¿Informar sobre un centro de investigación del cáncer es hacer un publirreportaje?
Pese a que los estudios de audiencias dicen que las personas están cansadas de ver solo noticias malas en los medios de comunicación, esta semana, paradójicamente, nos criticaron por hacer un “publirreportaje” sobre la inauguración de un centro de investigación y tratamiento contra el cáncer. Aunque hubo un #JalónDeOrejas muy justo por la falta de una coma en el titular, dijimos “cáncer donado”.
Otra vez los titulares confusos nos coparon los #JalonesDeOrejas de esta semana. Uno, en particular, nos generó mucho ruido, gramatical por una parte, pero también con esa rara y algo mezquina visión de que cuando sale algún contenido de corte positivo de inmediato se piensa que hay una transacción monetaria de por medio.
Es paradójico. Los estudios vienen mostrando que las audiencias están un poco agobiadas con los medios de comunicación porque contamos solo cosas malas, lo que no funciona, creamos desesperanza de alguna manera, pero cuando hay historias positivas y se cuentan la reacción inmediata es que eso no puede ser y que si se informa sobre ello se trata de pubirreportajes.
Es una buena reflexión que habrá que continuar en la redacción y estudiar mejor, pero vamos al grano. Se inauguró esta semana en Bogotá un moderno centro de investigación del cáncer y clínica de tratamiento también que fue financiado por el magnate Luis Carlos Sarmiento Angulo con una inversión cercana a los 1,5 billones de pesos.
Reseñamos la noticia en un par de contenidos, de hecho fue nuestra portada del viernes en el impreso, y entre esos contenido publicamos un recorrido en fotos por las instalaciones y los equipos más significativos. Pues nos llenamos de #JalonesDeOrejas por haber puesto en el titular de ese artículo que se trataba de una donación de Luis Carlos Sarmiento.
Publirreportaje era la primera acusación, pero luego un cuestionamiento de hasta dónde era una donación. Más allá de la animadversión hacia el señor Sarmiento en muchos de esos JalonesdeOrejas, la tesis central era que como la prestación del servicio se le cobrará a las EPS entonces se trataba de un negocio y no de una donación. ¿A quién se la donó?, preguntaban.
Francamente me parece un poco mezquino el debate y no, no creo que debiera ser modificado ese titular. Una cosa es la infraestructura y otra el servicio, y el señor Sarmiento sí puso ese billón y medio para construir y equipar ese centro y entregó su operación a una entidad sin ánimo de lucro.
El señor Sarmiento puede tener muchas cosas por la cuales criticarlo, pero no por construir y entregar a una entidad sin ánimo de lucro esas modernas instalaciones. ¿Por qué tanta rabia?
Pero les decía también que tuvimos un enredo gramatical con ese titular, que bien muestra la importancia de una coma bien puesta, o también que en la escritura el orden de los factores si altera el producto.
Ese titular decía “En fotos: así es el centro para tratar el cáncer donado por Luis Carlos Sarmiento”
¿Un “cáncer donado” por Luis Carlos Sarmiento? Háganme el favor.
Mejor hubiera sido, como dijo en su #JalónDeOrejas @csejairoalberto, poner la coma luego de cáncer o incluso más claro, cambiar el orden: “así es el centro donado por Luis Carlos Sarmiento para tratar el cáncer”.
El otro titular que llamó mucho la atención y generó algunos JalonesDeOrejas fue uno sobre el paro panelero. Y es que no era fácil explicar en un titular los motivos que presentaba Dignidad Panelera para anunciar la posibilidad de entrar en paro, pero claro, el titular quedaba raro.
“Paneleros piden que no se promocionen productos que contienen panela como panela”, decía ese titular
¿Cómo así? O sea que la panela no contiene panela?, pensé yo mismo cuando lo vi por primera vez, pero ya leyendo el artículo se entendía lo que quería decir.
La queja era por productos que se anunciaban como panela pero en realidad tenían solo una parte de panela y el resto eran otros ingredientes. No es panela pero tiene panela y se anuncia como panela.
Quizás de nuevo un cambio de orden lo hubiera hecho más claro. Algo como “Paneleros piden que no se promocionen como panela productos que no lo son”.
Cierro con un error muy común y difícil de erradicar que otra vez se nos coló en un título. El uso del partitivo como ordinal. Hablamos de la doceava generación de procesadores Intel.
Claro, era la duodécima, no una de las 12 partes de una única generación de procesadores.
Otra vez los titulares confusos nos coparon los #JalonesDeOrejas de esta semana. Uno, en particular, nos generó mucho ruido, gramatical por una parte, pero también con esa rara y algo mezquina visión de que cuando sale algún contenido de corte positivo de inmediato se piensa que hay una transacción monetaria de por medio.
Es paradójico. Los estudios vienen mostrando que las audiencias están un poco agobiadas con los medios de comunicación porque contamos solo cosas malas, lo que no funciona, creamos desesperanza de alguna manera, pero cuando hay historias positivas y se cuentan la reacción inmediata es que eso no puede ser y que si se informa sobre ello se trata de pubirreportajes.
Es una buena reflexión que habrá que continuar en la redacción y estudiar mejor, pero vamos al grano. Se inauguró esta semana en Bogotá un moderno centro de investigación del cáncer y clínica de tratamiento también que fue financiado por el magnate Luis Carlos Sarmiento Angulo con una inversión cercana a los 1,5 billones de pesos.
Reseñamos la noticia en un par de contenidos, de hecho fue nuestra portada del viernes en el impreso, y entre esos contenido publicamos un recorrido en fotos por las instalaciones y los equipos más significativos. Pues nos llenamos de #JalonesDeOrejas por haber puesto en el titular de ese artículo que se trataba de una donación de Luis Carlos Sarmiento.
Publirreportaje era la primera acusación, pero luego un cuestionamiento de hasta dónde era una donación. Más allá de la animadversión hacia el señor Sarmiento en muchos de esos JalonesdeOrejas, la tesis central era que como la prestación del servicio se le cobrará a las EPS entonces se trataba de un negocio y no de una donación. ¿A quién se la donó?, preguntaban.
Francamente me parece un poco mezquino el debate y no, no creo que debiera ser modificado ese titular. Una cosa es la infraestructura y otra el servicio, y el señor Sarmiento sí puso ese billón y medio para construir y equipar ese centro y entregó su operación a una entidad sin ánimo de lucro.
El señor Sarmiento puede tener muchas cosas por la cuales criticarlo, pero no por construir y entregar a una entidad sin ánimo de lucro esas modernas instalaciones. ¿Por qué tanta rabia?
Pero les decía también que tuvimos un enredo gramatical con ese titular, que bien muestra la importancia de una coma bien puesta, o también que en la escritura el orden de los factores si altera el producto.
Ese titular decía “En fotos: así es el centro para tratar el cáncer donado por Luis Carlos Sarmiento”
¿Un “cáncer donado” por Luis Carlos Sarmiento? Háganme el favor.
Mejor hubiera sido, como dijo en su #JalónDeOrejas @csejairoalberto, poner la coma luego de cáncer o incluso más claro, cambiar el orden: “así es el centro donado por Luis Carlos Sarmiento para tratar el cáncer”.
El otro titular que llamó mucho la atención y generó algunos JalonesDeOrejas fue uno sobre el paro panelero. Y es que no era fácil explicar en un titular los motivos que presentaba Dignidad Panelera para anunciar la posibilidad de entrar en paro, pero claro, el titular quedaba raro.
“Paneleros piden que no se promocionen productos que contienen panela como panela”, decía ese titular
¿Cómo así? O sea que la panela no contiene panela?, pensé yo mismo cuando lo vi por primera vez, pero ya leyendo el artículo se entendía lo que quería decir.
La queja era por productos que se anunciaban como panela pero en realidad tenían solo una parte de panela y el resto eran otros ingredientes. No es panela pero tiene panela y se anuncia como panela.
Quizás de nuevo un cambio de orden lo hubiera hecho más claro. Algo como “Paneleros piden que no se promocionen como panela productos que no lo son”.
Cierro con un error muy común y difícil de erradicar que otra vez se nos coló en un título. El uso del partitivo como ordinal. Hablamos de la doceava generación de procesadores Intel.
Claro, era la duodécima, no una de las 12 partes de una única generación de procesadores.