¿”Siniestralidad superior al 100 %”?: Este entrecomillado merecía explicación

Unos cuantos despistes esta semana, nada más. No muy graves por fortuna, pero dignos de llegar a este escarnio público. Merecidos, pues.

El más lamentable, tal vez, por la tragedia que involucraba, fue nuestro descuido en el reporte del accidente de la avioneta en el aeropuerto de Santa Marta, pues cuando subimos la fotografía cortesía de El Informador de la avioneta accidentada al sistema no se reportaban.

Pero luego se confirmó la muerte del niño que arrolló la avioneta y no reparamos en modificar la información de la fotografía, de manera que en una misma información quedamos con un titular y un gancho que reportaban la muerte del menor de edad, pero justo enseguida una leyenda de la foto que decía que no había habido víctimas en el accidente.

¿A quién creerle, al titular o a la foto?

El otro es más discutible, aunque debo confesar que cuando vi el #JalónDeOrejas de @avillavecesn pensé, como él decía, que habíamos escrito algo muy absurdo y en un debate candente como el de las motos y el SOAT.

El texto, en boca de Fasecolda, el gremio de los aseguradores, decía que “todas la motos tienen una siniestralidad superior al 100 %”. Y, claro, es sumamente improbable, casi imposible, que absolutamente todas las motos tengan siniestralidad. Pero incluso si todas hubieran tenido un siniestro, pues el máximo sería 100 %, cómo así que superior al 100 %?

Bueno, la verdad es que el entrecomillado sí correspondía la presentación original de Fasecolda, y lo que entiendo que querían decir es que los cobros por siniestros de motocicletas superan el 100 % de lo que pagan por el SOAT. No se referían al número de siniestros.

En fin, de todos modos, aceptado que sonaba absurdo y que así fuere un entrecomillado merecía explicación.

Termino con un cruce de cables que todavía podría echarle más leña al fuego encendido por el muy criticado nombramiento del cuestionado excongresista León Fredy Muñoz como embajador colombiano en Nicaragua.

Cierto es que se ha hablado de una velada condescendencia del nuevo gobierno colombiano con el régimen de Ortega, pero de ahí a que hayamos nombrado a Muñoz como embajador de Nicaragua, en lugar de en Nicaragua hay mucho trecho.

Unos cuantos despistes esta semana, nada más. No muy graves por fortuna, pero dignos de llegar a este escarnio público. Merecidos, pues.

El más lamentable, tal vez, por la tragedia que involucraba, fue nuestro descuido en el reporte del accidente de la avioneta en el aeropuerto de Santa Marta, pues cuando subimos la fotografía cortesía de El Informador de la avioneta accidentada al sistema no se reportaban.

Pero luego se confirmó la muerte del niño que arrolló la avioneta y no reparamos en modificar la información de la fotografía, de manera que en una misma información quedamos con un titular y un gancho que reportaban la muerte del menor de edad, pero justo enseguida una leyenda de la foto que decía que no había habido víctimas en el accidente.

¿A quién creerle, al titular o a la foto?

El otro es más discutible, aunque debo confesar que cuando vi el #JalónDeOrejas de @avillavecesn pensé, como él decía, que habíamos escrito algo muy absurdo y en un debate candente como el de las motos y el SOAT.

El texto, en boca de Fasecolda, el gremio de los aseguradores, decía que “todas la motos tienen una siniestralidad superior al 100 %”. Y, claro, es sumamente improbable, casi imposible, que absolutamente todas las motos tengan siniestralidad. Pero incluso si todas hubieran tenido un siniestro, pues el máximo sería 100 %, cómo así que superior al 100 %?

Bueno, la verdad es que el entrecomillado sí correspondía la presentación original de Fasecolda, y lo que entiendo que querían decir es que los cobros por siniestros de motocicletas superan el 100 % de lo que pagan por el SOAT. No se referían al número de siniestros.

En fin, de todos modos, aceptado que sonaba absurdo y que así fuere un entrecomillado merecía explicación.

Termino con un cruce de cables que todavía podría echarle más leña al fuego encendido por el muy criticado nombramiento del cuestionado excongresista León Fredy Muñoz como embajador colombiano en Nicaragua.

Cierto es que se ha hablado de una velada condescendencia del nuevo gobierno colombiano con el régimen de Ortega, pero de ahí a que hayamos nombrado a Muñoz como embajador de Nicaragua, en lugar de en Nicaragua hay mucho trecho.