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                                                                                                                                Memoria del fuego

                                                                                                                                Hace 40 años, el 23 de julio de 1973, ardía el edificio de Avianca. Su torre, de 42 pisos, era la más alta que existía en Suramérica. Por aquellos días se iniciaba la época de los rascacielos, y el edificio bogotano era admirado por su solidez y belleza.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Las llamas ascendían con gran velocidad desde el piso 14, y llegarían al 37. La gente que a esa hora se hallaba en el edificio subía a pie por las escaleras, en un intento desesperado por no dejarse alcanzar por el fuego Las operaciones de rescate se cumplían con helicópteros que lanzaban torrentes de agua sobre el gigante herido. Algunas personas atacadas por el pánico se tiraron al vacío y perecieron. Otras llegaron hasta la azotea, donde fueron sacadas en helicóptero. La espantosa escena se prolongó hasta bien entrada la noche. 

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Miles de colombianos presenciaron en la televisión el avance vertiginoso del fuego y los esfuerzos titánicos de los bomberos y otros organismos de salvación que con medios precarios luchaban contra la hecatombe. El saldo trágico fue de 4 muertos y 63 heridos. Ahora bien, la estructura no sufrió daños considerables. 

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En Proexpo (esto lo sabría yo tiempo después) había un alto funcionario que ejercía indebida presión contra el banco, por una malquerencia personal. Ese era el  motivo soterrado. Increíble, pero cierto. La condición humana hace cometer a veces actos insólitos. La solución la dio el incendio del edificio de Avianca, ya que todos los archivos de Proexpo desaparecieron entre las llamas y nunca más volvió a mencionarse el caso. El fuego nos hizo justicia.  

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Hace 40 años, el 23 de julio de 1973, ardía el edificio de Avianca. Su torre, de 42 pisos, era la más alta que existía en Suramérica. Por aquellos días se iniciaba la época de los rascacielos, y el edificio bogotano era admirado por su solidez y belleza.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Las llamas ascendían con gran velocidad desde el piso 14, y llegarían al 37. La gente que a esa hora se hallaba en el edificio subía a pie por las escaleras, en un intento desesperado por no dejarse alcanzar por el fuego Las operaciones de rescate se cumplían con helicópteros que lanzaban torrentes de agua sobre el gigante herido. Algunas personas atacadas por el pánico se tiraron al vacío y perecieron. Otras llegaron hasta la azotea, donde fueron sacadas en helicóptero. La espantosa escena se prolongó hasta bien entrada la noche. 

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Miles de colombianos presenciaron en la televisión el avance vertiginoso del fuego y los esfuerzos titánicos de los bomberos y otros organismos de salvación que con medios precarios luchaban contra la hecatombe. El saldo trágico fue de 4 muertos y 63 heridos. Ahora bien, la estructura no sufrió daños considerables. 

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En Proexpo (esto lo sabría yo tiempo después) había un alto funcionario que ejercía indebida presión contra el banco, por una malquerencia personal. Ese era el  motivo soterrado. Increíble, pero cierto. La condición humana hace cometer a veces actos insólitos. La solución la dio el incendio del edificio de Avianca, ya que todos los archivos de Proexpo desaparecieron entre las llamas y nunca más volvió a mencionarse el caso. El fuego nos hizo justicia.  

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Temas recomendados:

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