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Pazaporte

Cumplir lo impostergable

Gloria Arias Nieto
05 de octubre de 2021 - 04:55 a. m.
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La semana pasada un canal nos preguntó a televidentes y periodistas, si considerábamos que los medios habían cumplido a cabalidad su papel en estos cinco años de la firma del Acuerdo de Paz. Unos y otros respondimos que no: Los medios -en términos generales y como grandes fuerzas pedagógicas que deberían ser, y/o emporios de información y opinión- no estuvieron a la altura del mayor desafío periodístico, social y político, que ha tenido Colombia en los últimos 100 años. Algunos medios se suicidaron al destruir su decencia y credibilidad.

Y a otros les faltó docencia, en el sentido social de la palabra; les faltó mostrar las cosas buenas y señalar con prontitud y agudeza las verdaderas llagas; censurar a los incumplidos, a los instigadores y a los sicarios; cuestionar los balances maquillados y denunciar las mentiras que lanzaban como lluvia de dardos, los jinetes del poder. Faltó promover más encuentros redentores y engrasar bisagras de puertas y ventanas, para acoger el futuro y oxigenarnos la memoria. Faltó pedirle cuentas a unos y suplicarle a otros que maduraran su estado de conciencia. Debimos exigir con total firmeza que se frenaran en seco los asesinatos que se han llevado la vida de 285 excombatientes.

A casi todos nos faltó desafiar costumbres inútiles, romper marasmos y reconocer a los cuatro vientos que el Acuerdo de paz ha sido el hecho humano y político más importante de las últimas cuatro generaciones, y el que más vidas ha salvado.

Algunos medios sí hicieron la tarea y la cumplieron con creces. Pienso, por ejemplo, en Colombia 2020 y Colombia +20, de esta casa editorial de El Espectador, que logra su cometido porque trabaja con una mezcla de rebelión intelectual, convicción, ética, excelencia y persistencia. Ni dueños ni directores agachan la cabeza: su compromiso ha sido desde siempre con la verdad y la democracia, no con la presión electoral ni financiera; no con el miedo, ni con la vocación de tragar callados y gobernar en la vergüenza.

Colombia 2020 le dio -sin discriminar y sin proselitismo- escenario y micrófono a los más disímiles perfiles de víctimas y victimarios del conflicto armado; los sobrevivientes de 60 años de guerra han tenido su representación en los foros más polémicos y justos que hemos visto en las últimas décadas: Ex comandantes de la insurgencia y de las autodefensas, militares, líderes sociales, desplazados, secuestrados, empresarios, funcionarios y sacerdotes; voces diversas dispuestas a no derramar una gota más de sangre propia ni ajena; comunidad internacional y colombianos arrepentidos, huérfanos de alegría, niños sin infancia, viejos y jóvenes guerreros, mutilados pero no vencidos.

Siendo honestos -y como dije, con honrosas excepciones-, nos corresponde un mea culpa casi colectivo: no estuvimos listos a desarmar nuestras propias palabras y caímos en la tentación de los estigmas; es evidente que nos ha faltado humildad para desaprender rencores y reconocer errores, y por más idiomas que aprendamos, no entendemos el eco de los cementerios ni el entretejido que le da soporte y ruptura a la complejidad de nuestra historia.

Tal vez no hemos sido capaces de aceptar que el desafío de la paz comienza por reconocernos allá donde nacen las preguntas y los recuerdos de cada uno; allá, en la crianza de las emociones. Reconciliarnos con los demás empieza por tener el valor de reconciliarnos con nosotros mismos, y tal vez así podamos por fin, cumplir lo impostergable.

Gloria.arias2404@gmail.com

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alfonso(9763)06 de octubre de 2021 - 12:21 a. m.
Señora Gloria. En cada palabra de su formidable columna, hay una gota de bálsamo y esperanza para quienes llegamos a pensar que todo está perdido. Pero ¡No!, Aún quedan colombianos dispuestos a revivir ésta nación como si fuera el ave fénix
UJUD(9371)05 de octubre de 2021 - 11:57 p. m.
Gracias, de acuerdo sra. columnista.
Alberto(3788)05 de octubre de 2021 - 11:29 p. m.
Magnífica. Muy justo reconocimiento a Colombia 2020 y a Colombia +20 de El Espectador.
Gilma(15455)05 de octubre de 2021 - 11:00 p. m.
Muy buena columna, lástima que en algunos el odio sea más fuerte que la capacidad de perdonar.
ERWIN(18151)05 de octubre de 2021 - 11:49 a. m.
en el 22 comenzamos,en serio a transitar hacia un futuro mejor ..Petropresidente .ni un voto al centro demoniaco ..asesinos,corruptos
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