Nos equivocamos y presentamos unas cifras ridículas
En el intento por explicar cómo funcionaba la reposición de dinero a los candidatos por los votos obtenidos en las elecciones presidenciales, omitimos agregar tres ceros a la cifra de cada uno de los aspirantes a ser el nuevo presidente de Colombia. Además, se nos pasó revisar la cotización de los rublos rusos en nuestra anterior edición y en lugar de decir que fueron revaluados, los terminamos de devaluar.
Mientras las campañas ganadoras terminan de digerir los resultados de las elecciones y afinan sus teorías conspirativas sobre nuestro cubrimiento de la segunda vuelta y toque revivir la sección política de esta sección, concentrémonos esta semana en las embarradas.
Y el burro adelante.
Vuelven los rublos a cotizarse en este espacio, pues al traerlos la vez pasada hablé aquí, y por ahí se tituló la sección, de los devaluados rublos rusos. Y varios de ustedes, como George Creek, me jalaron las orejas porque precisamente en esa última semana el rublo había cambiado la tendencia de las ultimas semanas y venía subiendo su cotización frente al dólar.
Toda la razón, mi culpa, me quedé con la caída de semanas anteriores y no revisé la actualidad de su cotización.
Y en materia de números tuvimos otro despiste que ya quisiéramos fuera cierto. Y lo peor, en una de esas notas que tratan de sacar de dudas sobre las preguntas que mucha gente se hacía el día de elecciones.
En efecto, y en particular antes la duda de si el candidato Fajardo lograría obtener los votos necesarios para tener una reposición monetaria del Estado, mucha gente se preguntaba cómo funcionaba el asunto y cuánto es lo que obtienen las campañas por el número de votos.
Pues resulta que hicimos el ejercicio pero presentamos unas cifras ridículas. Por ejemplo, que el 8.5 millones de votos del Pacto Histórico le daría para una reposición de poco más de 26 millones de pesos.
De hecho, de acuerdo con nuestras cifras, Fajardo no debería estar muy nervioso porque solo dejaría de recibir 2 millones 700 mil pesos.
Igual, en los gastos registrados de las campañas, ya quisiéramos que nuestras cifras estuvieran bien y ninguna campaña se hubiera gastado más de diez millones de pesos.
Pero no. Como bien lo notó Ángel Tejón Garzón, resulta que a todas nuestras cifras les faltaban tres ceros, y a la derecha, de manera que se trataba de miles de millones y no simples y devaluados pesos colombianos.
Y no me vayan a decir que ya no son devaluados porque después de elecciones se haya recuperado un poco.
Y hablando de Economía y Elecciones, hicimos un análisis el domingo de la importancia que el tema económico tenía, o tiene, en esta elección en particular por los varios dilemas que en ese frente con los tendrá que lidiar el próximo presidente de la República.
Y entre esos retos incluimos: reducir “la pobreza, la desigualdad y el empleo, entre otros factores”.
Sí, háganme el favor. Yo sé que hemos escuchado propuestas un poco locas de los candidatos a la Presidencia, pero ojalá a ninguno se le ocurra decir que una de sus promesas es reducir el empleo. El desempleo, sí, ojalá lo lleven a cero.
Mientras las campañas ganadoras terminan de digerir los resultados de las elecciones y afinan sus teorías conspirativas sobre nuestro cubrimiento de la segunda vuelta y toque revivir la sección política de esta sección, concentrémonos esta semana en las embarradas.
Y el burro adelante.
Vuelven los rublos a cotizarse en este espacio, pues al traerlos la vez pasada hablé aquí, y por ahí se tituló la sección, de los devaluados rublos rusos. Y varios de ustedes, como George Creek, me jalaron las orejas porque precisamente en esa última semana el rublo había cambiado la tendencia de las ultimas semanas y venía subiendo su cotización frente al dólar.
Toda la razón, mi culpa, me quedé con la caída de semanas anteriores y no revisé la actualidad de su cotización.
Y en materia de números tuvimos otro despiste que ya quisiéramos fuera cierto. Y lo peor, en una de esas notas que tratan de sacar de dudas sobre las preguntas que mucha gente se hacía el día de elecciones.
En efecto, y en particular antes la duda de si el candidato Fajardo lograría obtener los votos necesarios para tener una reposición monetaria del Estado, mucha gente se preguntaba cómo funcionaba el asunto y cuánto es lo que obtienen las campañas por el número de votos.
Pues resulta que hicimos el ejercicio pero presentamos unas cifras ridículas. Por ejemplo, que el 8.5 millones de votos del Pacto Histórico le daría para una reposición de poco más de 26 millones de pesos.
De hecho, de acuerdo con nuestras cifras, Fajardo no debería estar muy nervioso porque solo dejaría de recibir 2 millones 700 mil pesos.
Igual, en los gastos registrados de las campañas, ya quisiéramos que nuestras cifras estuvieran bien y ninguna campaña se hubiera gastado más de diez millones de pesos.
Pero no. Como bien lo notó Ángel Tejón Garzón, resulta que a todas nuestras cifras les faltaban tres ceros, y a la derecha, de manera que se trataba de miles de millones y no simples y devaluados pesos colombianos.
Y no me vayan a decir que ya no son devaluados porque después de elecciones se haya recuperado un poco.
Y hablando de Economía y Elecciones, hicimos un análisis el domingo de la importancia que el tema económico tenía, o tiene, en esta elección en particular por los varios dilemas que en ese frente con los tendrá que lidiar el próximo presidente de la República.
Y entre esos retos incluimos: reducir “la pobreza, la desigualdad y el empleo, entre otros factores”.
Sí, háganme el favor. Yo sé que hemos escuchado propuestas un poco locas de los candidatos a la Presidencia, pero ojalá a ninguno se le ocurra decir que una de sus promesas es reducir el empleo. El desempleo, sí, ojalá lo lleven a cero.