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“Tragedia sin fin”

Francisco Leal Buitrago
05 de agosto de 2023 - 02:05 a. m.
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La tragedia derivada de la avalancha registrada en la vereda Naranjal, en Quetame, que se llevó 20 viviendas y dejó 29 víctimas fatales, fue el tema del día de El Espectador el pasado 19 de julio. También me recordó mi primer viaje a los Llanos siendo niño, en 1947, cuando fui con mis papás a visitar a una hermana que vivía en Restrepo. En mis memorias, publicadas bajo el título Al paso del tiempo. Mis vivencias*, escribí un par de párrafos sobre el viaje y la carretera que vale la pena reproducir aquí.

“La vía a Villavicencio fue construida a pico y pala —como todas en el país en esos años— y afirmada con cilindradoras, que eran máquinas lentas con dos pesadas ruedas de hierro, una a cada lado, y un enorme cilindro del mismo material al frente, que era accionado con dos cadenas conectadas a un timón mecánico, todo ello movido por una máquina de vapor alimentada con carbón de piedra. Más abajo de Cáqueza, en un mundo inimaginable para mí, aparecieron montañas con enormes e inestables riscos e inmensas paredes de pizarra negra y húmeda, causa de repetidos derrumbes en la carretera. Con frecuencia, cuando la vía se estrellaba en uno de los rincones de la montaña donde caían chorros de agua, se encontraba al frente, en ángulo agudo, con la carretera, que continuaba y se estrellaba contra el mismo rincón”.

“En mis recuerdos veo un derrumbe enorme en la carretera, cerca del pueblo de Guayabetal. La solución entonces fue bajarnos de la flota y contratar a uno de los maleteros disponibles para cargar el equipaje, dada la frecuencia de los derrumbes. Luego de caminar un par de kilómetros carretera abajo, nos encontramos con otro derrumbe. Pasándolo por la orilla de la carretera, al lado del precipicio en cuyo fondo corre el río, cogimos otra flota dispuesta para el trasbordo y la continuación del viaje. Estas aventuras se prolongaron por muchos años, no solo por la inestabilidad del terreno sino también por la desidia de los gobiernos para construir vías adecuadas en el amplio y quebrado territorio nacional. Pese a que la colonización del piedemonte llanero culminó hace rato y a que la valorización de la altillanura de la Orinoquia es enorme debido a extensas plantaciones como las de palma africana, los numerosos túneles, puentes y viaductos aún siguen en construcción y en reparaciones. Además del descuido estatal y las corruptelas, bien conocidas en los últimos años, los controles oficiales continúan siendo precarios. El reciente derrumbe del largo y costoso viaducto de Chirajara en esa vía es un claro ejemplo de tales problemas. (…) Ese viaje a los Llanos fue quizás el mayor descubrimiento de un mundo nuevo para mí en esos tiempos”.

Como se ve, el problema de las vías de comunicación y de esta en particular es viejo y recurrente, a tal punto que las provincias quedaron relativamente aisladas entre sí, estimulando su conexión vial interna y el crecimiento de capitales de departamentos. De esta manera, el país tiene cinco ciudades grandes y un número mayor de ciudades intermedias, y no existe un acento nacional que distinga a Colombia, como ocurre en México, Argentina y otros países de la región latinoamericana, sino varios acentos regionales que distinguen a sus pobladores con los de otras áreas. Aun al tener en cuenta el mejoramiento de varias de las vías principales del país durante el presente siglo, la conexión entre estas y poblaciones pequeñas es bastante deficiente, no solamente por la extrema diversidad territorial del país en áreas relativamente limitadas por su tamaño, sino también por incapacidades de distinta índole de departamentos y municipios para mejorar las vías existentes bajo su jurisdicción y aun por carencia de conexiones entre poblados y subregiones a lo largo y ancho del territorio nacional. Difícil comparar a Colombia con otros países de la región en estos aspectos prácticamente únicos en nuestra tierra.

* “Al paso del tiempo. Mis vivencias”. Bogotá, Tomo VI, Universidad de los Andes-Universidad Nacional de Colombia, 2018.

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Jorge(55906)05 de agosto de 2023 - 08:41 p. m.
Los gobiernos pasados tienen completamente abandonadas las vías del oriente de Cundinamarca, no entiendo por qué no se construído la vía alterna Bogotá, Choachí, Fómeque, San Juanito - El Calvario , Villavicencio. O, para desembotellar la salida de Bogotá, la vía Bogotá, Choachí, Ubaque - Cáqueza que es una verdadera trocha saliendo de Ubaque. Abandono de la Gobernación y la Nación por décadas.
Felipe(94028)05 de agosto de 2023 - 05:02 p. m.
En ingeniería casi no hay imposibles, es cuestión de plata. Francia y Reino Unido se unen por túnel bajo el mar. Un tren-bala sobre arena del desierto entre Medina y la Meca. El túnel de S. Gotardo, 57 kms, cruza los Alpes. El puente Vasco de Gama en Portugal vuela sobre el río Tajo con sus 12 kms y otro país medio pobre, España, es el segundo del mundo, tras China, en kms de ferrocarriles de alta velocidad, uniendo sus principales ciudades a 300 kms/h. Aquí la plata se gasta en ¿?, no sabemos.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)06 de agosto de 2023 - 01:02 a. m.
    Poder sí pero el país tendría que estar poblado por ingleses, franceses, suizos... El túnel de La Línea, después de décadas, lo hicieron de una sola vía y tuvo problemas desde el comienzo. Desde los años 60 están hablando del Tapón del Darién y nada. Del metro de Bogotá desde los años 50. En vez de hablar del tren elevado entre B/ventura y B/quilla, el cohete y los aviones Made In Colombia, simplente sigan dedicándose a la cocaína, las silletas con flores y la silicona. El país no da para más.
  • Carlos(34560)05 de agosto de 2023 - 10:09 p. m.
    Siendo neófito en la materia, sus conocimientos me dan para pensar en que ¿no se podría hacer un solo túnel para llegar a los llanos?
Carlosé Mejía(19865)05 de agosto de 2023 - 02:26 p. m.
Colombia continúa siendo un país de regiones bastante aisladas por la falta de grandes obras de infraestructura que nunca se han hecho o que se hicieron mal. Es increíble el robo y el despilfarro. No entiendo cómo hemos soportado tanto...
Atenas(06773)05 de agosto de 2023 - 01:01 p. m.
De la sempiterna incompetencia y corrupción nuestra. Y hoy, pa mayor desgracia, cuánto se multiplica o acrece con lo chambón de este fétido régimen. Qué triste nuestro sino, vamos de tumbo en tumbo….directos al abismo.
  • Atenas(06773)05 de agosto de 2023 - 08:41 p. m.
    ¡Uummmhh! Qué tal este Cordiller……ano con sus lugares comunes pretendiendo igualarse conmigo q’ le hago caso omiso toda q’ no me rebajo pa ponerme mano a mano con quien exhibe tamaña ignorancia al intercalar signos diferentes pa expresar su repudio, ¿lo hace en modo de pregunta o exclamativo? Otro pobre diablo. Bye,Atenas.
  • Cordillerano(64187)05 de agosto de 2023 - 06:54 p. m.
    Peor de fétidas las incontinencias del forista que adoptó por nombre la marca de sus pañales, aTENAs. Culebrero en plaza electrónica que quiere vender el espejismo de la seguridad democrática como modelo de sociedad y gobierno. ¿Qué asco!!
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