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                                                                                                                                Glosas al margen

                                                                                                                                El Ñeñe Hernández era “un gran señor” —dictamina Lafaurie—, simpatiquísimo y de buena familia —según nos lo explica el Ejército a través de un comunicado—. No lo digo con ironía: todos esos elogios son ciertos, lo que constituye acaso uno de los aspectos más tenebrosos de este escándalo mayúsculo que nos está transmitiendo una radiografía de las estructuras de poder de la sociedad colombiana. El que sean ciertos me sugiere tres implicaciones de la Ñeñepolítica que no han concitado hasta ahora la atención que merecen.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                No: no se trata de un hecho aislado.

                                                                                                                                El Ñeñe Hernández era “un gran señor” —dictamina Lafaurie—, simpatiquísimo y de buena familia —según nos lo explica el Ejército a través de un comunicado—. No lo digo con ironía: todos esos elogios son ciertos, lo que constituye acaso uno de los aspectos más tenebrosos de este escándalo mayúsculo que nos está transmitiendo una radiografía de las estructuras de poder de la sociedad colombiana. El que sean ciertos me sugiere tres implicaciones de la Ñeñepolítica que no han concitado hasta ahora la atención que merecen.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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