Entiendo que un estudio publicado por el World Economic Forum, en el cual incluyó a Colombia en la lista de países que no saben administrar sus aguas, se afirma que pasó Colombia de ocupar el puesto cuarto en el mundo, ordenados por sus mayores reservas de agua potable, a ocupar el puesto 24.
Nuestro potencial hipotético para producir y exportar alimentos se está evaporando. De acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, unos 352 municipios del país no consumen aguas en condiciones óptimas de potabilización. Los departamentos más afectados son Chocó, Huila, Nariño y Bolívar, cuyas ciudades capitales, Pasto, Santa Marta y Quibdó, tienen limitaciones.
¿Qué ha sucedido? Comienzo por mencionar la Deforestación: “En 2020 se deforestaron 171.000 hectáreas. El 70 % de la deforestación de Colombia se concentró en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo y Antioquia. El ministro de ambiente, Carlos Correa, señaló que en estas regiones se encuentran 2 de cada 3 hectáreas de bosque existentes en el país, región que pasó de perder 98 mil hectáreas en 2019 a 109 mil en el 2020, un aumento de 11 mil hectáreas/año”.
“Esta deforestación la padecemos sobre todo en la Amazonía y nos está afectando la biodiversidad, la calidad de vida, con un impacto social enorme, señaló el ministro, quien también confirmó que hubo un aumento en la pérdida de bosque en la región Andina, puesto que se arrasó con 3.771 hectáreas más que en el 2019, cuando la cifra superó las 25 mil hectáreas, y el Caribe con 105 más que las 12.791 arrasadas el mismo año”.
El diario El Tiempo estimó en 2019 que cerca del 24 % del área desforestada en el país está relaciona con los cultivos de coca de los grupos criminales. Deforestación que ha causado migraciones de la fauna y la flora, la erosión de los suelos y, finalmente, el surgimiento de desiertos irreversibles.
Entre las causas para la escasez del agua figura la concentración excesiva de la población en ciertas regiones. Recordemos que el 74 % de los colombianos ocupamos menos del 4 % del territorio. Alemania, país con 83 millones de habitantes, ocupa la tercera parte de los kilómetros cuadrados de Colombia; allí casi no existen ciudades con más de un millón de habitantes, porque están muy bien distribuidos sobre su territorio. Berlín, 3,3 millones. Hamburgo, 1,7 millones. Múnich 1,2 millones.
El cambio climático, el calentamiento global, ha contribuido derritiendo durante los últimos 6 años el 20 % de los glaciares que se encuentran en los altos picos de nuestras cordilleras. La escasez del agua para consumo humano también enfrenta la competencia por el agua requerida para los cultivos, la ganadería y las industrias. Estos competidores también promueven la deforestación.
El World Economic Forum predice que la población mundial crecerá en los próximos 50-75 años en cerca de 3.000 millones de personas, lo que a su turno implicará mayor agua para el consumo humano, para la agricultura, para la ganadería, para las industrias, así como una mayor contaminación de las aguas potables existentes como resultado de todas estas actividades humanas.
Entiendo que un estudio publicado por el World Economic Forum, en el cual incluyó a Colombia en la lista de países que no saben administrar sus aguas, se afirma que pasó Colombia de ocupar el puesto cuarto en el mundo, ordenados por sus mayores reservas de agua potable, a ocupar el puesto 24.
Nuestro potencial hipotético para producir y exportar alimentos se está evaporando. De acuerdo con el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, unos 352 municipios del país no consumen aguas en condiciones óptimas de potabilización. Los departamentos más afectados son Chocó, Huila, Nariño y Bolívar, cuyas ciudades capitales, Pasto, Santa Marta y Quibdó, tienen limitaciones.
¿Qué ha sucedido? Comienzo por mencionar la Deforestación: “En 2020 se deforestaron 171.000 hectáreas. El 70 % de la deforestación de Colombia se concentró en los departamentos de Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo y Antioquia. El ministro de ambiente, Carlos Correa, señaló que en estas regiones se encuentran 2 de cada 3 hectáreas de bosque existentes en el país, región que pasó de perder 98 mil hectáreas en 2019 a 109 mil en el 2020, un aumento de 11 mil hectáreas/año”.
“Esta deforestación la padecemos sobre todo en la Amazonía y nos está afectando la biodiversidad, la calidad de vida, con un impacto social enorme, señaló el ministro, quien también confirmó que hubo un aumento en la pérdida de bosque en la región Andina, puesto que se arrasó con 3.771 hectáreas más que en el 2019, cuando la cifra superó las 25 mil hectáreas, y el Caribe con 105 más que las 12.791 arrasadas el mismo año”.
El diario El Tiempo estimó en 2019 que cerca del 24 % del área desforestada en el país está relaciona con los cultivos de coca de los grupos criminales. Deforestación que ha causado migraciones de la fauna y la flora, la erosión de los suelos y, finalmente, el surgimiento de desiertos irreversibles.
Entre las causas para la escasez del agua figura la concentración excesiva de la población en ciertas regiones. Recordemos que el 74 % de los colombianos ocupamos menos del 4 % del territorio. Alemania, país con 83 millones de habitantes, ocupa la tercera parte de los kilómetros cuadrados de Colombia; allí casi no existen ciudades con más de un millón de habitantes, porque están muy bien distribuidos sobre su territorio. Berlín, 3,3 millones. Hamburgo, 1,7 millones. Múnich 1,2 millones.
El cambio climático, el calentamiento global, ha contribuido derritiendo durante los últimos 6 años el 20 % de los glaciares que se encuentran en los altos picos de nuestras cordilleras. La escasez del agua para consumo humano también enfrenta la competencia por el agua requerida para los cultivos, la ganadería y las industrias. Estos competidores también promueven la deforestación.
El World Economic Forum predice que la población mundial crecerá en los próximos 50-75 años en cerca de 3.000 millones de personas, lo que a su turno implicará mayor agua para el consumo humano, para la agricultura, para la ganadería, para las industrias, así como una mayor contaminación de las aguas potables existentes como resultado de todas estas actividades humanas.