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Tras el fracaso de Gustavo Petro

Gonzalo Mallarino Flórez
04 de diciembre de 2024 - 05:00 a. m.
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"Toca disponerse a respaldar a Sergio Fajardo. Es que, aunque no parezca posible ahora, podemos estar mucho peor de lo que estamos": Gonzalo Mallarino Flórez.
"Toca disponerse a respaldar a Sergio Fajardo. Es que, aunque no parezca posible ahora, podemos estar mucho peor de lo que estamos": Gonzalo Mallarino Flórez.
Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos

Ya han empezado a salir los primeros sondeos de opinión frente a posibles candidatos presidenciales para el 2026. Los realizan las firmas encuestadoras y, por prematuros que hoy parezcan, son un referente, un indicativo. Tal vez haya que pararles bolas.

No figura en esos sondeos Humberto de la Calle que, sin dudarlo, sería el de mi predilección. Pero aparece “punteando” Sergio Fajardo, que es un político que le cree a fondo a la civilidad, al comportamiento ciudadano que lleva a la fraternidad, a la solidaridad y la defensa de los valores democráticos.

La civilidad que, por antonomasia, se opone a la violencia. La civilidad que es el ademán individual, el de cada ciudadano y ciudadana, y que es imprescindible para conseguir la convivencia. La civilidad que tiene que recordarle a esta “civilización” deshumanizada y descarriada, día a día, que el sueño del progreso es colectivo.

Y yo creo que Sergio Fajardo es de esa catadura, de esa línea.

Yo votaría por él. No sé si a la postre tenga chance, pero si así fuera, votaría por él con los ojos cerrados. Totalmente tranquilo. Me ha dado esperanza verlo de primero ahí en la pantalla del televisor.

Cuando Gustavo Petro —el primer presidente de izquierda en el espectro político que llega a la Presidencia de Colombia— sigue equivocándose dolorosamente, consuetudinariamente, oscureciendo su gobierno y su legado, lo que conviene considerar es qué le va a pasar al país después de él. Es que si todo sigue tan mal, si la mancha de la corrupción sigue envileciendo al Gobierno, si la chambonearía, la improvisación y la ideologización exacerbada siguen degradando a este Gobierno, ya Gustavo Petro no tiene importancia. Ya él, a medida que pasen sus últimos meses, simplemente se aproxima a su pretérito, al tiempo pasado. Y eventualmente se irá.

Y tenemos que pensar en qué estará en juego aquí, una vez Gustavo Petro se haya ido. Y yo creo que lo que está en juego es lo que dije arriba: la defensa de la civilidad y la democracia, nada menos, pues el fracaso mismo de Petro ha puesto en riesgo todo eso. Es que la situación es gravísima. Lo que se le viene encima a Colombia, como consecuencia del fracaso de Gustavo Petro, es gravísimo.

Observe usted, lector, lectora, la nómina de candidatos que empiezan a considerar los sondeos, y piense quién le haría más daño, quién quebrantaría más la civilidad y los valores democráticos. Y vaya tachando esos nombres. Piense con claridad, con serenidad, y prepárese porque lo que parece es que Gustavo Petro lo habrá hecho tan mal al final de su mandato que está abierto el escenario para un gobierno reaccionario, de extrema derecha, que puede muy bien recortar las garantías y los derechos ciudadanos más elementales. Que puede desintegrar la civilidad.

Estamos en un momento muy delicado. Yo creo que toca disponerse a respaldar a Sergio Fajardo. Es que, aunque no parezca posible ahora, podemos estar mucho peor de lo que estamos.

Gonzalo Mallarino Flórez

Por Gonzalo Mallarino Flórez

Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas

 

Noticioso(6975)Hace 5 minutos
Victimismo y palabrería barata. Eso es lo único que el petrismo le ha ofrecido a Colombia: un no futuro, en medio de un no Estado y una no realidad; donde se pretende que los hechos más cerreros y evidentes, se desconozcan en nombre de la ideología y la discursería veintejuliera de un equipo de gobierno mediocre, corrupto y autoindulgente. Triste labor la de todos esos patéticos bodegueros petristas, tratando de pintar de "gran estadista" y "visionario" a ese payaso embaucador.
Caminante(31598)Hace 14 minutos
La macroeconomía ha tenido buen comportamiento, inflación bajó, pobreza bajó, desempleo bajó y aumentó el turismo, avanza la reforma agraria, miles de estudiantes recibieron condonación de sus deudas con Icetex, gratuidad en educación avanza, y por supuesto que hay errores y desaciertos, pero hablar de fracaso sin ningún soporte o argumento muestra ligereza y sesgo político.
Mario(16018)Hace 28 minutos
Muy de acuerdo, señor columnista. Todos los demás candidatos que aparecen en escena, son los delfines de siempre y herederos de clanes políticos corruptos. Voté por Petro dizque porque era el Cambio y, de verdad que fué para peor.
Abuelo(73113)Hace 1 hora
No es que Petro sea bueno para la comunicación y para la gestión, realmente quiere ser un jefe en ese sentido, pero debe ser un líder y trabajar en equipo, Se han dado resultados y son buenos, pero no todos los resultados esperados, algunos por gestión otros por la ferrea alianza de la oposición en los sectores financieros en defensa de sus privilegios y negociados. El amigo Fajardo es una estampita del establecimiento, como la que reparten o reaprtían las monjitas. Intrascendente.
Caminante(31598)Hace 1 hora
Fracaso de Gustavo Petro, con que facilidad califica una gestión y una realidad tan compleja, en la macroeconomía el país a contenido y bajado la inflación, a subido el empleo, a bajado la pobreza, con dificultad avanza la reforma agraria y miles de campesinos han recibido tierra y títulos, pero para el columnista esto es fracaso. Hay muchos lunares y errores, si, pero también avances. No hay ningún presidente que pueda arreglar este país con un soplo mágico. Ni Fajardo, ni nadie.
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