Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En los últimos años el departamento fronterizo de Arauca ha venido figurando en medios de prensa nacionales e internacionales, no tanto por los atractivos y las particulares bondades de esa generosa comarca que caracteriza la esencia de nuestros llanos orientales, sino por los episodios de violencia que desatan los enfrentamientos entre el ELN y las llamadas disidencias de las FARC, enfrentados en encarnizada disputa por el control del territorio.
Por estos tiempos, sin embargo, las aguas se encuentran quietas, el orden público está controlado y el mandatario seccional nos invita a que sigamos visitando la región sin prevenciones y con total tranquilidad. El creciente flujo de viajeros que comienza a recibir confirma la existencia de un clima de esperanza, apalancado con la firma del cese bilateral del fuego entre el Gobierno y el ELN que, pese a no comprometer a fondo el accionar de esa estructura insurgente, reduce los sobresaltos en este y en los demás departamentos donde opera dicha guerrilla, oxigenando hermosos lugares de interés turístico, golpeados por la persistencia del conflicto armado.
Arauca se extiende a lo largo de una enorme sabana verde, de naturaleza prodigiosa, bañada por el sol. Esta tierra multicolor, de 270.000 habitantes reconocidos por su hospitalidad y alegría, en la que falta presencia del Estado, pero sobran problemas sociales y escasean servicios públicos, es un destino excepcional, con suficientes pergaminos para figurar en el portafolio de los viajes en virtud de las ventajas comparativas que se destacan de su variedad de ecosistemas y de pisos térmicos.
Frente a semejante potencial, la actividad turística se proyecta como la principal alternativa para la revitalización de la ruralidad, afectada por diferentes factores que impiden su desarrollo. Hacia ese objetivo se orienta el trabajo de líderes genuinos de la región, encargados de promover experiencias en el sector. Del éxito que se logre con el fomento de una cadena productiva, validada en la variedad de los recursos naturales y la enorme riqueza cultural, se podrán sumar ingresos a las arcas oficiales, irrigando beneficios que mejoren las condiciones de vida de los habitantes, sumidos en el viacrucis de un largo y progresivo deterioro económico y social.
Siguiendo dicho enfoque, las autoridades seccionales han puesto en marcha un plan de reactivación turística dirigido a estimular la creación de pequeñas asociaciones empresariales, con participación directa de las comunidades y las alcaldías municipales. El programa encadena un trazado de rutas que empaquetan una oferta amplia, formal y organizada, etiquetada como Arauca te sonará para siempre, en la que se les brinda a los viajeros la oportunidad de disfrutar de ese fascinante puñado de alternativas ocultas en el piedemonte y la sabana.
Rutas como el Plan Estero Tame o el Tame Histórico y Productivo, el Encanto Llanero, el Plan Pesca o Tierra de Chocolate, descubren en toda su dimensión y con sus propias singularidades este paraíso natural, agrícola, ganadero y petrolero; rico en cultura, folclor y atractivos, en cuyos suelos arcillosos se produce uno de los mejores cacaos del país. A través de estos recorridos se siente el olor y el sabor araucano, reflejados en sus tradiciones, en las faenas ganaderas, en el trabajo artesanal de los pescadores, en el avistamiento de las 400 especies de aves que alzan vuelo bajo el azul del cielo, en el espectáculo que brindan los delfines rosados o en el de centenares de reptiles y anfibios que se cruzan por entre vistosos paisajes naturales y ríos de cauce caprichoso que bajan de la cordillera.
Este departamento vibra en cada finca campesina, en cada rancho de colono o en cada comunidad indígena, bien sea sobre las fértiles y cóncavas planicies de Arauquita, Cravo Norte, Fortul, Puerto Rondón y Saravena, o bajo el clima tropical de Tame, el punto de referencia para el transporte aéreo.
Su variado entorno ambiental propicia un escenario ideal para la práctica de múltiples actividades. Desde ecoturismo y deportes de aventura, como senderismo, campismo, ciclismo de montaña y parapente; hasta la exploración de cuevas y cavernas, el barranquismo, la escalada y el descenso con cuerdas por cascadas o paredes de piedra. En 24.000 kilómetros cuadrados se explaya una amplia gama de posibilidades dentro de espacios turísticos respetuosos con el medio ambiente.
Arauca está cambiando y merece mostrarse ante el país y el mundo para contar su historia y vivir la fantasía de su oferta turística. Estas vacaciones de mitad de año son un buen pretexto para visitarla en solidaridad con los emprendimientos de una comunidad resiliente, que le abre paso a la industria de la paz, para generar espacios de confianza y reconciliación. Es la oportunidad de disfrutar de los acordes del joropo llanero en las verbenas, en un bello territorio al que, hasta ahora, le ha tocado, literalmente, bailar con la más fea.
En el sector: El nombre de la exvicepresidenta y exministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez, vuelve a enredarse en escándalos. Primero, fue en abril del año pasado, cuando se denunció la construcción irregular del complejo hotelero Grand Sirenis, en San Andrés -incluyendo la apropiación de una playa pública- por parte de la empresa Hitos Urbanos, propiedad de su esposo, Álvaro Rincón. Reaparece, ahora, en una investigación de la Fiscalía de Nápoles por un caso de corrupción, que incluye al ex primer ministro italiano Massimo D’Alema, quien, a finales de 2021, habría tratado de mediar en la venta de aviones de guerra, corbetas y submarinos a Colombia, en una operación liderada por el paramilitar Edgar Fierro, alias “Don Antonio”, que beneficiaría a los intervinientes del negocio con 80 millones de euros. Sobre el primer hecho, el envalentonado fiscal Francisco Barbosa, siempre tan locuaz, hizo mutis por el foro.
