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Los medios decidieron que la campaña de vacunación había sido un éxito y que era el punto mejor o menos malo de la muy mala gestión de este Gobierno. La afirmación tiene una dosis de verdad: casi 33 millones de colombianos han recibido la vacuna completa hasta el momento y esto equivale al 65,9 % de la población. Aunque no existen certezas al respecto, es muy posible que esta cifra signifique que la pandemia en Colombia ya pasó y por eso el Gobierno levantó esta semana la exigencia de usar el tapabocas en espacios cerrados.
Es el final de una larga y horrible pesadilla, que por tanto merece gratitud hacia todos los que hicieron posible ese final, incluyendo al presidente y a su equipo.
Pero tuvimos 140.000 muertos, 140.000 familias colombianas que perdieron inesperada o prematuramente a un padre, una madre o un abuelo. Familias humildes en la gran mayoría de los casos, familias cuyos lutos, por lo mismo, pasan de agache en los informes oficiales, en los comunicados de los gremios, en la agenda de los medios, en la conversación de las redes sociales y en la frágil memoria de los colombianos.
La pesadilla, sin embargo, fue global y por eso la pregunta relevante es cómo le fue a Colombia comparada con el resto del mundo. Pues a juzgar por las cifras que compila la Organización Mundial de la Salud, a Colombia le fue bastante mal.
En efecto: somos el país número 12 en cuanto al número total de defunciones en el mundo; en América Latina hemos sido superados apenas por México y Perú.
Teniendo en cuenta el tamaño de la población, Colombia ocupa el puesto 26 entre 216 países, con una tasa de 2.738 muertes por millón de habitantes; apenas Perú, con una tasa escandalosa de 6.525, y Chile, con 2.959, salieron peor librados que nosotros en América Latina. Se necesita ser ingenuo, desinformado o gobiernista para decir que a Colombia le fue bien.
También el éxito de la campaña de vacunación es discutible. Con una cobertura del 65,9 %, Colombia, al 22 de abril, estaba por debajo de otros nueve países latinoamericanos, incluyendo entre estos a Chile (90,8 %) y a Perú (79,9 %). Estamos, eso sí, por encima de Venezuela (49,8 %), Bolivia (48,35 %) y Guatemala (33,3 %), pero entre los países más poblados, apenas México va detrás de nosotros (61,4 %).
La cosa se complica porque en materia de vacunación habría que tener en cuenta la velocidad de las campañas: no es lo mismo un 70 % de vacunados hoy que hace, digamos, un año. Esto me sirve para advertir de nuevo la dificultad de las comparaciones internacionales, pero también me sirve para censurar a Duque y a su equipo por la manía de decirnos cada noche que a Colombia le estaba yendo menos mal que a otros países, escogidos por ellos según les conviniera.
Así que el éxito de Duque fue sobre todo un éxito de comunicación, el éxito de un gobernante inepto que resultó ser un buen presentador en la televisión.
* Director de la revista digital “Razón Pública”.