernos dejar de actuar por moda y a la moda, pues la moda no es más que seguir a la masa, y seguir a la masa es la mayoría de las veces una de las tantas y funestas consecuencias del miedo y la conveniencia.
En algún momento, y ojalá sea más pronto que tarde, vamos a tener que mirar hacia atrás, y recuperar de ese atrás, por ejemplo, la importancia de la observación y la investigación que pregonaba Aristóteles, o la idea de la belleza que conduce a la vida, y la vida en esta vida que difundía Platón, y todas aquellas ideas que hicieron posible el humanismo, el arte, e incluso el capitalismo, y llevaron a Europa a comenzar a ser Europa, y luego forjaron aquello que la historia denominó Renacimiento, que en palabras del día a día fue volver hacia atrás, y recuperar de los griegos y los romanos, e incluso de los paganos anteriores a ellos lo que se había perdido por incendios, saqueos, guerras, negligencia, religión, poder o todo ello junto.
En algún momento vamos a tener que recuperar algunos de los viejos valores para confiar en el otro, para incluso, vivir por el otro, y con ese otro y todas sus diferencias y su pasado, encontrarle un sentido a la vida, un propósito, como lo llamaban antes de que se instaurara la moda de destruir todo lo hecho y lo pensado y lo escrito y creado. En algún momento vamos a tener que hacernos de nuevo las preguntas esenciales de la humanidad para tratar de responderlas, y vamos a tener que volver a conversar una y otra vez, y a debatir con gente de todos los pensamientos y colores, para empezar a comprender que gran parte de lo que sabíamos no era tan cierto, y por lo mismo, que nuestras opiniones, en gran medida, estaban contaminadas.
En algún momento vamos a tener que destrozar, a conciencia, los cimientos de estos nuevos tiempos y de nuestros actuales comportamientos, y desmenuzar los conceptos que desde allí hemos forjado sobre el éxito, el amor, la victoria, la lucha, el conocimiento, el fin del conocimiento y el reconocimiento, sobre la solidaridad y tantas otras cosas, e incluso, para que suene redundante, sobre la inclusión y una infinita lista de temas de moda, que han terminado por ser moda y solo eso. En algún instante vamos a tener que proponernos dejar de actuar por moda y a la moda, pues la moda no es más que seguir a la masa, y seguir a la masa es la mayoría de las veces una de las tantas y funestas consecuencias del miedo y la conveniencia.