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Pazaporte

El ELN perdió la legitimidad y la guerra

Gloria Arias Nieto
21 de enero de 2025 - 05:05 a. m.
"No todo el ELN está compuesto (o, mejor dicho, descompuesto) por gentes tan perversas como quienes llenan de terror al Catatumbo": Gloria Arias Nieto.
"No todo el ELN está compuesto (o, mejor dicho, descompuesto) por gentes tan perversas como quienes llenan de terror al Catatumbo": Gloria Arias Nieto.
Foto: EFE - Mario Caicedo
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La crueldad ejercida por el ELN en el Catatumbo deja en evidencia que ese grupo armado perdió la filosofía que le dio origen, perdió el respaldo popular y perdió la guerra, porque perdió la legitimidad. Y a un grupo deslegitimado —no por un adversario sino por él mismo al tirar por el precipicio su ADN— podrán quedarle muchas balas en los fusiles, pero no le queda impronta ni dignidad.

Eso de entrar a las casas a buscar a los firmantes de paz para asesinarlos, eso de dispararle a líderes sociales y campesinos, es de una maldad devastadora y no pretendan merecer el apoyo de nadie medianamente racional.

Trabajé desde su primer al último día en el Comité Nacional de Participación, instancia derivada de la mesa de negociaciones entre el Gobierno y el ELN. Con las recientes acciones, el ELN le echó un baldado de sangre a su premisa de vincular a las comunidades en su propuesta transformadora. Le aposté con toda a ese proceso y no pienso que haya sido un error. Sigo creyendo que no deben cambiarse las banderas blancas de las palabras por los botones rojos de los bombardeos, pero que no sigan equivocándose, señores del ELN tomadores de las últimas decisiones: el pueblo no los quiere, porque traicionaron a las mismas comunidades que decían defender, abandonaron el ideario de Camilo Torres, y cometieron otro craso error: desatendieron las voces de paz elevadas por muchos combatientes al interior de la organización. Los conocí, los tuve cerca, hablé con ellos y me consta su humanidad y su disposición a parar el desangre fratricida.

No todo el ELN está compuesto (o, mejor dicho, descompuesto) por gentes tan perversas como quienes llenan de terror al Catatumbo y pretenden asesinar la paz en cada firmante que matan. No todo el ELN es un monumento a la barbarie y percibo que muchos de sus combatientes no apoyan estas atrocidades. Pero la guerra “es un monstruo grande y pisa fuerte”, y quienes dieron las órdenes de cometer los actos feroces, hirieron de gravedad años de diálogos y valentía. Lesionaron terriblemente los avances en construcción de confianza, y con disparos de plomo y estupidez acabaron con los latidos de muchos y con la esperanza de casi todos.

Le corresponde al Gobierno garantizar la seguridad de los habitantes del Catatumbo; frenar el horror de la muerte violenta y ese pavor que ha llevado a miles de familias a empacar su vida y sus recuerdos en una caja y huir sin saber a dónde en caravanas de motos y camiones desvencijados. Los desplazamientos forzados son una infamia, y ningún gobierno que se precie de honrar al pueblo puede permitirlos.

Cada día es más urgente que se cumplan los acuerdos humanitarios; respetar el derecho a la vida, a la infancia y a la libertad. Que se cumpla —¡por fin!— el Acuerdo pactado y firmado en el 2016 y la vida de los firmantes de paz sea —de verdad— un compromiso fáctico del Estado y la sociedad. El asesinato de los firmantes de paz es una vergüenza no solo para quienes ejecutan los crímenes, sino para quienes hacemos hasta lo imposible para que no se cometan.

Nos corresponde como sociedad civil rodear física y emocionalmente al Catatumbo, abrazarlo, solidarizarnos con sus muertos y con los sobrevivientes y no dejar solas a las víctimas.

Y que quede claro: Un puñado de viles tomadores de decisiones desastrosas no va a vendernos la idea de que la paz de Colombia fracasó. Los que fracasaron fueron ellos. Y a la paz habrá que llevarla a cuidados intensivos, cuidarla y no desistir hasta curarla; dedicarle alma, inteligencia y convicción, como se hace con los pacientes graves que se aferran a la vida.

Gloria.arias2404@gmail.com

 

daniel(84992)23 de enero de 2025 - 01:05 p. m.
ELN no existe como guerrilla política. Hay grupos delincuenciales armados organizados, GAOR, como les dicen ahora. Algo similar al Tren de Aragua con uniforme. No más diálogos imposibles (monólogos de paz). It's chumbimba time!! No mercy.....
Kajuyali(72282)22 de enero de 2025 - 05:14 p. m.
Con alma, vida y sombrero ( como decían nuestros abuelos y abuelas), VAMOS A VIVIR EN PAZ! Gracias querida Gloria!
William(16260)22 de enero de 2025 - 12:18 p. m.
De acuerdo con excelente columna, pero lo cierto es que todos estos bandidos deben estar es en la cárcel .
Julia(88653)22 de enero de 2025 - 02:32 a. m.
Gracias por este crudo análisis de la cruel realidad que se vive en el Catatumbo.
JOSE(mtcln)22 de enero de 2025 - 02:14 a. m.
Que contrariedad, que dolor de patria, que decepción, cuando abrigábamos la esperanza de la paz en un gobierno de estirpe progresista que les abrió la única oportunidad a estos compatriotas alzados en armas, develaron sus verdaderos intereses y los medios para alcanzarlos. El pueblo llora no solamente por el dolor y el luto sino por saber el monstruo que tenemos haciéndose pasar como ejército de liberación, vaya contradicción. Y los dirigentes que están en el exterior, no tienen que decir?
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